1-
Cuando el mundo se llenó
de gente y de poblaciones
y se encontraba a montones
y todo lo que Dios crió,
a perderse comenzó
el respeto entre las gentes
y los que eran más pudientes
de tuitos se aprovechaban
y mataban y robaban
hasta los mesmos parientes.
2-
Se habían dao a la bebida
y ya naides trabajaba
pura carreras y taba
y cosas de mala vida;
todo era farra corrida
y bailes y beberaje
y en aquél libertinaje
las hembras más copetudas
pasiaban cuasi desnudas
p'alborotar al machaje.
3-
No hacían caso del gobierno
todo eran regoluciones
y dentraban en malones
los indios que eran un infierno.
Enojao el Padre Eterno
no quizo más consentir
y determinó venir
a concluir con el fandango
y montao en un chimango
cayó al mundo sin sentir.
4-
¡¡Qué prendas traiba el Señor!!
es poco cuanto se diga:
poncho blanco de barriga
de vicuña, era un primor;
buen sombrero de castor,
borla de oro en el barbijo;
un calzoncillo prolijo
bordado por una beata
y nazarenas de plata
trabajadas por el hijo.
5-
Eso sí venía sin botas
al estilo correntino
porque dicen que el Divino
no aguantaba ni la ojota.
Cuentan los sabios de nota
y aprueba lo que les hablo
una pistola'e San Pablo
que dice que Dios no usó,
calzao dende que bailó
un malambo con el diablo.
6-
Se fue a casa de un paisano
allá por Colastiné,
de apelativo Noé,
que era de Dios como hermano;
hombre manso y buen cristiano
vivía decentemente
y a más como era prudente
entre rezos y vigilia,
había criao a la familia
muy buena y muy inocente.
7-
Ató el chimango al palenque,
le refaló el cojinillo
y en el cabo del cuchillo
Dios luego colgó el rebenque.
Salió Noé medio enclenque
porque ya era hombre de edad,
y con toda cortedad
invitó a Dios que pasase
y en un poyo se sentase
pa mayor comodidad.
8-
Cuando dentró Dios muy serio
se sentó sin decir nada
la familia atribulada
la bendición le pidió;
ahí nomás Dios se la dio
diciendo a Noé -sentate-
a escucharme preparate
pa lo que voy a decir
pero antes te via pedir
que te cebés unos mates.
9-
Dicho esto el Señor sacó
un naco y picó un cigarro
mientras la vieja en un jarro
un cimarrón le alcanzó;
ahí Noé se disculpó
de que la yerba era fiera
mistura de misionera
con yerbita "de por ahi"
porque la del Paraguay
no había quien la trujera.
10-
Después que el Señor mateó
hasta quedar satisfecho,
pitó, se compuso el pecho
y a hablar así comenzó:
"Cuando el mundo fundé yo
lo hice por el bien del hombre
por eso naides se asombre
de que aura lo mande al fondo
pues se ha vuelto un batifondo
de esos que no tienen nombre!"
11-
"Ya no tienen compostura
han olvidao sus deberes
tuitos, hombres y mujeres
tendrán su muerte segura;
no habrá perdón ni blandura
pa naides en la ocasión
pues vendrá una inundación
que cubra todas las tierras
y ni en la punta'e las sierras
van a encontrar salvación...!"
12-
Cuentan que en tal ocasión
aunque era un día sereno
se oyó retumbar un trueno
como tiro de cañón;
se estremeció el cañadón
al volar de la bandada
y el chimango una sentada
pegó, cortando el cabresto
y el campo agarró muy presto
como un alma condenada.
13-
Todos llenos de temor,
se arrodillaron, Noé
contestó al punto: hagasé
la voluntad del Señor.
"Por vos no guardo rencor
porque has sabido cumplir,
te salvarás de morir
junto con toda tu gente
pero tené muy presente
lo que te voy a decir:"
14-
"Empezá a juntar madera
preparándola en tablones
y fabricá unos galpones
en forma de ballenera;
engrasala bien de afuera
pa que te pueda durar
pues vas a tener que andar
mucho tiempo navegando
después sabrás hasta cuando
pues yo te lo he de avisar".
