martes, 30 de septiembre de 2014

Candil de guampa



Alardeando de su estampa
y dándole luz al rancho
está colgado de un gancho
un viejo candil de guampa.
Cuando se duerme la pampa,
él, recién se despabila…
la noche pasa tranquila
con paso seguro y lerdo
y, a veces, algún recuerdo
entre sus sombras titila.

Cuando me siento a matear
después de haber churrasqueado
mi perro ovejero, al lado
se tira pa’ descansar,
y comienzo a recordar
cosas que, ya se volaron…
amores que me dejaron
en el alma ardiente herida
y, pa’ siempre, de mi vida
las ilusiones mataron.

Y de su luz al destello
mientras quema su pabilo
llegan como refucilo
recuerdos de un tiempo bello,
y mientras tomo resuello
para templar la guitarra,
parece que me desgarra
una zarpa el corazón
y hasta pierdo la razón
por el dolor que me amarra.

La salvada milagrosa (Caramba)



Con su cargamento, ¡caramba!
iba hacia un cuartel
con cuarenta mulas, ¡caramba!
el tropero aquél.

Cargado de harina, ¡caramba!
lo rodeó el ranquel;
y él en la madrina, ¡caramba!
ensilló la fe.

Todo el cargamento, ¡caramba!
desparramó todo, ¡caramba!
pero se le fue!

Segunda...

Tras las mulas corren, ¡caramba!
los indios y ven
que de amadrinadas, ¡caramba!
desnudábanse...

Y que se le aleja, ¡caramba!
el cristiano aquél
que se iba y se iba, ¡caramba!
y al fin se le fue...

Llego sin harina, ¡caramba!
con todas las mulas, ¡caramba!
pero a salvo...él!


lunes, 22 de septiembre de 2014

La palangana perdida

(Dibujo: Pepe Gonzalez Guerrico)


Como pa'siempre escondida
al abrigo d'el gramiyal
fue que por un casual
ahí te encontré perdida,
media enterrada y herida
por el tirón de los años,
descansabas junto al caño
en la base del molino
y la curiosidad me vino
al observar algo extraño.

Gran fue la sorpresa mía
al verte ahí palangana,
fue el domingo a la mañana
que te hallé con alegría
y recuerdo todavía
al tenerte en el pasao
casi todos te han usao
en la vida campesina,
afuera o en la cocina
cara y patas se han lavao.

Vieja palangana' e loza
mi recuerdo se desata
junto al pié de las tres patas
donde tu cuerpo reposa
de una forma caprichosa
con tu borde dobladón
y un finito chapón
haciendo de bandejita
porque ahí se deposita
la barrita del jabón.

En mi memoria destapo
tu permanente lugar
ya que debías de estar
juntito a la bomba 'sapo',
con la toalla y con el trapo
te'an cabrestiao a la par
y se habían de colgar
en la rama ahí cercana
por eso a vos palangana
nunca te voy a olvidar.

Recuerdo una  ocasión
qu' el lucero tiritó
y tu agua se congeló
por semejante heladón,
cabrestiando el madrugón
en la mañana bien clara,
te pasé a unas tres varas
pa'estrenar una guadaña
pestañando las lagañas
y sin lavarme la cara.

Oficiastes de charquito
a la hora de la siesta...
los pajaritos de fiesta
se mojaban de a poquito:
jilgueros y chingolitos
jugueteaban muy horondos,
sobre tu borde redondo,
gorgeos, saltos y volidos
y un tremendo ladrido
silenciaba el batifondo.

La sentencia del progreso
de a poco te fue cambiando,
tu material reemplazando
y alivianando tu peso;
con mis décimas regreso
a tu pasao corriendo,
tu ciclo fue cumpliendo
un servicio muy práctico;
hoy lo brindás con plástico
para seguir subsistiendo.

Muchos años han pasao
que estuviste abandonada
por los yuyos custodiada
con tu fondo agujereao,
el tiempo te ha castigao
y me embarga la emoción
pero vibra el corazón
vos que fuistes pa'l aseo:
hoy posás en el museo
del viejo amigo Ramón.




Carretilla'e chacra



Hoy quisiera recordarte
vieja ayudante manual,
muy útil y servicial
cuando tuve que cargarte
pa' la cocina llevarte
con una pila de astillas,
pa'l galpón con varillas
cuando hubo que alambrar,
así te voy a cantar:
legendaria carretilla.

Culebreaba tu ruedita
como el único rodado
y tu ejecito gastado
musiquiaba una marchita;
ibas dejando huellitas
en distintas direcciones
y en algunas ocasiones
por suspender el trabajo
al dejarte boca abajo
se asentaron los gorriones.

Con mil cosas te cargué
en mis años'e chacarero,
eras de chapa y madero
y hasta hoy te conservé;
en el pueblo te compré
cuando armé la población,
aguada, rancho y galpón
me ayudaste a levantar
y me has hecho 'traspirar'
en más de una ocasión.

En los días de carneada
cargada más de una vez,
llevastes la media res
a la mesa bien lavada,
y la olla tan tiznada
pa'l costao de una tina
que del rancho en una esquina
donde apilaban los marlos,
vos tuvistes que llevarlos
pa'debajo'e la cocina.

Cierta vez al aclarar
con dos bolsas de semilla,
te llevé para la orilla
del potrero a sembrar
y te usé para llevar:
agua y pasto, a esa vaca
que por tan vieja y flaca
estaba caida en el corral
y unos tachos con cereal
para el guacho de la estaca.

Vos llevastes los zapallos
y sandías de la huerta,
también llevastes la puerta
pa'l potrero'e los caballos
y la bolsa con los gallos
pa'vender al gallinero,
así llevaste al ternero
pa'curarle las bicheras
y cargaste la escalera
pa'remendar el alero.

Al tener que rellenar
al costao, los bebederos,
tempranito pa'l potrero
ya tuvimos que rumbear
con la pala de puntear
y el pizón, yo te llevé
y con tierra te cargué
meta viajes todo el día;
hoy recuerdo todavía
tantos pozos que tapé.

Los años que van arriando
primaveras de progreso,
yo que vengo de regreso
como tu rodar parando,
hoy te sigo utilizando
aunque me sienta cansao,
muchas veces antojao
y si la idea se empeña:
cargarte con mucha leña
pa'quemar, algún asao.

