(Foto: Aldo Sessa)
Luz del alba rumiando en los chiqueros
que mi comadre ordeña.
Sus manos sustanciosas amasan quesos
o golpean la tela el día entero
tejiendo peleros y jergones.
Mientras tanto los brazos de su hombre el hachero
rebotan en el monte
o se abren como leños
para abrazar los árboles tumbados.
Cuando al caer la tarde el horizonte
parta al sol de un hachazo
y llegue la sombra con sombrero al rancho
dos manos rozarán sus asperezas
al pasarle ella un mate junto al fuego
y temblando cansancio entre los puños
sin decirse palabra
dos sombras sabrán que se han hablado.
LOS HERMANOS BALTAZAR
Hace 6 días
1 comentario:
:) Gracias!
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