Todos pidieron que cante,
y ahí nomás solté al camino
una tropilla de trinos
que marchaban p'adelante.
Como en esto soy constante
y el canto en mi pecho crece,
dejé como tantas veces
mi poncho pampa a un costao.
Hoy la fiesta ha terminao...
¡pero el poncho no aparece!
Aquél que llevó ese abrigo
sabiendo que no era el dueño,
no se enterará ni en sueños
que ese poncho era mi amigo;
él fue el único testigo
de mis dichas y reveses,
el pensarlo me enternece,
pero con eso... ¿qué gano?
Son todos buenos paisanos,
pero el poncho no aparece...
Fue justo en Semana Santa
que alguien me hizo la gauchada,
¡si parece una humorada
robarle un poncho al que canta!
Mi suerte no ha de ser tanta
p'hallar un poncho como ése,
¡me cobijó tantas veces
en noches de serenata!
Por hallarlo oferté plata,
pero el poncho no aparece...
¡Vieran qué pena que siento
por perder mi poncho pampa,
y por aquél que con trampa
me lastimó en un momento!
Pero, paisanos, no miento,
si el que lo tiene dijese:
"¿qué hago si el poncho aparece?"
y me explica los porqué,
¡Yo se lo regalaré...
pero el poncho no aparece!
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