"...guacho y gaucho me parecían lo mismo, porque entendía que ambas cosas significaban ser hijo de Dios, del campo y de uno mismo". (Don Segundo Sombra)
miércoles, 22 de septiembre de 2010
Hubo pago en el obraje
Corre el año treinta y nueve en un obraje del Chaco... Enero lo aviva al sol como apurando un churrasco y allí en el medio'el monte entre crujidos y hachazos, la gente distingue un ruido que no es común en el pago, es el ruido de un motor que está llegando a los saltos porque viene en la picada queriendo domar las huellas que le dejaron los carros.
El hachero que escuchó dejó amagado un hachazo y gritando de alegría se fue corriendo a los saltos porque ese ruido no es otro que el ruido claro del auto en el que llega el patrón con la plata del salario... por eso corren contentos, por eso van a esperarlo; todos quieren ser primeros en saber la hora del pago pa'dirse a lavar al rancho mientras tejen ilusiones y hacen planes pa'gastarlo...
-Yo voy a comprar ropa nueva. -No...Yo provista para rato. -Yo viá ver si llego al pueblo porque no fui en todo el año. Y otros entre truco y vino seguro han de liquidarlo.
Y así, entre la algarabía de prepararse pa'el pago, la gente olvida que un Dios les dio a todos un destino que es un camino marcao y que si alguno lo deja se ensume hasta las orejas en el charco del diablo... pero en eso naide piensa... y ya en el medio e'la siesta las guainas barren un patio le acomodan los asientos y cuelgan unos faroles pa'que sirva pa'la fiesta.
-Ya abrió la administración! -Gritó un hachero a la gente- y asomó un señor de lentes que le llaman "el contador", se escuda en un mostrador que encaja contra una puerta y allí pide las libretas pa'hacer la liquidación.
-A ver, Ramiro González... -¡Presente! -gritó un paisano que refregando sus manos se acerca hasta el mostrador. -Esto es lo que te sobró, son treinta y tres con noventa poné el dedo en el recibo aquí tenés tu libreta... y sí es que querés chupar pagá la caña al contado porque ya saben ustedes que para el chupi no hay cuenta.
-Ajá -le dijo González-, Traiga nomás esa caña Ya que es plata lo que suebra. Y se fue a esperar el baile Prendido de la botella.
Y así sigueron pasando los hacheros en cadena, cada hachero un eslabón cada eslabón una pena, penas que pronto olvidaron con esa caña que quema, porque todos se llevaron para el baile su botella...
Hasta que llegó la noche en aquel rancho de fiesta fiesta pobre del hachero que no sabe ni una letra y el que montao en sus sueños quiere escapar rienda suelta por el camino del vino hasta una vida más buena... Pero el vino es traicionero y lo aparta de esa huella él lo empuja desde adentro para que vuelva a la fiesta él lo invita que demuestre que es más hombre cualquiera, porque el vino manda fácil cuando el hombre es sin escuela.
Y así comienza la cosa, tal vez por una zoncera, empieza la discusión los ánimos se caldean y después de un empujón ya está lista de pelea.
Benítez quiso sacar a la novia de Cabrera y el novio en cuanto lo vio copó la banca en la fiesta.
-No chupe si es que no aguanta y conmigo no se meta no sea que lo planche de un cachetazo en la jeta.
Y ese fue todo el motivo que originó la tragedia. Benítez sacó el cuchillo, también lo sacó Cabrera.
Y al pobre viejo don Castro, cuando vino a separar, Benítez le erró un puntazo Que de darle lo bandea... Los cuchillos se encontraron se gatearon como fieras, Benítez perdió dos pasos que fue ganando Cabrera, se hicieron unos amagues como estudiando flaquezas, Benítez tanteó el destino dejando la guardia abierta y el otro que no era manco lo convirtió en osamenta.
...Y allí empezaron los gritos lamentaciones y quejas, el patrón vino corriendo se agarraba la cabeza y le echó mil maldiciones a los que hicieron la fiesta... Benitez era buen hachero y perderlo era una pena... el contador de los lentes que llegaba en camiseta, mirando dijo en voz alta sin reparo a que lo oyeran:
-Cuando nó, estos negros tapes no van a andar en pelea tienen plata y ya se chupan ¡más vale que ni nacieran!.
-No, mi amigo, no se pase que también es culpa nuestra -dijo el patrón en un tono como a callarlo sin seña. -Nosotros trajimos plata y vendemos ese vino que fue el que tomó Benítez y hecho sangre ahora chorrea.