Pala'e punta



Como todo buen campero
mi recuerdo ya se eleva
y la memoria me lleva
a evocarte como quiero,
recorriendo tu sendero
al verte ahí en yunta,
una idea se me junta
y la inspiración se ensancha:
hermana'e la pala ancha,
sos mi legendaria'e punta.

Vieja pala de antaño
fuistes punta en el pasao,
tus servicios  no han sesao
aunque pasaron los años,
el progreso, tan extraño
no ha podido eliminarte;
estás en cualquier parte
sea campaña o poblao,
estás siempre al cuidao
del que quiera utilizarte.

Fuistes pala universal
gran elemento'e labor,
compañera'el labrador
que no te usó por casual;
te seguís prestando igual
aunque el destino apurao
va llevando desbocao
al mancarrón del futuro,
seguís siendo por seguro
el emblema del pasao.

Recuerdo cuando mocoso
del duro tiempo aquél,
te ví cavar un jagüel,
arrancar un sauce añoso;
también cavaste el pozo
destinao pa la basura
y una noche en su negrura
po'el corral de las ovejas
matar una comadreja
muy dañina por natura.

También cavastes el "cién"
necesario en todo rancho
y a lo largo y a lo ancho
de la pampa vos también,
fuistes cavando muy bien
muchos pozos alineaos
pa'tender un alambrao
con esos palos de acacio
que pelastes muy despacio
y plantastes bien oreaos.

Cuando el sol ha cabrestiao
el apurón del lucero
y todo el puesto entero
muy tranquilo haya mateao,
a los tientos del recao
te han atao mi viaja pala,
yendo a potreros y chalas
por un trajín cualquiera
a tapar las peluderas
o arrancar un nuevo tala.

Te usaron pa mil servicios
como usaron la arpillera,
son historias verdaderas
una y otra en cada sitio:
al brindar los beneficios
en las duras campereadas,
si han trabajao enyuntadas
hasta pa d'ir a la guerra,
palita embolsando tierra
pa'levantar barricadas.

Ayudastes al quintero,
con vos solía puntear
preparándose a sembrar
lo mesmito que un puestero;
ni hablar del chacarero
que sin vos no era nada,
siempre estabas preparada
en cocina, patio o galpón,
afirmada en un portón
al costao'e la ranchada.

Por bebederos y corrales
fuerte fué tu trajinar
al tener que rellenar
en los días invernales
a los charcos y barriales
producto del pisoteo,
si parece que te veo
cargando el viejo carro
que chapaleando en el barro
repetía el traqueteo.

Y tomo vuelo al pasao
por unas palas gloriosas
cuando en épocas grandiosas
viejas mantas han dejao
aquellas que habían cavao
a fuerza'e pata y pulmón,
media pampa de un tirón
en la jéven Argentina,
la gran zanja de Alsina
pa'sofrenar el malón.

Por siempre t'e de añorar,
pala en gaucha misión,
por mi pago y población
que ayudastes a fundar;
te eligieron pa'marcar
justo el centro de un poblao
y buscando en todos laos
el lugar se discutía...
la oración ya se venía
sin haberte aún clavao.

Y en un galope de gloria
pasastes a ser especial
y te recibió el pajonal
sellando un mito de historia
cuando, Valentín Coria,
poblador de ésta región
que al rodar su redomón
te clavó, donde es hoy
justo el centro'e Chivilcoy
al este del cañadón.

Pala que en un momento
fuistes mito del pasao
versiando te'e recordao
por mandao del sentimiento,
junto al pié del monumento
que te honra hasta hoy,
emocionao al mirarte estoy
junto a Coria, el fundador,
te lucís con esplendor
en la plaza'e Chivilcoy.

Hoy te quise memorar
mi viaja pala de acero,
descansás bajo el alero
donde te veo brillar,
¡nunca te voy a olvidar!
ya que siempre te añoré
y también confesaré
como que soy Argentino:
que a lo largo del camino
pocas veces... te agarré.

Abril 2012..-



sábado, 20 de septiembre de 2014

Las botas de Secundino



Que cosas tiene el destino:
hallé pendiendo de un gancho
bajo el techo de un rancho
de un viejo Gaucho Argentino,
las botas de Secundino
me hiciera de un crudo enteco.
¡Con qué lujo cerró el hueco
del pié con botón de ombligo!
me las guardaba un amigo
en San Antonio de Areco.

Me dijo el viejo al sacar
las botas criollas del gancho
que bajo el techo e´su rancho
me las supo guardar...
-"No se las quise mandar
por miedo que se perdieran!
me pidió que las pusiera
en sus manos, Secundino,
ahura  tienen su destino
después de una larga espera".

Cuando las tuve en mis manos
sentí como un "no se qué",
un rezo corto ensayé
por el alma del paisano;
pensé que desde el arcano
me miraba Secundino
pero al volverme al camino
pa mi pago de regreso,
le dejé en las manos un beso
al viejo Gaucho Argentino.

Que guardó con tanto esmero,
pa´mi el regalo de un muerto
madurao en el abierto
terrotorio Chubusero
desde que tengo aparcero,
ese obsequio campesino
ahi ando por los caminos
con las patas engarradas ;
entre unas botas sobadas
por el VIEJO SECUNDINO !

Sin bozal



Como quien ensilla
pa'dirse de viaje
a gastar camino
de patria y sudor,
lo encontré a don Pocho
con todo el pilchaje
sobre de un tobiano
manso y tranqueador.

Los rollos chiquitos
del lazo y maletas,
poncho y boleadoras
cargaba el señor,
tirador y rastra,
cuchillo y chaqueta,
mesmo que un resero
ya viejo y pastor.

 Pañuelo a la espalda,
bien enhorquetado
como echo en el lomo
de cualquier bagual,
"setenta y monedas"
y hasta hoy no ha logrado
el bravo progreso
ponerle el bozal.

Y cuando le dije:
-"Pa'ande va vecino,
mire que al tobiano
lo ha encuerado bien"...
Contestó: - "De paso
hago este camino
voy por los mandados
hasta el almacén".

-"¡Oiga Don!...", me dijo:
"los hombres ahorristas
con todas sus galas
y leyes también
nos han agringado
la patria altruista,
en contra del gaucho
de la paz y el bien"...

