-"Mire paisano... lamento
tener que cáirle de punta,
haciéndole una pregunta
con algo de atrevimiento".
-" No cuñao, cualquier momento
pa' mi es oportuno y bueno,
y suelte el rollo sereno
preguntando a voluntá,
que pa´decir la verdá
mi boca no tiene freno".
-"Usted me da una alegría
con su trato tan cordial
y un hombre así liberal
casi encontrar no creía
por eso me agradaría
que con la misma manera
me informara o me dijera
hablando aquí mano a mano
a quién le compró ese ruano
que tiene ensillao afuera".
-"Mi aparcero, en la ocasión
pa' que escuche y no se olvide
el dato que usted me pide
va a dir de un solo tirón.
Y ese ruano tan gauchón
que a mí me vido ensillao
al fin de agosto pasao
cayo a las casas perdido,
medio despiao, muy sumido
y hasta la cruz de embarrao...
...Lo eché al campo, y como al mes
se me dió por ensillarlo,
y ahí pude ver al tantiarlo
que era pingo sin revés.
Ya bien compuesto después
como algo me desempeño,
puse todito mi empeño
en lucirlo acomodao,
pa que me lo halle arreglao
si un día aparece el dueño".
-"Yo que nunca me desvió
de la razón, ni jugando,
aquí amigo conversando
le diré que el ruano es mío.
Se fue una noche de frío
que amagaba una tormenta,
y de esa fecha en mi cuenta
le presagié igual destino
¡al ver en cualquier camino
blanquiando alguna osamenta!".
-"No hay nada que hablar paisano;
el flete, sin discusión,
está a su disposición
y ansina vuelve a su mano".
-"Es que al ver tan lindo al ruano
hasta un sueño me parece,
y como en mi alma florece
la dicha que aquí acorralo
tengaló... ¡se lo regalo!
porque usté se lo merece".
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