Al tranco llegó a las casas
después que se puso el sol .
Igual que un cuero mojado
le pesaba el corazón.
Bajo la sombra del patio
despacio desensilló;
caminito de la aguada
su caballo se perdió.
Como de lejos el viento
iba acarriando un rumor,
de potreros y alamedas
misterios de la oración.
Bajo el candil de la luna
sacó tabaco y armó,
igual que un cuero mojado
le pesaba el corazón.
Se le había muerto el amigo,
un caballo lo apretó,
asuntos que siempre pasan
por esas pampas de Dios.
Para historias y mentiras
el velorio es ocasión;
pero el que siente en de veras
no tiene conversación.
Amargueando soledades
toda la noche pasó;
después el último viaje
del amigo acompañó.
Y después siempre callado
a su rancho enderezó
y a naides le importa nada
lo que por su alma pasó.
Recién al irse la luna
a su rancho se ganó..
Las cosas que cavilaba
tal vez que la sepa Dios.
Igual que un cuero mojado
le pesaba el corazón.
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