"Ya por los caminos
de la patria grande
no se oyen silbidos
ni se oye el tropel,
de grandes arreos
del Plata a los Andes,
ni se ven clinudos
rondando el jagüel".

 "Se que en las estancias
hay menos tropillas,
y menos paisanos
a la tierra fiel,
solo se oyen máquinas
llegando la trilla
como una sordera
del sistema cruel".

"Ya no está el boliche
ni existe el palenque,
adonde el viajero
su caballo ató
y el mesmo paisano
que a poncho y rebenque
encañao por dentro
su honor defendió".

"Porque con las normas
del sistema trucho,
solo se ha logrado
en nuestra Nación,
plata pa unos pocos
y hambre para muchos
por eso no engendra
nuestra traición".

"El sol no se compra
ni tampoco el día,
prefiero un caballo,
el rancho y la paz
y un ruego bendito
a Dios y María,
por el crecimiento
de la humanidad".

"Crecimiento, digo,
de adentro pa'fuera
como el alpataco
sin la mezquindad,
que eclipsa las luces
y achica la esfera
de las pobres mentes
sin cordialidad".

----------------------------
Y partió Don Pocho
sobre su tobiano
como un erudito
de la tradición;
que regó la patria,
que le dio las manos
después de la sangre
que trujo el malón.

Curtido a lo gaucho
por dentro y por fuera
siempre haciendo algo
cerca del umbral,
ingeriendo lazos,
armando testeras,
o sacando tientos
para algún bozal.

Don Pocho Romero
ya no tiene espacio,
pa'tender el alma
de su gaucho en flor,
por eso temprano
ensilla despacio
pensando en los años
que fue domador.

El Rancho de la Amistad



Le dedico este recuerdo
al paisano Juan José
un pampeano sin revés
y parejo en la amistad
que admira la libertad
y es ejemplo en sencillez.

Hay un rancho en Villaguay
que se llama "La Amistad",
candil que da claridad
y mano franca apretada,
cencerrito en la alborada
y estrella de la verdad.

En las noches con guitarras
si alguien relata una historia,
florecen en la memoria,
cosas del campo entrerriano
de troperos y paisanos
en un pasao de gloria.

Rancho que está bien plantao
lleno de fe y sentimiento
por eso en cualquier momento
usted se puede arrimar,
le aseguro que ha de hallar
motivo pa' estar contento.

A ese rancho amigo mío
no lo tapará el olvido,
tiene calden de la Pampa
y ñandubay de Entre Ríos...

Humilde milonga Criolla

sencillita y querendona
mientras vibre una bordona
el criollo te cantará
y en coplas florecerá
por ser dulce y comadrona.

Para que más claridad,
su nombre lo dice todo:
"el Rancho de la Amistad",
mano a mano y  codo a codo,
cuestión de encontrar el modo
de arrimarse nomas...

Al rancho de la Amistad...
Al rancho de la Amistad.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Recuerdo pa'mi azulejo



Lo estoy mirando y me mira
como buscando un remedio...
Sin parecer que sus ojos
me piden un aliveo.
¡Jué pucha...! la vizcachera
que te pialó... mi azulejo.
¡Me hubiera quebrado yo
no hubiera sido lo mesmo!
que'l destino de un cristiano
no se cambia por un hueso,
en cambio... pa'los caballos
solamente hay un remedio:
una hoja bien filosa,
la tanteada del pescuezo
y un chorro de sangre que brota
con la muerte a flor de pecho.

Si ya estábamos de güelta,
solo nos quedaba un trecho...
pa'que lleguemos al rancho
y nos reciban los perros,
igual que todos los días
como ayer, como hace tiempo...
porque van pa'doce años
que vos sos mi compañero
por eso es que se hace triste
meter en el pensamiento
que tenga que despenarte
a vos querido azulejo.

Vuelvo al tiempo que se fue
y parece que te veo
cuando entuavía potrillo,
te amansabas con recelo
y a juerza'e paciencia y maña
te sacaba el cosquilleo.
Después lo de todo pingo;
andar y andar los potreros...
a veces, pechando vacas
o de no, al tranco lerdo
cumpliendo con los trabajos
que en el campo van saliendo...
bajo la lluvia y los fríos
en días crudos de invierno
o aguantando soles altos
que quemaban en enero.

Sobre tu lomo... orgulloso
¡qué lindo era entrar al pueblo...!
Yo, saludando las mozas
medio tocando el sombrero
y ellas, tal vez almirando
la rareza de tu pelo...
Y vos medio de costilla...
caminabas altanero...
mientras jugaba tu boca
con la coscoja del freno.
Solo te faltaba hablar
para mejor entendernos...
por eso es que estoy juntando
rabia y pena... al mesmo tiempo.

Y como las cosas tristes
es mejor que duren menos...
ya está tanteando mi mano
la empuñadura del fierro...

¡No te quisiera... ni ver...
te lo juro flete viejo!
¡Me están faltando agallas
pa'encarar este momento...

Tan solo... al despedirme
quiero hablarte... compañero
si hasta siento como un ñudo
al lado izquierdo del pecho.

Te vi'a apartar de la vida
pero nunca'e los recuerdos...
Amigo de recorridas
andando por campo abierto...
como ninguno en la vida
¡Mi lindo flete azulejo...!

...lo estoy mirando y me mira
como buscando remedio...

De a caballo y por mi patria

(Pintura: Eleodoro Marenco)



De a caballo y por mi patria
saldré buscando horizontes;
cruzando campos y montes,
ríos, valles y montañas...
Por ciudades y campañas
echaré mi copla al viento...
llevo prendida a los tientos
mi guitarra compañera
y "agarrao" de la sidera
el lazo del sentimiento.

Mis ojos se han de llenar
con paisajes de esta tierra,
y las bellezas que encierran
del uno al otro lugar.
Desde el norte al litoral,
desde la pampa hasta Cuyo
me irá llevando el arrullo
de los pájaros del campo
y ha de perfumar mi canto
el aroma de los yuyos.

Conmigo vendrá el pasado
heroico del montonero...
pisando aquellos senderos
que con sangre fue regado,
será como andar atado
al recuerdo de esos machos
que peleó entre los picachos,
jugó su vida en los llanos
y que nos dejó el legado
en el recuerdo de "El Chacho".

