En el truco de la vida,
que es un partido a cien tantos,
tiene la güelta unos cuantos
esta vieja presumida.
Siempre andariega y metida,
es pa todo la primera,
y se hace la salamera
sólo pa sacar ventaja,
esta vieja, que trabaja
de adivina o curandera.
Inquieta, conversadora,
como cotorra amaestrada,
es como una puñalada
su palabra retadora.
Cuando el sol las cosas dora
y se refala en la tarde,
al más guapo hace cobarde
con un grito destemplao.
Mi suegra es traste arrumbao
que no encuentra quién lo guarde.
Tiene verruguiento el cuero,
lo mesmo que lomo 'e sapo,
y con su lengua de trapo
arma pronto un entrevero.
Anda sola, sin ladero,
y en cualquier trance apurao,
el atrevido ha probao
la daga que usa en la liga,
porque es mesmo que la ortiga
y como el ají zafao.
Si hay amores enredaos
los arregla, no sé cómo,
y pellizcándole el lomo
cura al muchacho empachao
Cabrestea enamorao,
el más lerdo pa'l amor,
porque lo azonza el rigor
con que lo apura el gualicho,
¡mi suegra pa esto es un bicho
bravo y atropellador!...
Servicial cuando se trata
de descubrir un secreto,
es señora de respeto
ande pueda sacar plata.
Si la incomodan, desata
la maldá qu'en su alma encierra,
me tiene con su hija en guerra,
y hasta me hace suponer,
qu'es el diablo hecho mujer
que anda de ocioso en la tierra.
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