La "Ranchera" con gomita
hace punta en mi recuerdo
y hubo'tra chica, me acuerdo
que ya ningún rancho habita.
Dende la primer velita
que se'ncendió a un cumpleañero
hasta la del candelero
o en la Iglesia, en el altar,
sin dejar de mencionar
las que prendía el funebrero.
Eya encendió los fogones
sea pa'matar el venao
o lo que había programao
pa'que'nyantaran los piones.
Le sirvió pa' los patrones
prendiéndoles el hogar
y el hábito de fumar
la tuvo en su primer plana,
y la jué de "mina ufana"
pa' los cuetes esplotar.
Cuando en una oscuridá
se perdía una chirola
con una raspada sola
briyaba su claridá.
Su enemiga, la humdá,
la volvía ineficiente
pero también hubo gente
que la usó pa' "manicura",
y pa' quemar la basura
que tiró algún ser sin mente.
Maldito viento enemigo
que no permitía prenderte
y un reparo había que hacerte
pa'que lograras abrigo.
Necesarias pa'l mendigo
pues el pucho y el fogón
imprescindibles le son
y a tu cuadrada figura,
le unías la preciosura
del color del pabeyón.
Aura sos caja grandota
y fosforito de palo
con un raspador muy malo
que arranca una palabrota.
Ya está claro que se nota
el avance del "yesquero",
pero yo, hoy te venero
porque juiste'n l'Argentina
¡la reina de la cocina!
y esto afirma un chacarero.
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