Abiertas las telas
en el alambrao,
las ofrece a todos
el santamariano:
- "¿Quién me compra un puyo
tejidito a mano?
¿O estas alforjitas
o esta poncho blanco?
También hay chalinas
de pelo i guanaco
y ponchos vallistas
y puyos serranos.
Tengo sobrepelos
suaves y livianos,
tengo sobrecamas
lindas pa regalo..."
Pero naide compra
y el santamariano
le dice a la Virgen
alfligido y manso.
Ella y los changuitos
allá se han quedao,
comiendo quesillos
guaschalocro y ankos...
He i ser nuestra suerte
morir trabajando,
lastimaos los ojos
llagadas las manos.
Hilando y tejiendo
redondito el año,
¡y a nuestros changuitos
sin con qué taparlos!...
- ¿Quién me compra un puyo
tejidito a mano?
¿O estas alforjitas,
o este poncho blanco?
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