El pago se ha puesto triste,
el pago todo lloró,
el pago perdió al amigo
porque la muerte lo arrió.
El rancho se hizo tapera,
ya no titila el farol,
y una ventana cerrada,
donde ya no dentra el sol.
El yuyo se fue arrimando,
como pa' ver qué pasó.
Un caminito borrado,
de la cocina al galpón,
se asome de tanto en tanto,
como esperando al patrón.
De la tranquera hasta al fondo,
donde están los bebederos
se arrastra la soledad,
en las patitas de un perro.
Hay un molino chillón,
con más vueltas que el destino,
que seguro algún vecino,
de puro gaucho lo abrió.
Las cuerdas del alambrado,
aflojaron su cordaje,
como rindiendo homenaje,
a quien les diera cuidao.
Si hasta el monte se ha cerrao,
en un silencio profundo,
porque se fue don Segundo,
con su silbido cansao.
El rancho se hizo tapera,
ya no titila el farol,
y una ventana cerrada,
donde ya no dentra el sol.
El yuyo se fue arrimando,
como pa' ver qué pasó,
pero se fue don Segundo,
con su silbido tristón...
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