15-
"Después en ese galpón
vas a encerrar un casal
de todito el animal
que hallés en la creación;
y con ellos en montón
te guarecés vos también;
en ese entonces ricién
va a comenzar lo más gordo
y a naides subas a bordo
por más plata que te den!"
16-
Dicho esto el Señor salió
mas como quedó de a pie,
un caballo pangaré
el paisano le emprestó;
de un brinco se le sentó
ansina nomás en pelo,
le pegó un chirlo y el vuelo
remontó pa'l infinito
hasta que de chiquitito
ya no se vio desde el cielo.
17-
Después que esto sucedió
salió don Noé pa'l monte
pa hacer todito el apronte
de lo que Dios le ordenó.
La familia le ayudó
a juntar los animales
pero estaban tan baguales
por los montes y los cerros
que ni con bolas ni perros
podían juntar casales.
18-
Pero con fe trabajaban
porque era su salvación
y poco a poco un montón
de animalitos juntaban;
por delante los echaban
arreándolos despacito,
les hacían corralito
pa que no se le cortasen
y a los galpones dentrasen
mansejones y al tranquito.
19-
Cayeron tuitas las fieras
y animales y serpientes
y mil clases diferentes
de bichos y aves caseras;
palomitas mensajeras
también por ahí consiguió
y con esto la acertó
pues cuando aislados quedaron
por ellos se anoticiaron
que Dios no los olvidó.
20-
Cuando todo estuvo listo
conmenzó el tiempo a ñublarse
y enseguida a descargarse
un aguacero ¡Por Cristo!
Nunca naides había visto
tales enormes vertientes
ande perecía la gente
en tamañas agonías
pues llovió cuarenta días
con sus noches consiguientes...!
21-
Las lagunas desbordaron
quedando todo anegao
y las aguas del Salao
la pampa entera taparon;
hasta la sierra treparon
los mares alborotados,
agua y cielo en todos lados
y en ese abismo profundo
quedó sepultao el mundo
por castigo a sus pecados!
22-
Una triste soledá
el corazón encogía
por todos laos se extendía
como una fatalidá.
Ahí quedó la humanidá
por sus crímenes perdida
allí pagó con su vida
el hombre su gran delito
y en esa mar ahugó el grito
de una raza maldecida!
23-
Poco a poco y despacito
las aguas fueron bajando
mientras seguían navegando
el barco muy serenito,
rempujao por el vientito
que del poniente soplaba
pero Noé desconfiaba:
con tantos días de embarque
se le había concluido el charque
y el consuelo no llegaba.
24-
Andando así tristemente
sin divisar ni un islote
iba a flor de camalote
y a favor de la corriente;
pensando en su Dios ausente
seguía la caravana
hasta que en una mañana
Noé advirtió almirao
que'l lanchón había varado
en la Sierra'e la Ventana.
25-
Corrió y se trepó al altillo
y como a eso de la siesta
pudo divisar la cresta
de los Montes del Tordillo.
Se armó un gran batiburrillo
de alegría y de impaciencia
y pa'hacer una experiencia
por la ventana del rancho
largó a volar un carancho
que no volvió a la querencia.
26-
Si el pájaro no volvió
sería porque a la cuenta
encontró alguna osamenta
que a devorar se asentó;
viendo esto Noé largó
la paloma mensajera
que como al volver trajera
en el pico una ramita
era señal que cerquita
la paz del mundo estuviera!
27-
Y así fue; al tercer día
las sierras y las lomadas
se encontraban destapadas
del agua que las cubría;
entre las nubes lucía,
el arco iris sus colores
señal de que los rigores
de Dios se habían aplacado
y quedaba terminado
el castigo y sus horrores...
28-
Entonces Noé pensó
en comenzar la descarga
cuando en una nube larga
Tata Dios apareció.
Ahí nomás les ordenó
de que ya podían salir
y buscarse ande vivir
y comenzar a hacer cría
que el mundo se poblaría
nuevamente y sin sentir.
