(Pintura: Campodónico)
Fué en los días aciagos de la patria,
cuando el gaucho, señor de las guerrillas,
por los llanos, el monte y las cuchillas
desparramó coraje de la raza.
"-Y vos, ¿qui hasés aquí temblando'e miedo?
¿n'oís el clarín que a degoyar nos manda?
¡Vamos hasé jarete en la patriada,
que si no dentrás pronto al entrevero,
como que soy el comandante Arveyo,
¡juro partirt'el corasón, por maula!"
"-¡No! si ya viá dir'haser mi dentradita;
si m'he quedao... no ha sido por flojura;
he domorao p'haserm'esta costura...
porque m'iba quedar sin ni una tripa".
Y alzando la bayeta enrojecida,
puso del comandante a la mirada,
con tientos del cabestro, ¡diez puntadas!
¡que cerraban dos cuartas de una herida!
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