Cuando ruede a plena luz
y me pialen los tobillos,
he de arroyar los ovillos
que tuve en mi juventud,
cuando un bagual de la cruz
me haga besar la clinera;
cuando ya puerta ajuera
errando piales esté,
como un maula lloraré
recostao en la tranquera.
Cuando el patrón en enero
haye un potrillo abichao,
o algún vacuno empastao
encuentre en algún potrero;
cuando al ñandú más ligero
no le eche mis ñanduceras,
cuando llegue a una cuadrera
mal empilchao y de a pié;
como un maula lloraré
recostao en la tranquera.
Cuando tenga que charquear
un potro crudo ensiyao,
cuando me quede colgao
de los bastos al montar;
cuando no pueda enlazar
a nuestra usanza campera,
de las aspas a una ternera
con tres rollos de revés;
como un maula lloraré
recostao en la tranquera.
Cuando al bolcao de pabilo
ya no lo pueda trenzar,
ni en mi milonga arrancar
cifras, milongas o estilos;
cuando de plano o de filo
me machuquen la sesera,
cuando un borrego cualquiera
se burle de mi vejez;
como un maula lloraré
recostao en la tranquera.
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