-"¡Venga m'hijo!, arrímese
y échese sobre ese cuero,
avive un poco el brasero
que de mientras voy cebando,
vamos a ir desgranando
cosas del Cura Brochero.
"Usted ahora ve estos pueblo
con caminos asfaltaos,
con potreros bien cercaos,
con biógrafos, polecías,
boticas, confiterías,
y postes pa'l alumbrao.
"Siendo chica yo, las sierras
nos tenían ocultaos;
los pocos que habían cruzao
sin dejar ahí los huesos,
deslumbraos por el progreso
quedaron del otro lao.
"Vivíamos i'norantes
en medio de la pobreza,
rigoreos por la tristeza,
el hambre y la enfermedá
aunque alguna dignidá,
supo ser nuestra riqueza.
"Una güelta llegó un cura,
jovencito, ¡muy gauchito!;
había andao el bendito
tres días en un mular,
y dió gracias al llegar
al ovidao pueblito.
"Se hizo pobre entre los pobres,
serrano entre los serranos,
nos enseñó a ser cristianos
y se quedó cuarenta años,
orientando sus rebaños,
sus amigos, sus hermanos.
"¿Ve, ese macho mala cara
que va buscando pa'l cerro?
¿Vé el jinete con sombrero,
ese mozo bien montao?
¡Ese que me ha saludao...?
¡Ese es el Cura Brochero!
"El que acarrea esas vigas,
ese que tiene tonsura,
y un pañuelo en la cintura
pa'sujetar la sotana,
¡el que cincha con más gana!
bueno m'hijo, ¡ese es el cura!
"El que anda por levantar
una casa de Ejercicios,
para combatir los vicios
que cunden entre las gentes,
provocando enteramente
semejantes estropicios.
"¡No hubo almanaques ni leguas
que lo hagan hechar pa'trás,
ande lo hicieran llamar
llegaba en el mulo el Cura,
y entre charlas y cebadura
se sentaba a conversar.
"No había buenos ni malos,
sólo almas para salvar
y andando por el lugar
Santos Guallama "el matrero",
fue a verlo el señor Brochero...
¿de qué habrán sabido hablar?
"Un día de mucha escarcha
lo buscaron apurao,
en un ranchito alejao
un leproso lo llamaba
el pobre ya se cortaba,
quería irse sacramentao.
"-'¡Apure Señor Brochero,
el hombre es casi finao!;
y está medio julepiao
si usté le brinda consuelo,
él podrá entrar al cielo
con el morral aliviao'.
"-¡Ha llegao la creciente,
cuidesé, Señor Brochero,
que el río es muy traicionero
y la correntada es juerte...!
-"Voy a ganarle a la muerte,
tengo que llegar primero! ".
"Le pegó un guascazo al mulo
y al criador se encomendó,
de la cola se prendió
y a juerza de fe y coraje,
peliando contra el oleaje
a la otra orilla llegó.
"Así ese pobre leproso
que en vida había purgao,
hasta el último pecao,
murió en los brazos del cura,
cobijao en la ternura
que él nunca había probao.
"Rezándole a su purísima
se pasaba horas enteras,
pidiendo que protegiera
a sus queridos serranos,
llevándolos de la mano
pa'vivir de otra manera.
"Conocío de presidentes,
ministros, gobernadores,
científicos y dotores;
pero jué en la serranía
ande quedó su alegría
y cargó nuestros dolores.
"Hizo acequias y caminos,
para acercar los poblaos;
construyó diques y vados,
y también hizo esta escuela
donde terminó su abuela,
con honores, sexto grado.
"Pa'que cunda la esperanza
en éste valle olvidao,
enteramente entregao
vivía pidiendo rienda,
sin salirse de la senda
que Dios le había marcao.
"Después de tanto sufrir
ese veintiseis de enero,
se nos jué el Señor Brochero
de ésta su tierra querida,
ya había entregao la vida
ahora entregaba el cuero.
"¡A la pucha!, ¡qué regüelo
en el cielo se abrá armao!
-'¿Quién es ese que ha dentrao
en un mulo mala cara
y que a San Pedro lo encara
de sotana y emponchao?'
"-'¡Es el Cura de las sierras!,
-¡Tiene olor a peperina!'...
-Atendía en 'Altautina',
en 'Tránsito', 'Nono', 'Pocho'...
-¡Pobrecito viene chocho...
si abrá soportao espinas!
"Los ángeles aplaudiendo,
los santos tirando flores,
-'¡Es uno de los mejores!'
gritó alguno en un rincón,
porque tuvo el corazón
entreverao con los pobres".
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