Cantaré en las rancherías
lo mismo que en los salones,
que me esperen los fogones,
"esquinas" y pulperías.
Quiero llevarle alegría
a los que no tienen suerte,
mi voz se alzará más fuerte
donde encuentre el pobrerío
y he de seguir con los "míos"
aunque me "pille" la muerte.

Tendré un verso soñador
pa'las mozas quinceañeras,
abrazos pa'las abuelas,
pa'los gurices mi amor.
Cuando vea un domador
sobre la cruz de un bagual
ahí nomás voy a templar
y al compás del bordoneo
le vi'a dejar un floreo
mirándolo castigar.

Me ha de envidiar hasta el viento
al verme de pago en pago
por que no ha de haber halago
más hermoso... que andar suelto.
Solo quiero que mi aliento
tiemple mi cuerda bien alta
y nada más me hace falta
pa'desafiar los caminos...
Por algo soy Argentino
de a caballo y por mi patria.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Camino y fogón



Quiero andar por el camino
amargo de los recuerdos…
desandar con pasos lerdos
la ruta del peregrino.
Mi corazón argentino
corcovea de emoción,
hoy desfilan en malón
las bellezas del pasado
que están vivas, a mi lado,
gracias a la evocación.

¡Si habrán chapaleado barro
en las huellas del camino
“El Plus Ultra”, “El Sin Destino”
y “El Pueyrredón”, otro carro…
Veo a Domingo Navarro
que es de mi pueblo un destello,
Polo Cisnero, los Cuello,
Morales, Junco, Losada…
¡Bella época pasada!
¡Qué lindo era todo aquello!

Tranco a tranco en el camino
siguiendo su derrotero
marchaba el pobre carrero
rumbo al progreso argentino.
Casi errante y sin destino
como siguiendo una estrella
y dejando en cada huella
un pedazo de su vida,
¡cómo una emoción prendida
junto a un fogón que destella!

Giñazú y Nuñez al tranco
de su buena caballada,
Maldonado en la jornada
va repechando el b arranco.
Yo del ayer los arranco
como flor de siempreviva
para mi emoción cautiva
por ser parte de la historia,
porque son de la memoria
una parte que está viva.

Mientras, marcha por la huella
con rumbo de inmensidad
por la eterna soledad
junto al fogón de una estrella.
Y de la época aquella
en mi verso lo detallo,
cuando tan solo el caballo
era el rey de los caminos,
los carreros argentino
.trabajaban sin desmayo.

Sin aflojar para nada
con paso firme y constante
por el camino adelante
marcha la tropa cansada,
pa’ llegar a “La Blanqueada”
hay veintidós leguas largas,
y son horas muy amargas
pero hay que marchar igual
y a pesar del temporal
llevar bien seca las cargas.

La cadena de la vida
va eslabonando los años
y un collar de desengaños
nos deja el alma prendida.
Al final de la partida
después de tanto coraje
nos queda como bagaje
en este mundo imprevisto,
el saber que ¡estamos listos
ya, para el último viaje!


martes, 9 de septiembre de 2014

Mi viejo gateao

(Pintura: Aldo Chiappe)

Creo que fue por un cobro,
cuando anduve de resero,
o un cambio, nomás que hice
al capataz, don Tadeo,
de un potrillo pico blanco
que tiraba a zaino negro
por ese gateao ruano,
que aunque medio sancochao,
a mi me gustaba el pelo,
motivo para este cuento.


Y como dicen algunos,
y debe nomas ser cierto,
que un animal se aquerencia,
a aquel que le tiene apego
salimos siendo amigazos,
de entrada nomas al vernos!...

En èl anduve caminos
en mis tiempos de resero
y muchas veces rondando,
fue igual que cama, pa'un sueño.
Despues cansao de las huellas,
tal vez pasaos de lo mesmo,
entramos en una estancia
y fuimos juntos pa un puesto;
ahí...  lidió al lado mío,
con la majada... güen tiempo,
no aflojándole ni un "geme"
a las heladas de invierno,
ni a esos días de verano
cuando el sol quema el pellejo;
y justo para ese entonces,
tengo patente el recuerdo,
que me puse fastidioso
de andar solo entre los perros,
cuando una noche me trajo
de un galope y sin resuello,
¡con una china en el anca
que habia engualichao mis sueños!
Después... cuando ya quisimos
ser más de dos los que semos,
apurao... a una comadre
tuve que pelearlo al tiempo...
¡Éll la llevo a la María
a la cincha sobre un cuero,
por que no estaba pa'l el anca
¡El Gateao cumplió lo mesmo!
Después, ya se hicimos tres,
(una familia...yo pienso)
y anduvo pisando el barro,
pa' agrandar el rancho viejo,
pa' que'l gurí tenga nido,
mesmo que pichon de hornero.

Ya se notaba en la boca
que no era caballo nuevo,
pero flete porfiadón;
pa todo servía lo mesmo!
...que salir de recorrida,
arrastrar ramas pa'l fuego,
tirar agua del jagüel,
o traer los vicios del pueblo,...
Ya andaba en los veintidos,
con destino pa nochero,
pero entoavía le daba
para aguantar un repecho...
¡Y  ahí le sirvió al muchachito
pa'ir juntos al colegio...
Fue tal vez, hasta ahí nomas,
que yo le pedí un esfuerzo.
Y cuando ya bichocón,
entró a perder brillo el pelo,
se conformaba de andar,
de vicio... por el potrero
que estaba cerca 'e las casas
buscando algun pasto tierno...
Yo lo dejaba nomás...
como acostumbrao a verlo,
si total...  no molestaba
¡y supo saber ser  bueno!
...pero un día ¡fíjese!
¡qué destino'e no creerlo!,
se desató en medio' el campo,
algo terrible, ¡un incendio!
que amagando pa' este lao,
se vino por culpa el viento;
y al ser costumbre campera,
rayar a la orilla el fuego,
con un caballo a la cincha
abierto de medio a medio,
no hubo que pensarlo mas...!
¡el Gateao...! ¡no hay mas remedio!
Un vecino se animó...
y yo llorando por dentro,
pensé ¡que triste destino!
O ha de ser tal vez.... un premio...
...y se cortaron las llamas,
cuando arrastrando su cuerpo,
d'iba apretando los pastos
y asi apagando aquél fuego...
¡Pobre mi viejo gateao!
salió tan parejo y güeno
que hasta nos vino a servir
tan luego...después de muerto.

