(Dibujo: Rodolfo Muzzimezzi)
Yegó al boliche un domingo
un paisano forastero,
montando un picazo overo
bastante sudao el pingo.
Adentro estaba Machingo
discutiéndole al pulpero,
por cuestiones de unos cueros
que no daban la medida,
Pa’ pior de mala bebida
y bastante camorrero.
Le vino justo al dediyo
al preocupao bolichero,
la entrada del forastero
que saludó muy senciyo.
Pidió caña y cigarriyo
y se acodó al mostrador,
dijo: -"sírvale al señor
y que tome lo que guste;
y por plata no se asuste
responde mi tirador".
--"Yo nunca chupo de jeta
dijo machingo enojao",
y tantiando el envenao
hablaba con morisquetas.
-"¡Uste paisano sotreta!
nuez’quien pa hacerme tomar,
y va tener que canchar
así que vaya saliendo..."
mientras iba repitiendo
"nuez’ quien pa’ hacerme tomar!".
El forastero sonriendo
quería la cosa aplacar,
-"yo no e venido a peliar",
tranquilo le jue diciendo.
Mientras iba desvistiendo
Machingo el filoso acero,
le gritò juerte al pulpero:
-"¡ensiye y salga despacio,
y avísele a Don Ignacio
pa’ velarlo al forastero!".
Cansado por esa acción
hinchado como una esponja,
jue desatando la lonja
el hombre sin compasión.
Machingo dio un tropezón
hasta cerca del palenque,
porque estaba muy enclenque
del peludo que tenia
y desde lejos se oían
los chirlazos del rebenque.
Asegún cuenta el pulpero
que desde aqueya tenida,
se curó de la bebida
gracias aquél forastero.
Ni protesta por un cuero
aunque pierda en el descarte
y hoy anda por todas partes
predicando paz y amor
y le dijo al mostrador:
-"¡nunca mas!, punto y aparte".
LOS HERMANOS BALTAZAR
Hace 6 días
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