Aunque de todas las culpas la mayor es la ignorancia de esta gente sin escuela, que se divierte a su modo ya que chupar es su fiesta.
No se divierten mejor porque nadie les enseña, lo mismo que el trabajar y ese vivir como bestias, o el de no saber firmar por no conocer las letras, fue por que nadie les dijo que en el pueblo hay una escuela, donde hay un director y tal vez una maestra, que ya hubieran evitado hace rato esta pelea, con esos dones de padres que brotan de su paciencia...
Pero ya no pudo hablar se hizo el duro a su manera y se corrió pa'lo oscuro disimulando su pena... Y en el medio de aquel patio como una muestra inservible de otro tipo de coraje se fue apagando Benítez tendido en un viejo catre...
La noche se hizo profunda, quedó en silencio el obraje, un hacha quedó sin dueño, un hijo quedó sin padre, y un cuzco pensó pa'dentro "si estaré solo en el rancho ya no hará falta que ladre".
Allí quedaba ese hachero personaje de una historia escrita en su propia sangre para carne de los chismes de las viejas del paraje o pa'que al llegar al pueblo en un cajón sin lustrarse la gente diga tristona "je...hubo pago en el obraje".
"Hay una hora de la tarde en que la llanura está por decir algo; nunca lo dice o tal vez lo dice infinitamente y no lo entendemos, o lo entendemos pero es intraducible como una música..." Jorge Luis Borges
"La pampa, señor, es como la serpiente..., lo magnetiza al hombre, lo encanta y lo adormece, y al fin se lo devora". (G.E. Hudson)
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Estancia "La Brava"
Pampa
Madre. Horizonte. Soledad. Llanura franca al sol que sólo sabe de tu curva...Cuna, sepulcro y sustento. Creadora del gaucho afirmativo, del caballo amigo de la distancia, del puma escondido y del chajá ascendente. Pretexto de vagabundas ansias de partir sin meta...¡Tú que das resignación al pequeño, empampado de infinito! Ricardo Güiraldes.
El hombre nacido en la pampa tiene todo el cielo y todas las estrellas que parece que se le vienen encima. Tiene las primeras luces del sol a la mañana y las últimas del anochecer. El horizonte es la primera abstracción para el hombre, ya que es una línea que se ve pero que no existe, porque en la medida que avanza, se aleja más. Nunca va a encontrar el horizonte, sin embargo está ahí. Entonces el canto de ese hombre es reflexivo, intimista, profundo, como asombrado por la grandeza de la inmensidad. (Suma Paz)
"La pampa con su mutismo imponente y su monotonía tan característicos, predisponían poco a la locuacidad. -'El campo es tan lindo, me decía cierta vez un gaucho, que no dan ganas de hablar" Leopoldo Lugones
Paisajes
Pareciera que se agacha la huella del horizonte, y uno se pierde en el monte hasta hallar una lomada. La tierra parece nada y en ella se afirma el hombre.
Presentación
De n'antes
De ranchos y taperas
Pa'la moza
Sucedidos
Oficios
Nuestros paisanos los indios
Cosas del campo
Baguales
Jenofonte dice que al andar a caballo se siente la necesidad de que a uno le crezcan alas... Así el caballo resulta no sólo maestro del músculo sino también del alma... El caballo educa, rige al hombre y le da una filosofía propia. La filosofía de un jinete es distinta a la de un caminador...En el caballo se aprende la vida. Sobre su cabeza nace la lejanía y entre sus cascos se fatiga la tierra. A todo el que va jinete en su caballo su soledad lo acompaña. (Eduardo Jorge Bosco). ..................................................................................
A un domador de caballos
"Cuatro elementos en guerra forman el caballo salvaje. Domar un potro es ordenar la fuerza y el peso y la medida: Es abatir la vertical del fuego y enaltecer la horizontal del agua: poner un freno al aire, dos alas a la tierra..." (Leopoldo Marechal)
Juiiira perro
Bichos de mi tierra
De chacota.
Canto con jundamento
Viva la Patria
Aquí me pongo a cantar
Cruz diablo
"He dicho muchas veces que aquí recibí mis primeras lecciones de abismo y de absoluto.
El cielo me las dió, me las dió la llanura abierta y desmesurada. (Olga Orozco).
Pero yo he vivido libre
y sin depender de naides
siempre he cruzao a los aires
como el pájaro sin nido,
cuanto sé lo he aprendido
porque me lo enseñó un "flaire".
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