Escúcheme patrón



Escúcheme patrón, yo soy de abajo
y por eso no estoy arrepentido.
No se debe a una falta en mi trabajo,
es culpa de un salario muy medido.

Y fue por esa plata, tan escasa,
que aprendí a ver el mundo en rebeldía,
le quite el mascarón con que disfraza
el hombre tanta y tanta porquería...

Lo digo con razón...

Escúcheme patrón y no se ofenda,
es la verdad más pura, aunque le duela,
tan sólo el alma donde no hay vergüenza,
con ruidos de monedas se consuela.

Nunca estuve cansado de ser pobre
y en la rueda de peones llevo aliento,
porque si alguna vez me faltó un cobre,
ellos me dieron techo y alimento...

Escúcheme patrón...

Siga no más usted, engordando reses,
es justo que cultive su materia
pero levante al peón de la pobreza
en vez de sepultarlo en la miseria.

Escúcheme patrón, yo soy de abajo;
escúcheme patrón, si usted es de arriba:
tenga cuidado, no se de de vuelta el plato
y sea carne pa' perros su comida...

Lo digo con razón, escúcheme patrón...

Tus besos y mi cigarro (Milonga)



Dos gustos llevo en la boca
que nunca pude apartarlos
y que a lo largo del tiempo,
siguen viviendo a mi lado.

Uno,carmín y promesa,
sueño de amor y mal pago;
otro,que se hace cenizas,
poco a poco,entre mis labios.

Besos,que fueron un día,
recuerdo que se hace malo;
brasa viva de una boca,
que el corazón me ha quemado.

Humito de mi esperanza,
vos nunca me has traicionado.
bien haiga tabaco negro,
siempre me está acompañando.

Por ahi dicen que hace mal
el vicio de andar pitando
y que la vida me acorta
por culpa de este cigarro.

Yo pienso que es mucho peor,
pa hacerle mal a un cristiano;
haber quemado esperanzas
con el fuego de unos labios.

Sus besos ya no los tengo;
sigo pitando...pitando.

Abel Fleury: "el poeta de la guitarra" (Documental)



MEJOR DOCUMENTAL NACIONAL EN EL FESTIVAL:
"MIRADA EN CORTOS".
Idea y realización: Ignacio Ewert
Investigación y narración: Héctor García Martinez
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El doradillo


(Pintura: Eleodoro Marenco)

Por más qu'el tiempo ha querido
apartarme pa'l poblao,
hay cosas en el pasao
que nunca echaré al olvido;
mi lujo mayor... ha sido
llevar la vida sencilla,
bien sujeto a la presilla
del respeto y la prudencia.
¡Y es mi mayor opulencia
haber tenido tropilla!

En ese tiempo.. asujeto,
por gusto de recordar;
se me hace otra vez mirar
y ver mi orgullo completo.
Amansados por Barreto,
sacó a los ocho "al dedillo";
un oscurito al morcillo,
dos zainos, un colorao,
dos picasos, un tostao
y el "lunar", un doradillo.

Los sabía galopiar
a todos, sin distinción.
Mi padre tenía razón
cuando dentraba a opinar,
él me sabía contar:
"tropilla'e pelo, ¡cuidao!;
siempre irá mejor montao
si descuida ese detalle,
¡es muy difícil que fallen
pelajes entreveraos!".

Mas como yo era "escribano"
en la estancia; y no era peón,
no encontraba la ocasión
de andarlos todos... ¡paisano!
Y aunque era brava la mano,
poniendo mucho cuidao,
a uno por desconfiao
y al otro por patiador.
Pensé que pa'mi el mejor
era nomás "el dorao".

Anduvimos... largos años
haciendo yunta los dos
como al amparo de Dios
entre amigos y entre extraños,
¡Vida linda y sin engaños!
Pero un día, se cortó;
una oferta me tentó
(siempre decide el bolsillo)
y allí quedó el doradillo
y pa'otro lao me fui yo.

Y es así que fui dejando
mis tiempos de campesino,
anduve muchos caminos
mirando haciendas... comprando.
Poco a poco acomodando
y engordando la cartera,
viviendo de otra manera
con mayor comodidad,
me fui haciendo a la ciudad
con sus costumbres puebleras.

Pero... al ser lindo el pasao
y además por ver al "pingo"
siempre encontraba un domingo
o enganchaba algún feriao.
¡Y volcaba pa'quel lao
sin medirla a la distancia
y allí colmaba mis ansias
de mis días más felices
¡tal vez por que las raíces
me ataban a aquella estancia!...

Estando allí, una mañana,
un amigo me propone
probar unos "percherones"
y atamos la americana.
Salimos... "a la macana"
pitando algún cigarrillo
y en cuanto la calle orillo
veo un arreo'e caballos
deshechos; y entre ellos hallo
¡Dios me libre! ¡Al Doradillo!...

No había mucho que pensar,
lo llevaban para el "tacho"
"¡Qué poco que vale un macho!
pa'mi, yo dentré a pensar.
Y ahí me empecé a castigar
yo mismo por mi torpeza;
al alambre... con presteza
lo salté "mesmo que un grillo"
y le grité: "¡doradillo!"...
¡Y él... levantó la cabeza!

Se me nubló la mirada
y entré a pensar cosas viejas,
al tiempo que'n las orejas
le pegué una manosiada;
con la garganta "añudada"
le hablé al flete y al resero;
¡él me entendió... ¡era campero!!...
y aunque de palabras... parco
me dijo: llévelo... Marcos,
ahí frente ta'su potrero...

Siguió el resero su viaje;
me tapó la "polvadera"
¡Mejor... pa que no me viera
el compañero que traje...
después, rejunté coraje
y pegaos al alambrao
los dos fuimos abrazaos
por el camino de afuera...
y al llegar a la tranquera
lo eché ande se había criao.

Él su muerte habrá elegido,
¡nunca quise preguntar!
por eso dentré a mermar
las visitas tan seguido.
Tal vez... el tiempo vivido
me ha de envolver en su ovillo.
Ya hace tiempo que no ensillo
y pienso que ande alce el vuelo,
allí en la pampa del cielo
me espera mi doradillo...



(Pintura: Rodolfo Ramos)

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Tema extraído de un cuento (del mismo nombre),
del libro "Arreando recuerdos" de Marcos V. Aguirre.

