Quisiera ser quien te olvida
como una cosa cualquiera,
sintiendo de esa manera
de que deshago una vida.
En mi garganta se anida
el perfume de tu pelo,
veo agitar tu pañuelo
en forma de desengaño,
con el viento de mis años
se irá esfumando tu anhelo.
Quisiera echarte al olvido
pero es cuestión espinosa,
sos como pilcha lujosa
de mi corazón querido.
Corazón, que ha recorrido
como una estrella encendida,
iluminando la vida,
del cielo de tu vivir
y te tengo que decir
que mi alma nunca te olvida.
Quisiera echarte al olvido
y estar el día de mañana,
en la milonga pampeana
que está temblando de frío.
Mi recuerdo, en un silbido,
irá junto a tu vivir;
compartiré tu sufrir
cuando ¡jué pucha! pudiera
recostao en la tranquera...
cuando tengas que partir.
Quisiera echarte al olvido
aunque me sienta penar;
tengo tanto para amar,
que es más fuerte que el olvido.
Nuestras almas que han perdido
el sueño grande de ayer,
dos sueñazos que a mi ver
como último trono han sido,
quisiera echarte al olvido
y no te quiero perder.
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