domingo, 5 de junio de 2011

El mate retobao


Tengo un mate retobao
con un buche de ñandú
de los que andan por el sud
que yo mesmo lo he voliao.
Sencillito y bien curao
por la consecuente usanza
el que guste con confianza
puede a mi rancho llegar:
y en él le haré saborear
un lindo verde esperanza.

Es el lujo e mi cocina
y como tanto lo quiero
lo vigilo con esmero
porque no se ruempa ansina
cuando me alcanza la china
alguno de tardecita
lo chupeteo y la espumita
hace a mi vista alegrar
porque le hace recordar
de los campos la lomita.

Ni bien puntea la mañana
ya lo hace trotar mi china.
De mi cuarto a la cocina
como potranca liviana;
lo cimarroneo con gana
de seguir hasta pasao
la china se habrá cansao
pero el mate qué esperanza
sigue siempre con la panza
ni un punto se le ha bajao.

¡Lindo de noche guitarreo
pa no perder la costumbre
prefiero más que la lumbre
un verde para recreo
y así saciando el deseo
de matero y payador,
la yerba le da frescor
a mi robusta garganta,
dándole armonía tanta
como la del ruiseñor.