Murmullos de la laguna

Reflexionando

(Pintura: Augusto Gomez Romero)

Para el hombre y la mujer
mi trato fluye nobleza,
yo sé estimar la franqueza
aunque me pueda doler;
cómo no he de conocer
las "mañas" de la ilusión
siempre en cada tropezón
recogí alguna enseñanza:
no hay que perder la esperanza
mientras sueñe el corazón.

Me gustan las mosas listas,
ariscas y mañaneras
para ablandar la soltera
de mi rebenque utopista...
Se correr en cualquier pista
aunque a veces he rodao
pero poco me han durao
los dolores del porrazo...
yo curo mis arañazos
con cebo del mismo lao...!

En el juego que hay desquite
nadie se aflija al perder;
la bola dejá correr
que el mundo todo permite,
no juegues al escondite
por sólo el gusto'e jugar,
nunca debés simular
la fiebre de una pasión,
no existe más mala acción
que engañar por engañar.

Por eso, como el pescado
muero con los ojos abiertos...
cómo ha de ganarme un tuerto
a "vichar" para ambos lados,
si soy un zorro guasquiado
debiera "juirle" a las trampas....
debiera ganar la pampa
donde hay tanta "potrancada"
para cuerpiarle a la "armada"
con que me piala tu estampa.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Guitarra criolla



(Foto de tapa del libro del payador:... )

Vine cruzando los mares
con aires de Andalucía
y aquerencié melodías
de los indianos cantares;
me hice criolla en los altares
del Vivac y del Fogón,
me conquistó el Pericón
cerrao con Patrias banderas
y en toda reunión campera
soy centro de admiración.

Yo soy la "Zamba de Vargas"
definiendo una batalla
con los acordes que estallan
al ordenarse una carga!
soy la tristeza que embarga
la pena del Payador,
y en los lances del amor
ofrenda dulce y galana
embrujando las ventanas
con la luz de algún cantor!

Yo soy la Cifra campera
que cantó un gaucho sureño
para gambetearle al sueño
vigilando las fronteras;
milonga en las montoneras
de Güemes y Lamadrid,
fui poncho, lanza y clarín
en las gestas argentinas
y soy huella que ilumina
los rumbos del porvenir.

Yo les hablo del consuelo
en las lindes del amor;
y del patriótico ardor
del gaucho de nuestro suelo;
del alma para su vuelo,
que sus rimas necesita...
y en las notas exquisitas
que mi caja les depara,
hay nostalgias de "tacuaras"
y penas de vidalitas!

El reservado

(Foto: Eduardo Amorim)

Sólo se oyen las mentas del reservado,
ya lo traen pa'l medio, viene bufando...
no hay jinete que'l potro no haya bajado
y va corriendo ese solo comentario.

Un criollo muy diestro será encargado
de afirmarse en el lomo del pingo fiero...
se ajusta las espuelas, medio asustado,
es su único "rebusque", pues muenta en pelo.

Cubre los ojos del flete con las manos
y el domador de un salto, está enhorquetado...
bufa el chuzo, se estira, y en el revuelo

el paisanaje observa tanta proeza,
pero luego lo saca por la cabeza
y el crédito del pago, rueda por el suelo.

sábado, 6 de septiembre de 2014

Tengo un picazo lucero

(Pintura: Rodolfo Ramos)

Tengo un picazo lucero
para más datos: argel;
se lo negocié a Esquivel,
un viejo amigo puestero.
Lo pagué carito, pero
de muy buena estampa el pingo
pa trabajar lo distingo
del lazo aguanta el cimbrón,
pa'montarlo apuradón
no es pa'chambones ni gringos.

Su capa oscura y brillosa
pa'un 25 de mayo
es apropiao el caballo
pa'echarle pilchas lujosas.
Y mientras mi alma retoza,
medio atravesao arranca
tambièn digo en forma franca
que a María la paisana
por amiga y campechana
se la senté sobre el anca.

 Un domingo había cuadreras
en el boliche de Ariel
y a curiosiar fui con él
entre gente bien campera;
corría el bayo de Aguilera
con el moro de Lizaso,
 y andaba un tostao buenazo
que naides quería toparlo
y le grité pa'probarlo:
-"¡le corro con el picazo!"

La capa blanca y bordada
le sacó el mozo al tostao
y yo le bajé el recao
con las bajeras sudadas.
-"De convite la largada,
le dije, será al momento"...
y preguntaba contento:
-"¿Y a cuántos metros corremos?",
-"Y si le gusta veremos
cuál es mejor en trescientos".

Y apenas emparejamos
al "¡Vamos juntos!", salimos,
y de un viaje nos vinimos
hasta bandear los doscientos;
pero al tostao ¡lo lamento!
se le aplastó su silueta,
y cuando estaba la meta
a unos cuarenta y escasos
le pegué un chirlo al picazo
y le ganó a la paleta.

 Se me enfermó la patrona
en días de temporal
y era tremendo el barrial
que había en la calle angostona;
cuando me dijo tristona:
-"Remedios no me han quedao"...
Le eché ahi nomás el recao
y sin pedirle una tregua
se galopió las seis leguas
de ida y de vuelta al poblao.

 Por eso,  en el verde llano,
cuando lo veo retozando
pa mis adentros, pensando,
le digo: "¡gracias hermano!".
Cuando al bolsillo eché mano
me pareció caro el trato
y hoy con orgullo y sensato
digo: "¡Qué pingo había sido!"
con pesos bien invertidos
tengo picazo pa rato.


En ancas del pangaré (Estilo antiguo)

(Pintura: Enrique Castro)


Quiero llevarte mi china
en ancas del pangaré,
al rancho que levanté
atrás de las tres colinas.
 Quiero llevarte mi china
pa juntar nuestros amores,
a ese nido de primores
perdido por la llanura
y ande verán tu lindura...
tendrán envidia las flores.

Mi pangaré que es calzao
y además paleta blanca
ha'e ser plata en el  anca
el flete más pondierao.
 Mi pangaré que es calzao
ha de ser como un regazo
 y al d'ir apurando el paso
con rumbo pa la nidada
te va a llevar bien sentada...
entre los rollos del lazo.