29-
Y al abrirse la tranquera
salió aquél enorme enjambre
de animales muertos de hambre
que agarraron campo ajuera.
Cada cual su madriguera
buscó ande más le convino
conforme con el destino
que al tiempo de irlos largando
a todos le fue marcando
el Santo Poder Divino.
30-
Cuando ya todos salieron
Dios a Noé llamó aparte
diciendo: "Tengo que hablarte"
y hacia un costado se fueron.
Cuando solos estuvieron
dijo: "Tené por sabido
que estoy medio arrepentido
de todo lo que ha pasado
por demás me he calentado
y la mano se me ha ido..."
31-
"Pero tal vez la lición
sirva luego de provecho
¡Qué diablos, a lo hecho, pecho!
y siga la procesión!
Lo que sí en otra ocasión
podés tranquilo vivir
que no los he de fundir
con semejante castigo
y el arco iris es testigo
de que eso sabré cumplir."
32-
Mirando Dios a la gente
y hacienda desparramarse
comenzó como a alegrarse
y sonreir mansamente;
don Noé di un derrepente
juntó leña y prendió fuego
rastrió en el campo y muy luego
volvió y en un momentito
ensartao en un palito
se puso a asar un borrego.
33-
Cuando la carne se asó
lo invitó a Dios a almorzar
este no pudo aceptar
aunque mucho le rogó.
"Comé vos nomás que yo
voy a seguir mi camino
a más aunque no soy fino
la carne no puedo ver
y también has de saber
que nunca como sin vino."
34-
Con semejante argumento
el hombre ya no porfió
y al asao se prendió
con las ansias de un hambriento.
El solito en un momento
se comió todo y la gente
dice que hasta los parientes
allí quedaron mirando
hasta que salió eructando
y escarbándose los dientes.
35-
Después que el Señor marchó
como era día de fiesta,
por si se echaba una siesta
Noé a la sombra se acostó;
el hombre se desveló
cavilando en su destino
y triste porque el Divino
se había ido sin comer
cuasi más por no tener
de ande conseguir el vino.
36-
Ansí que con todo afán
cuando empezó a trabajar
fue apurarse a encargar
unas parras de San Juan.
Que ansí como lienzo'e pan
su vino siempre tendría
si en otra ocasión volvía
el Señor a visitarlo
teniendo cómo obserquiarlo
sin almorzar no se iría.
37-
De ahí a las pocas semanas
juntó uva en abundancia
y en un galpón de la Estancia
hizo un vino soberano!
Aunque no era muy baqueano
don Noé en industrias de esas
en unas como represas
se dio maña en trabajar
y siempre llegó a juntar
cerca de dos bordalesas.
38-
Cuando el vino se asentó
se fue don Noé a probarlo
y dentrando a saborearlo
muy del todo le gustó.
Cinco cuartos se mandó
al buche sin atorarse
y al fin de tanto empinarse
cazó tamaño peludo
que se puso tartamudo
y le dió por desnudarse.
39-
Cuando menos lo alvirtieron
salió a correr unos chanchos
hasta que al fin, de unos ranchos,
unas mujeres lo vieron;
a los hijos les dijeron
lo que el viejo andaba haciendo
y ellos salieron corriendo
al tiempo ya que su padre
al rancho de una comadre
en cueros se iba metiendo!
40-
El mayor, más animoso
como pa disimular
"Vea tata, se va a resfriar",
le dijo muy respetuoso;
se puso el viejo furioso
lo que se vido estorbao
y rejuntando apurao
de adobe unos pedazos
los agarró a cascotazos
hasta quedarse cansao...
41-
Dispués, pasaron los años,
el mundo volvió a poblarse
y en todos laos a fundarse
pueblos con nombres extraños;
aumentaron los rebaños
que eran una bendición.
Noé dende esa ocasión
ya no tomó, ni consejos!
hasta que murió de viejo
allá por Sanborombón!
(Tomado del libro: "Leyendas del Río Salado" de Carlos Moncault)
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(Publico este verso a la memoria del Dr. Raúl Héctor "Rolo" Mejía y con agradecimiento al Dr. Armando Deferrari)