Ven a mis brazos, guitarra,
que tu acento me estremece;
porque en tus cuerdas florece
una leyenda bizarra.
El hoy casi historias narra
el eco de tu concierto,
parece que el tiempo muerto
en tu voz resucitara,
y que en tu caja dentrara
toda el alma del desierto.
A través de tu sonido
miro la mansa laguna,
donde la cante y la luna
su fulgor ha humedecido.
El noctámbulo graznido
oigo del ñacurutú,
veo correr al ñandú
por un paisaje sublime,
y escucho el viento que gime
en las ramas del ombú.
El horizonte salvaje
de la llanura infinita,
profundamente palpita
en tu lírico cordaje,
y si lleno de coraje
su vuelo armonioso toma
diviso al malón que asoma
por el virgen pajonal
y al indómito bagual
disparando por la loma.
En el llano y en la cuesta,
en el valle y la montaña;
alentaste en las campañas
de las más gloriosas gestas.
Fuiste canto de protesta
de mi raza en cautiverio;
por eso duró el imperio
de tu legendaria estampa,
eres reina de la pampa
y nube de su misterio.
LOS HERMANOS BALTAZAR
Hace 6 días
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