(Pintura: Carlos Montefusco)Aburrido el día dispara
muy lento y muy perezoso,
porque al despertar lluvioso
el sol ni asomó la cara.
Y como nadie lo para
ni nadie le pone freno
sopla el viento a pulmón lleno
doblando al sauzal tranquilo,
y en ancas de un refucilo
va el cañonazo de un trueno.
En la cocina, el puestero,
-con su familia reunido-
paciente y entretenido
está macetiando un cuero.
Su mujer, con mucho esmero,
con paciencia y sin rigores,
al conocer los valores
que transmiten el saber
les está enseñando a leer
a los tres chicos mayores.
Mientras que afuera, a porfía,
sigue fuerte el chaparrón,
adentro, desde el fogón,
se alzan chispas de alegría.
Un sapo que está de espía
se va de puro andariego,
y medio atracao al fuego
donde arde leña de "alcacio"
se va asando despacio
la media res de un borrego.
La gente está presintiendo
y se hace firme en la idea
que si el viento no cambea
le va a seguir sacudiendo.
Pero aunque siga lloviendo
no achica la animación,
porque en cualquier ocasión
para la gente argentina
siempre ha sido la cocina
punto central de reunión.
LOS HERMANOS BALTAZAR
Hace 6 días
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