Tengo una achura en el pecho
que le llaman corazón,
es como un cencerro gaucho
con un badajo cantor.
Cuando es linda la mañana
suena contenta su voz
y hasta se vuelta traviesa
como potro retozón.
Pero ocasiones ocurre
que el invierno es llovedor
y el cencerrito en la noche
tiene un acento tristón.
A veces como un vientito,
parecido a la ilusión,
viene y le arranque un sonido
y él cree que ha salido el sol.
Tengo que andarlo retando
pa hacerlo entrar en razón,
pero como es muy ladino
me gana la discusión.
¡Malaya si yo pudiera
dejarlo en algún rincón!
pero está dentro del pecho
y sin él: yo no soy yo.
TIEMPOS FEOS
Hace 1 semana
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