Una tranquera abierta... Buena amiga
que convida al viajero cuando pasa;
para dar una tregua a su fatiga
basta seguir la güeya de esta casa.
Un fogón donde siempre aviva un leño:
una sonrisa pa'l recién yegado;
un catre limpio que repara el sueño,
un mate, una gayeta y güen asado.
Pasto pa'l mancarrón en un potrero
donde el abrojo no ha dejao'semiya,
y pa'que no trabaje el forastero:
hay un mensual que larga y luego ensiya.
Un porrón de giñebra... Sombra'e parra
pa'disfrutar así mejor la calma;
seis sones hecho amor en la guitarra
que invita siempre a poner el alma.
Y nunca hay plazo pa'la despedida:
-la voluntá es ley en cada caso-
y enyegando la hora'e la partida
se pone un "hasta siempre" en cada brazo.
Y si puedo doy todo lo que tengo
pa'procurar que todo sea halago.
¡Forastero!... Y ahora te prevengo:
¡En esta casa no se aceta un pago!...
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