Hila solita las horas
largas de sus ochenta años
como para unir las hebras
del presente y del pasado.
Al hilo de su memoria
lo recobra con las manos
cuando hace girar la puisca
torciendo el cadejo blanco.
A la sombra del sombrero
sus ojos van cavilando
el hilo que entre los dedos
la sangre le va llevando.
Su acullico, lo que piensa,
se le hace un vocabulario
que hacia adentro le deshoja
verdores de trago en trago.
Los Valles... Sus mocedades...
los hijos... el hombre!... Andando
para atrás como el cangrejo
espulga todo el hilado.
Ay, hilito de la vida
como la baba del diablo,
no te cortes mientras haiga
lanita para ir hilando!
1 comentario:
Para Usté, Gaucho, este tema de Dávalos que aprendemos a desandar juntos
http://www.youtube.com/watch?v=RvV7rY_c2lQ
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