(Copiado de Carloslopezquilmes)
Mi amigo tiene un caballo
allá por Claromecó
y se lo cuida un paisano
que en fletes es sabedor.
Por entre dunas, mi amigo,
lo hace andar de escarciador
y por el paseo agrario
orillando el barrancón,
le pega unos galopitos
de puro fantaseador.
Si encaran por la arboleda,
allá en la forestación,
caballo y hombre iluminan
las cuevas que el sol dejó
y los dos que son solo uno
para un rumbo soñador,
van construyendo sus mundos,
sin penas y sin rencor;
seguros y protegidos
bajo los brazos de Dios.
Después de aspirar el viento
que de la costa subió,
se llegan para las casas
allá por Claromecó;
cada cual según su vida
va buscando su rincón;
minetras uno junto a un trago
alisa su corazón,
al otro allá en el potrero,
lo serena la oración.
Y entonces, junto a las llamas,
que le dan vida al fogón,
se iluminan las historias
del caballito andador...
sus andanzas de potrillo,
en qué paraje se crió,
y en qué arroyito sureño
se dio el primer chapuzón,
lo cuentan "Polo", mi amigo,
y Cristaldo el cuidador.
TIEMPOS FEOS
Hace 1 semana
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