-Como matungo cansao
se está quedando el amargo.
-Güeno, viejo, hágase cargo
lo que lo hemos galopiao.
-Cómo tres horas cuñao,
que le estamos atracando.
-Güeno váyalo volcando
pa’ echarle otra cebadura
y eche al juego esas achuras
pa’ que se vayan dorando.
-Pucha me ganó el lao flaco
yo ya iba a ensillar mi ruano.
-Entuavía es muy temprano.
Hay tiempo, viejo Ciriaco.
-Es que no tengo tabaco
en la chuspa ni un poquito.
-Güeno, yo de un galopito
voy a comprarle al pulpero.
-Pero traiga brasilero
de ese que viene en rollitos.
No vaya a usté a entretenerse
si está sola la pulpera
cha, viejo, es como sotera
de papada por lo juerte.
-De ande yerba, no echo suerte
ni con tabas arregladas.
-Quiere esconder la nidada
como hacen los teru-teros,
o zorro que lleva un cuero
sin sentirlo la perrada!
Y diga, de ande ha sacao
ese oscuro tan bonito?
-Se lo compré a un paisanito
en el Cerro Colorao.
-Y lo de haber pichinchao
al pobre mozo, de juro.
-Es cierto, andaba en apuros
sin plata y en pago ajeno.
-Y usté conoció el terreno
y le negoció el oscuro!!
Pero con tanto charlar
ya se olvidó del tabaco.
-Es cierto, viejo Ciriaco,
gracias que m’hizo acordar.
-Pero aura es mejor marchar
porque ya se nos va el día.
-Y cuando las “Tres Marías”
quieren salir de su encierro
ya sentiremos los perros
ladrando en las rancherías.
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