Me gusta cantar y canto
aunque es poco lo que sé,
pero el corazón pondré
y a bordonear me adelanto.
Me gusta cantar y canto,
no importa que lo haga mal,
si yo se que cada cual
a su modo se defiende;
y a la guitarra la entiende
ni bien la empieza a templar.
Nunca me hice de rogar
cuando a cantar me han pedido,
y esto lo tengo aprendido
de lo que llevo de andar;
considero que cantar
del sentimiento es la esencia,
es del amor, en la ausencia,
remedio que alivia o cura;
y un pedazo de ternura
de quien nos dió la existencia.
Me gusta de cuando en cuando
enredarme en las bordonas,
¡más!, si mi alma anda tristona
o mi corazón penando;
yo me consuelo cantando
y cantando hallo la vida,
porque cantando uno olvida
aunque sea por un momento;
pesares que andan adentro
y andan buscando salida.
Hay algo que debo a Dios
y que nunca estará pagao,
y es la suerte que me ha dao
de ser así como soy.
Si hay que cantar, aquí estoy
sin decirles: "vale tanto",
aunque valga no se cuánto,
así juera una fortuna;
pues sin pretención ninguna
me gusta cantar y canto.
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