(Pintura: "La mujer del preso" por Palliere)
Hermano con que motivo
pongo en tus manos esta carta,
de mi cosecha la cuarta
que en este tiempo te escribo.
Sabes del amor cautivo
que guardo en mi corazón
y apelando a esa razón
quiero hablarte sin engaños:
hoy que se cumplen dos años
que estás metido en prisión.
Primero, como si fuera
una flor para tu reja,
llegue el beso de la vieja
que eternamente te espera.
Sufre tu ausencia y venera
que Dios le brinde la suerte
De ponerse pronto fuerte
porque a sus años preciso
que un doctor le de permiso
para poder ir a verte.
Y ya te paso a contar
que Rosaura tu mimosa
está tan grande y hermosa
que en el pago da que hablar.
Luisito empezó a estudiar
con tanto orgullo y amor,
es que ha jurao por su honor
que cuando salgas de preso
él va a esperar tu regreso
recibido de doctor.
Vieras el cuzco, tu sombra
que de mi lao no se aleja
como para las orejas
si en la casa se te nombra.
Y a mas de un presente asombra
si con marcada intencion
le pregunto: “¿y el patrón?”,
él sale de rabo alsao
a hecharse junto al recao
que siempre esta en el galpón.
Y aquél potrillo "Tormenta"
que dejaste redomón
lo terminó Don Zenón,
que bien conocés sus mentas.
Asi que evitá la cuenta,
pues la cifra se da sola
y a mí que de carambola,
me gusta andar bien montao,
te lo tengo a mi cuidao
redondo como una bola.
Tu recado dominguero
luce también mi cuidao
junto a los ocho gateaos
que no caben en el cuero.
Ni que hablar del rancho entero
que aunque decirlo no debo,
en varias tardes sin cebo,
dale barro y pasto fino
con la ayuda de un vecino
lo hemos dejao como nuevo.
Tu rastra y el tirador,
también los tengo conmigo
y están en casa al abrigo
de mi protección mayor.
No el facón que fue el autor
de tu más negro traspié,
con el del muerto a la vez,
según dijo el comisario,
están sujeto al sumario
por orden del propio juez.
Y ya que he soltado el lazo
pa´tu gobierno te digo
que un abogao muy amigo
se ha hecho cargo'e tu caso
y que al rastrearle los pasos
al finao, le halló el doctor,
otro baruyo anterior
que defina su calaña
y que usándolo con mañas
van a hablar en tu favor.
Ya ves que de cosas buenas
para escribirte me valgo
y espero que sirvan de algo
para aliviar tu condena.
Cuando mas se hurga una pena,
la pena mas nos rebalsa
y a veces aunque lo ensalza
la vida a aquél que trajina
le suele poner espinas
pa´ ver las botas que calza.
Por eso tengo el deber,
aunque por ahí te incomodo,
de hablarte en nombre de todos
de Angelita, tu mujer...
Yo se que su proceder
fue la causa de este asunto
y que hubo llegao al punto
su acción que al final nos deja
un hombre bueno entre rejas
y otro en tierra de difuntos.
Es que somos los mortales
tan difícil de entender...
¡Cómo podemos querer
y odiar en formas iguales!
acarreando nuestros males
a quien mas se suele amar
y luego al reflexionar
sobre el error cometido
lloramos arrepentidos
sin poderlo remediar.
Pero hay otros que concientes
del dolor ocacionao
dejando el pudor de lao
se yerguen como valientes
y parado frente a frente
del ser que se mansilló
su pecho abierto ofreció
para pagar enseguida
si es preciso con la vida,
el paso en falso que dió.
Hermano puedo jurarte
que tu esposa es una de esas
que con valor y entereza
quiere su deuda pagarte.
Por eso es que quise hablarte
sin meterme a redentor
pero sabé por favor
que esa mujer a lo hombre
vive lavando tu nombre
con su sangre y su sudor.
Con músculo de titán
a la mancera se aferra
haciendo harina la tierra
con la reja de su afán.
Abunda en su casa el pan
que amasa con devoción
reluce cada rincón
de la casa y tus pichones
parecen dos charabones
bajo el calor de su olor.
Cada peso que ha forjao
con el yunque de su mano
es el pago cotidiano
del campo que habías comprao.
Ingiere los alambraos
que protegen la majada,
afila en las madrugadas
las púas de las horquillas
cuando convierte en gavilla
la rubia avena cortada.
Tal vez te cause sorpresa
si la vieras de repente
Con una sombra en la frente,
mezcla de culpa y tristeza
pero muestra con fiereza
cuando su puño esgrimido
pone alerta al distraído
que ronda en forma risueña
como buscando hacer leña
del árbol que está caído.
Hermano quede mi abrazo
en esta carta sentida
que al llegar la despedida
se haga temblor en sus trazos.
Mientras se queda un pedazo
de mi alma en tu soledad
ruego al Dios de la bondad
para que logre su don
que la palabra "perdón",
corone tu libertad.
CRÉDITO
Hace 2 días
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