Un silbo llevo jugando
entre mis labios helados,
es lindo silbar un rato
cuando se viene cansado.
Tranqueando voy por la huella
y si un penar se me enanca,
yo busco un silbo cualquiera
y sigo como si nada.
Se inquieta siempre el cristiano
cuando la fe se le acaba,
pero penar es probarse
y las fuerzas se le agrandan.
Pa descansar de la vida
tenemos tiempo mañana.
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