Pialé sonidos del viento
pa'milonguear de regreso,
y aunque aflojando los güesos
más que firme el sentimiento.
Rienda suelta el pensamiento
le viá dar en la ocasión,
entre la luz del fogón
y el resplandor del lucero,
me verá de cuerpo entero
reflejao en mi canción.
Yo soy pa'las vizcacheras
el verde intenso raleao,
y pa'l criollo conchabao
soy la faja de arpillera,
soy la aldaba de tranquera
hecha en cadena con gancho,
soy el horcón de los ranchos
y de ello estoy orgulloso,
y soy el palo lustroso
ande se racan las chanchos.
Soy lonja de cuero crudo
dispuesta en cualquier apronte,
soy tala viejo del monte
de copa grande y raizudo,
soy la cueva del peludo
entre ráise entreverada,
y en una olla tiznada
yo soy ese guiso macho
y unto sin sal pa'l empacho
de la última carneada.
Soy el viejo caronero,
el palenque de caldén,
soy paragolpe del trén
por vigornia del herrero.
Soy ese fierro crotero
pa'un churrasco chamuscao,
y soy el poncho encerao
aguantando el temporal,
y en la espera de un mensual
soy aquel cigarro armao.
Soy corral de palo a pique
seguro, como ninguno,
son las cosas que reúno
pa'que el criollo las mastique,
soy bravura del cacique,
soy del nutriero la trampa,
el viejo mate de guampa,
soy tañido del cencerro,
el alma de Martín Fierro,
soy la esencia de la pampa.