sábado, 21 de noviembre de 2009

Romance para el velorio de Juan Sin Tierra


Ningún velorio tan triste
como el velorio de un viejo
velado en noche de Junio
sin mate amargo ni fuego...

Se hacen de plomo las horas,
se vuelve duro el silencio,
y arando apenas se mella
la llave del pensamiento...

¡Cómo se alarga la noche
cuando hay que velar un muerto
en rancho de palo a pique,
sin mate amargo ni fuego!


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