Pa'rreglar cuentas con Dios:
la cruz del sur en el cielo,
será de noche el siñuelo
que nos santigüe a los dos.
Pa'rreglar cuentas con Dios,
no habiendo altar para jura,
como premio a tu ternura
pa entregarte yo mi fe,
le tocará al pangaré...
hacer las veces del cura.



Dio todo sin pedir nada



Para que peine sus crines
el macho viento pampero
desde otras tierras vinieron
desde lejanos confines.
Después mezcló a los clarines
su relincho campo afuera.
Trepó hasta la cordillera
para juntar nieve y cielo
y así, regalarle al suelo
el color de la bandera.

Desde entonces y sin tregua,
entró a tallar en la historia.
Para amamantar la gloria
fue madre fiel, al ser yegua.
Detrás de la distancia, leguas,
por dar tierra emancipada
y en la más brava patriada
supo llevar en su cruz
enhorquetada la luz
de la patria liberada.

Así llegaron los días
en que después de la guerra
se hizo promesa en la tierra
ubérrimas de alegrías.
Y si el campo florecía
antes del fruto maduro
fue, porque firme y seguro
allí donde el surco fuera
él, cinchó en la sementera
edificando el futuro.

Y quedó la patria hecha:
primero, galope y muerte:
después, con su pecho fuerte
trazó la siembra y cosecha.
Y al recordar que la brecha
se hizo con la caballada
pienso que no está saldada
su cuenta, caballo fiel
pues, como el gaucho, como él
dió todo sin pedir nada.


"Milico Muerto" (Relato)


(Pintura: Eleodoro Marenco)


¿¡Quién sabe de ande vino y quién lo trajo,
qué destino lo echó para el desierto
cuando el cencerro fue como un badajo
marcando aquél camino del infierno....?!

Le bastó con saber que era "milico"
que precisó su sangre el entrevero,
había que hacerle pata ancha a los malones
y no era el tiempo de andar cuidando el cuero.

¿Lo demás? Pa'qué decirlo! Lo de todos:
un kepí, un bagual, un catre'e tiento,
una manta, un recao y aquél apodo
que le puso por ahi algún sargento.

Y de pronto el encuentro con la indiada,
un galope tendido a campo abierto,
el jugarse a lo macho en la topada
a bola y lanzas, alarido y "Remington".

Y le tocó caer en la refriega brava
cuando una chuza le atravesó su cuerpo
y al caer de la tarde y la patriada,
en el lomo de un chuzo... ¡llegó muerto!

 El cebo de una vela le hizo guardia,
se persignó una moza en el entierro
y ahi quedó tal vez, sin una lágrima,
ni un llanto que mojara algún pañuelo.

Tal vez un compañero bien montao
de aquellos que peliaron indios fieros,
se descubrió y lo siguió velando
cabeza gacha y llorando adentro.

Y ahi quedaron sus huesos en la pampa,
la cruz del sur fue bendición y rezo;
su nombre en el recuerdo se agiganta
pero sólo se llamó: "MILICO MUERTO"!



Pampa y distancia (Triunfo)




"Para mí la cola es pecho
y el espinazo es cadera
hago nudos ande quieran
y de lo que encuentro como
me echo tierra sobre el lomo
y me apeo en cualquier tranquera".

------------------------------
Coplas de tierra y agua
charcos y ramas, que digo
charcos y ramas.

La voz de Santos Vega
nace a la patria, que digo
charcos y ramas.

Un pájaro en la boca
pampa y distancia, que digo
pampa y distancia
y el polvo del camino
florece y canta, que digo
pampa y distancia

Y apretando los dientes
canta mi raza, ¡ahijuna!
canta mi raza.

"Y dejo correr la bola
que algún día ha de parar
tiene el gaucho que aguantar
hasta que lo trague el hoyo
o hasta que venga algún criollo
en esta tierra a mandar".


La pureza de un yuyo
dentro del alma, que digo
dentro del alma...
resuella en el galope
de su guitarra, que digo
dentro del alma.

Por eso un canto criollo
como los de ahura, que digo
como los de ahura...

Un diablo los condena
y otro los mata, que digo
como los de ahura.

Ah! mandinga el progreso
nos avasalla, ¡ahijuna!
nos avasalla.

viernes, 5 de septiembre de 2014

Tres destinos

(Dibujos: Eleodoro Marenco)

Dicen que jué po'una moza
allá por el año 30
que peliaron dos amigos
sin ser hombres de pelea,
cosas que a veces la vida
las trae sin darse cuenta
y se ensaña con la gente
cuando ni menos se piensa.

Uno fue pa'l hospital
y el otro fue pa'una celda
quedando entre dos cristianos
la herida pa siempre abierta.
Juan al tiempo se sanó
pero por sentir vergüenza
dejó aquél pago pa'siempre
y se quedó sin querencia.

Dionisio cuando cumplió
el tiempo de la condena
tampoco quiso volver
y naide supo la huella.
Pasó el tiempo...y los dos hombres
quedaron allí con mentas
como no sea que alguno
los recordaba una vuelta.

Pero a la cara de los dos
la fue borrando la ausencia...
Pa'más tristeza del caso,
el rancho de la moza aquella
como si juera embrujao
al sol le cerró la puerta
y nunca más su ventana
la vido ninguno abierta.

Dicen, dicen que el tiempo le ha puesto
color de luna en las trenzas...
¡Destino de tres personas
que Dios le torció la huella!
A Juan nunca más lo vieron,
como tragao por la tierra
dicen que escribió una carta
que naides pudo leerla
sin que los ojos se enllenen
con lágrimas por la pena
 y que la mandó tan luego,
después de su madre muerta...

Y a Dionisio que antes nunca
aceptaba una giñebra,
alguno que lo encontró
no se en qué pago una güelta,
 dice que lo vió perdido,
tomao, buscando pendencia...
él que supo tener menta
de ser un hombre bien puesto
de los pies a la cabeza...

Y pa terminar el cuento
de los tres, ya ni uno queda
en el pueblo que soportó
aqueya pelea porque la moza,
María, que era flor de primavera,
y se marchitó solita
ahogada por la vergüenza,
hoy tomó el tren de la tarde
oculta en sus ropas negras
pa dir a entregarse a Dios
frente al altar de una iglesia...

Dicen, dicen que quiere ser monja
pa rezar la vida entera
y Juan, Dionisio y María,
ahura son una leyenda
que se acomoda en las bocas
según de quién la comenta
porque en la vida, a ocasiones,
suele tener estas vueltas
y se tuercen los caminos
cuando ni menos se piensa.

