(Foto: Eduardo Amorim)
Solo, al verte jubilao,
estás sin tu compañera
que jue siempre la estribera
viviendo a vos abrazao.
En la vitrina o colgao
-según grado de importancia-
en un museo o la estancia
te ha guardado algún paisano,
porque sumó al artesano
que se supo dar prestancia.
¡Qué lujos se dio el platero
filigranando a buril!
ya de frente o de perfil
dende'l tiempo del brasero,
En suela, el talabartero,
se lució en las iniciales
¡y qué trabajos manuales!
cuando de aspa se te hizo
cosas que yo sintetizo:
en joyas artesanales.
De fierro y algún metal
creaciones en el primero
a veces, de aquél herrero
dando vida'l material.
Pero el indio jue genial
porque con poco se ideó
lo que luego el gaucho usó
como juera el de pichico,
simple, livianito y chico
y "pampa" se lo yamó.
Con cuero doblao también
estribando ansí con eso
que hizo el trabajo del güeso
a dos dedos y muy bien.
De cajón, que no se ven,
de madera y bien labraos
los "tromp 'e chancho" yamaos,
por último los pateros,
que'n la mano de sogueros
terminaban retobaos.
¡Y qué hermosa tu función!
que's ayudar a subir
y al apiarse, permitir
evitarse un revolcón.
Además ¡qué sensación!
de estar sereno y altivo
cuando montao, yo percibo
que de verme'n un apuro,
ayí me siento seguro
usando bien el estribo.
Al no poderte alcanzar
en un tronco o alambrao
atracan al ensiyao
muchas veces pa' montar;
pero hay quien te suele usar
como número tercero
y te guarda bajo el cuero
pa' que naides vea la treta,
escondiendo tu silueta
porque no sos del apero....
A mí me gusta estribar
cuasi, cuasi con la punta,
y bien pareja la yunta
cuando termino 'e cinchar.
Y ya pronto pa' montar
es ayí cuando recibo
ese beso sugestivo
que a diario me da mi "amada"
tras la última chupada
del amargo del estribo.
TIEMPOS FEOS
Hace 1 semana
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