La Tacuarita

(Foto: Armando Enrique Kazimierski)

Era linda, iba a saltitos,
petisona y morenita,
por chicona y saltarina
le decían "La Tacuarita".

Su garganta, cuando hablaba
iba abriendo una cajita.
Duraznitos en los pechos,
en las trenzas, viboritas,
la cintura, un anillito,
y en los ojos, dos brasitas.
¡No había nadie que no hablara
de la gaucha tacuarita!

El malvón de aquella estancia,
pa'l infiel, agua bendita,
el poleo pa'l enfermo
y pa'l triste vidalita.
En verano el agua fresca,
en día'e lluvia, torta frita.
¡Era linda y era buena
la paisana tacuarita!
No tenía ni un cariño
porque a todos los quería.
Codiciada, mansa, linda,
florecía.

Le tiraron muchos piales,
le ofertaron muchas dichas,
la soñaron muchos peones
y el patrón "se le ofrecía",
pero a nadie daba el "quiero"
la gauchita...
"¡Vaya un hombre a creer en santas!"
el puestero me decía;
esa moza flor del pago,
tan formal, tan juiciosita,
nos dejó tanteando el aire
y se fue con los pruebistas.

"Acamparon esa noche
pa'seguir al otro día,
y a la estancia se llegaron
pa'comprar unas gallinas.
Yo no sé si no encontraron
o si fueron con malicia,
pero el caso fue, mi cumpa,
que por arte de mandinga
le miró las morisquetas
y se fue con el artista.
¡Vaya a creer uno en mujeres!
¡Si me habrá ofertao cositas!
La cuestión es que este cuerpo
empeñó hasta unas reliquias,
y resulta que prefiere
mojigangas de pruebista.
¡Nunca he visto, en sesenta años
una guacha más indigna
que ésa, don, que bautizamos
"tacuarita"!
¡La viá demandar mañana
pa'que me entregue mis pilchas!
...............................
La carreta ya irá lejos...
¡Adios, gaucha tacuarita!
Te gustó, te enamoraste,
mozo lindo, buen artista,
beso'e cruce, unas palabras:
"te espero esta nochecita"
y tu gaucho corazón
dando el "¡quiero!", tacuarita.

'Tas errao, viejito zonzo,
¡si ella hasta pudo ser tu hija!
No es chicharrón de vizcacha
tener seis de a diez encima.

Era linda, iba a saltitos,
petisona, morenita,
flor de estancia, dulce, buena,
eso fue la tacuarita,
que hizo nido en la carreta
pa'vivir con un pruebista.