Arreando ensueños voy por la vida
rumbo a los pagos de la ilusión,
llevo cariños y desengaños,
llevo alegrías y sinsabor.
Cuando un ensueño quiere volverse
le pego el grito de: "¡Huella Buey!",
y sigue al trote, siempre adelante...
¡Yo soy tropero de buena ley!
Los desengaños, constantemente
son los más prontos para "puntiar"
mientras la dicha, siempre rebelde
para otros pagos quiere "rumbiar".
A veces salen por el camino
los perros flacos, como a morder,
pero mi tropa sigue la marcha,
si son ensueños... ¿qué van a hacer?
Por los caminos de la Esperanza
cruza el arreo... ¡Huella, Sobón!
¡Qué de ternuras se me han cansado!
¡Cuánta alegría ya se perdió!
¡Arreando ensueños, paso la vida
rumbo a los pagos de la ilusión!
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