Tropiando

(Pintura: Carlos Montefusco)
Unos cencerros sonando
entrecortados, desparejos,
y una polvadera, lejos
despacio se va arrimando.
Una tropa va llegando
arriada por seis reseros,
son unos gauchos sureros
que vienen de "Los Cerrillos"
con cuatrocientos novillos
pa entrarlos en Mataderos.

Se ve que es gente gauchona
la que en ese viaje viene
pues fama de gauchos tiene
los que vienen de esa zona.
De bota e potro y llorona,
medio cortón el recao,
se ve que no han olvidao
llevar, saliendo con tropa
una muda o dos de ropa
y también poncho encerao.

Traen cada uno e' los peones
a cual mejor su tropilla
y el capataz, Julián Villa
trae una de redomones;
pero los más parejones
eran ocho coloraos
muy lindos amadrinaos
que traiba Serapio Rojas.
¡Hacía sonar la coscoja
el que tenía ensillao!

Pararon en "La Blanqueada"
que está en el camino real
y como tiene corral
echaron la novillada.
Después que estuvo encerrada
los hombres desensillaron,
a las tropillas echaron
en un potrero cerrao,
y los que traiban montao,
cerquita se revolcaron.

Al poco rato un paisano
tenía el fuego preparao
y el mate, bien "ensillao"
andaba de mano en mano.
Un viejo e bigote cano
ha ensartado un costillar,
temprano quiere cenar
y echarse un rato a dormir,
pues tiene pensao salir
nuevamente al aclarar.

Un paisanito, al pulpero,
la guitarra le pidió
y una milonga cantó
"floreao" por otro resero.
Pronto se armó el entrevero
con cantos y recitaos.
Otro mozo ha zapateao
un rato largo y no afloja
y el viejo que asa, se enoja
porque echa tierra al asao.

Arisquiándole al calor
sacó el asao el paisano
y todos "echaron mano"
pa cortar del asador.
En círculo, alrededor
clavan el diente, callados,
el viejo, más retirado,
se ve que no pierde el tino
y es parejazo pal vino
aunque come poco asado.

En el recao que han tendido
y con el poncho tapados
los hombres se han acostado
al rato de haber comido.
Sólo levantao se vido
al que le tocó rondar,
y su cigarro, al pitar,
en la noche se ve el fuego,
y a ese peón, otro, luego
lo ha vendio a revelar.

Los peones se han levantao
al primer canto del gallo
y antes de ensillar caballo
largo y parejo han "yerbiao".
Ya están todos preparaos
para salir nuevamente,
se acomoda bien la gente
cada cual en su lugar
ninguno se ha de estorbar,
ni entre ellos se hacen "puente".

Un novillo, en la tranquera
no se de qué se asustó,
el alambrado saltó
y disparó campo afuera.
Lo atropelló Juan Herrera
en un caballo picazo,
el novillo ligeraso
poco se vía en lo escuro,
pero Juan que era seguro
prontito le puso el lazo.

Rojas anduvo apurao
en la cabeza e'la hacienda
¡qué pingo de buena rienda
el que tenía montao!
Era uno e'los coloraos
que le menté anteriormente,
la hacienda en un derrepente
medio feo lo apuraba
y a poncho lo sujetaba,
¡Ah gaucho sobresaliente!

Y cuando el sol alumbraba
asomando atrás del monte
la tropa, en el horizonte,
apenas se divisaba.
Tiempo viejo que se acaba
corrido por el progreso,
pronto verán que por eso
si sale en tropa un resero
lo mirará el mundo entero
sin que él se inmute por eso.