lunes, 13 de diciembre de 2010

Vieja guitarra


Triste y vieja mi guitarra
que olvidada en el alero,
solamente la polilla
va dejando el armazon.
Y al romperse en astillitas
bajo el peso de los años,
va marchándose con ella
nuestra vieja,
nuestra gaucha tradición.

Ya bajo la sombra de verde enramada,
no baila el gauchaje cuando con tu son,
ponías alegrías en las reuniones,
cuando en tus bordonas sono un pericón.

Hoy no cruzas la llanura,
a la espalda del paisano
que te llevó cual reliquia
de reunión en reunión,
para hacer vibrar tus cuerdas
en yerras y pulperías
y cantar con tus acordes
los paisanos
en las ruedas del fogón.

Ya nadie te templa con trémula mano
los dedos no corren por tu diapasón.
Hoy todas tus notas apaga el olvido,
que cubre tus restos con negro crespón.

Ahura como ya estás vieja,
achacosa y carcomida,
cada trozo que se rompe
se clava en mi corazón.
Y me causa inmensa pena
pues comprendo que al quebrarte,
se va el mejor exponente
de una raza
que fue toda tradición.

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