Pedro y Juan eran hermanos,
de formas indefinidas;
podría decirse dos vidas
hechas con distintas manos;
con sus principios cristianos,
y cada uno a su manera,
comenzaron la carrera
en la cancha'e la existencia;
uno arrancó con pacencia,
el otro en forma ligera.
Pedro, después del colegio
le tomó amor al trabajo;
Juan también el mesmo atajo,
del que no hizo un privilegio;
Pedro gustó del arpegio
de un canto pa'su futuro,
que soñó un rumbo siguro...
Juan dimás dicharachero
dentró en lo bullanguero
a un jugarse menos duro.
Pedro pensó en alcanzar
un güen rancho pa'su gente!
Juan de sentir diferente,
la diversión a gastar;
Pedro en constante bregar
logró un campito y hacienda
pa'sus hijos y su prienda;
Juan, con otros aleteos,
saborió fiestas, paseos...
"sin que naide lo reprienda!".
Pedro en el segundo paso
dentró á hallar la placidez;
Juan, en cambio, al revéz,
vió el fantasma de un fracaso;
Pedro, a pesar del "retraso"
tuvo la oportunidá
de gozos, felicidá...
Juan sin juerzas y en bajada,
con la sombra de la nada
y las más cruda verdá...
Pedro salió siendo hormiga!
con pensar o sin pensar;
Juan chicharra pa'"pasar"
sin que "apure" la fatiga;
Pedro, que Dios lo bendiga!
construyó un sublime hogar,
tuvo dichas pa'cantar...
Juan al final de la cuenta,
debe aguantar la tormenta
que no sabe perdonar...
Pedro sí escuchó expresar;
"disfrutar la juventú!"
Juan también, con la virtú
de saberla aprovechar;
Pedro hoy no tiene que dar
más cuenta ni referencia
a su juez, que es su concencia...
Juan marchó más lejos, pero...
transpira en un entrevero
que marca la diferencia.
Y el resumen pa'l consejo
que se debe aprovechar:
aprenda el hombre a'vanzar
antes de sentirse viejo;
pa'l camino desparejo
los más jóvenes están...
Y deduzco que sabrán:
se ha de grabar en un cedro,
la vida simple de Pedro,
no la pícara de Juan...
El Rincón, 27-6-89.
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