(Pintura: "Moisesville" de Gaby Grobo)
Barriendo viene el camino
el viento que el polvo aventa
y desde lejos se menta
la fuerza del remolino;
chirria el eje del molino
y la rueda hace gambetas;
dan dos vueltas las paletas,
las repiten al revés,
y se oye de vez en vez
silbar a las martinetas.
Sacude de tanto en tanto
los sauces que amarillean,
sus hojas muertas gotean
con la blandura del llanto:
se siente un vago quebranto,
la angustia rompe su entube,
y a la garganta nos sube,
aumentando el desconcierto,
si el sol que parece muerto
se esconde tras una nube!
Queda algún nido de hornero
entre el ramaje desnudo
aguantando el soplo rudo
y seguidor del pampero;
se hamacará con el fiero
sacudir, allí en su horqueta,
y se me hace a mí, poeta,
al ver que nunca lo saca
¡un gaucho como una estaca
que jinetease un sotreta!
Aunque el alma como fierro
tenga el hombre más fortacho
siente, si no es muy muchacho,
como el frío aullar de un perro:
el Destino su cencerro
deja oir hasta el más feliz,
que la vida es un desliz,
sin un posible retoño
¡y tiene también su otoño
como esta tarde gris!
TIEMPOS FEOS
Hace 1 semana
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