Viejo algarrobo, tu sombra
centenaria y bonachona
trae frescuras al alma
de distancias y de auroras.
Cuántas lunas y luceros
alumbraron tu silencio
cuantos recuerdos lejanos
te han arrimado los vientos
Algarrobo sos ejemplo
de firmeza y de ternura
si supieras como siento
tu infancia en tardes de lluvia.
Que suerte poder tenerte
junto a mi pecho y decirte
que si una esperanza muere,
entre tus ramas revive.
Algarrobo... sueño y luz,
destino de siembra nueva.
Refugio de las estrellas,
aliviador de las penas.
Pronto llegará el invierno,
yo vendré a buscar tu abrigo
y me quedaré en tus brazos
para cubrirme del frío.
Quiera Dios, viejo algarrobo
que a tu corazón de árbol
lleguen un dia mil rosas
a perfumarte los años.
Símbolo de “La Teresa”,
Viejo algarrobo entrerriano.
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