Juan, Dionisio y María;
nombres pa una sola pena
destino de tres personas
que Dios le torció la huella.







El Arroyo Grande



(Pintura: Aldo Chiappe)

Mirá... ahura está mansito,
apenita si va andando,
¡se parece a una laguna!
¿de ande? a gatas un charco...

Abajo'el paso nivel
yo supe andar de muchacho
con una caña'e tacuara,
las lombrices en el tacho,
un rollo d' hilo chanchero
y algún corchito... flotando,
esperando que un "dientudo"
pegue el tirón... enganchando!

D'ese arbolito p'acá...
¿la ve a la piedra asomando?
Güeno, esa era una pileta
pa' los días de verano.
¡Qué lindo era un chapuzón
mesmo "a lo perro", nadando!
o subir hasta las vías,
llenas de piedras las manos
y tirarlas "a flor de agua"
pa que pasen "refalando"...
y haciendo aquellos "patitos",
poniendo el agua a los saltos!

Me acuerdo del puente viejo
¡ya han pasado tantos años!
Desd'él le tiraba ramas
pa que las vaya llevando
y se perdían mis vistas
imaginándolas: "barcos".

¡Pero no se vaya a creer!
¡Amigazo!, tenga mano,
hoy parece una laguna
pero hay que verlo si es bravo
cuando sale del "cajón"
y se echa por todo el campo.

¡Ahí si!, ahi se parece a una mar,
trae agua como de encanto
y pasa sembrando miedo
la correntada bramando
¡y no v'a creer si le digo
que ha tragao más de un cristiano!
por culpa'e los remolinos
que esconde entre los remansos...

¡Yo sí lo he visto, compadre!,
todo el alambre tapado,
llevar un árbol entero
que el agua arrancó de cuajo
y arrear animales muertos...
mesmos....¡mesmos que si jueran marlos!

Cosas que tiene la vida
y que no las entiende un sabio,
y cambian mesmo que el tiempo
d'entre lo güeno y lo malo...
Así es el Arroyo Grande,
a veces... ¡guarda paisano!
Y otros días, como hoy,
da pena verlo tan manso.

Y al final es como uno,
¡qué tanto andar comparando!
Hoy pensaba hacerme el toro
por gusto de recordarlo
y pensando en tiempos viejos...
¡ya casi que estoy llorando!

¡Así es el Arroyo Grande!
cosas que tiene mi pago....







La visita



-"Preparate Margarita
y alcanzame el asador
que hoy me enterao qu'el patrón
nos va a hacer una visita.
Lavá bien a nuestra hijita
dejá el rancho ordenao
que los perros estén atao;
yo voy a ordeñar la lechera,
de paso abro la tranquera
y vengo a hacer el asao".

"Andate al bolich'e Lemo
pa´ que te preste una silla,
que te mande la cuchilla
y un porrón de vino bueno;
que hoy nadie me pone freno
es tan grande el alegrón,
que siento en el corazón
al saber que en este rancho:
¡el propio dueño del campo
nos viene hacer el honor!"
-------------------------
Levantando polvadera
se ve arrimar a un jinete,
montando un brioso flete
ya cruzó la tranquera...
--------------------------
-"Vengo a decirle Don Santos,
(dijo al bajar del caballo)
que para fines de Mayo
tendrá que dejar el campo.
Del corral, chiquero y chanchos
no me deje un palo solo,
en fin sáqueme todo,
eso le vine a decir:
porque acá voy a construir
dos lindas canchas de "Polo".

Hay una madre llorando
y un padre que ha enmudecido...
y en el fogón encendido
un asao se está quemando.
Dos corazones llorando
sin saber del desengaño,
todo esto es muy extraño
que el hombre quiere llorar:
 ¡cómo le han ido a pagar
el sudor de tantos años!

Y Dios... m'hizo la gauchada



Mal barajao el invierno
dio cartas de viento y agua
y se anegaron los campos
y el frío que no aflojaba.

Ande asomó el mes de mayo
se vinieron en bandadas
un día detrás del otro
qu'eran igual que desgracia.

Se borraron los potreros
pa'pasar a ser aguadas
y solo se véia el verde
de una que otra lomada.

Pa'todos venía mal,
naides tenía una aliviada
ni los hombres ni la hacienda;
¡que decir de la sembrada!...

El tambero ¡pobre vasco!
entre el barrial ordeñaba,
y debajo'el encerado
algún resero pasaba.

¡Jué pa'entonces! mesmamente
-tengo la fecha clavada-
me jugué por un amigo
y Dios me hizo la gauchada.

Yo supe tener un zaino
por más datos malacara;
un caballo más parejo
difícil que se encontrara.

Compañero de trabajo,
nunca le vi una aflojada,
¡si ande cerraba talones
pa'galopear lo encontraba!

Justo pa'l invierno aquél
los años ya le pesaban
y lo agarró mal parao
el aguacero y la helada.

Lo vide en aquellos días
desamparado, en desgracia,
y pensé que el zaino viejo
la vida se le cortaba.

Por mi cabeza pasaron
cosas que no hay que olvidarlas
y empujao por los recuerdos,
tuve una corazonada.

Calcé botas; miré el cielo
y al tranco juí ande él estaba
con el bozal en la mano
y en la idea, una esperanza...

Y pensando en cosas viejas
lo eché al monte de las casas
para alegrarle los días
que al pobre ya le quedaban...

Le colgué un morral con grano
y al despuntar las mañanas
l'iba a conversar un rato
pa'aliviar su desgracia.

Y así pasaron los días,
se juntaron las semanas
después se compuso el tiempo,
y se escondieron las aguas.

Y aunque le parezca cuento,
aquél zaino malacara
l'hizo jareta al mal tiempo
y aguantó la época mala.

Pelechó... como un potrillo
se le enceraron las ancas
y hasta tuvo algún relincho
pa'compadriar sus agallas.

Y de puro agradecido
o por vicio de sus mañas...
de contento el pobre flete,
sin faltar una mañana,
se llegaba a la portera
pa'darme su saludada.

Cosas que tiene la vida
que a veces hay que contarlas...
¡Me jugué por un amigo,
y Dios me hizo la gauchada!...