(Dibujo: Rodolfo Ramos)
¡Me visitó la Virgen, gracias a Dios! Mi rancho
que se despluma y tiembla al paso de los vientos
y lo sacude un largo destino de tapera,
se me ha llenao de flores, de niños y de rezos.
Yo vivo pa'los negros misterios de la tierra
y a las alturas solo mi pensamiento elevo,
cuando desvelos hondos me embargan y procuro
estrellas o relámpagos pa'iluminar mi verso.
Cuando se jueron todos y me quedé con ella,
me puse pa'adorarla mi chiripá más nuevo
y viejo por afuera y por adentro niño,
la contemplé con todo mi proverbial respeto.
¡Qué linda estaba llena de celestial belleza!,
tan pura como el agua del manantial que tengo
pa'que en las noches bajen los astros a mi rancho
o apaguen en las sombras sus ansias los viajeros.
Por una herida vieja que la techumbre tiene
se derramó la luna pa'humedecerle el pelo
y pálida luciérnaga que floreció en la noche,
le puso en la diadema su pulsación de fuego.
Tu tela araña como tutela de crepúsculo
hilando luna y seda se descolgó del techo
y le tejió paciente, un manto a su pobreza
que asujetó a lo alto, horcones de silencio.
Cuando se jueron todos y me quedé con ella
me puse pa'almirarla el chiripá más nuevo,
y hoy tengo los altares del alma florecidos
y sin saber la causa, me siento más contento.
2 comentarios:
Hermosisimo
Muy bueno! Gracias!!!
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