(Foto: Eduardo Amorim)
Mientras me deje el patrón
yo tendré pa’ mi consuelo
un pedacito de suelo
custodiao en un rincón;
lo cuido con gran pasión
del filo de las cuchiyas
que le han rondao las oriyas
como lanzas invadiendo;
es un clinudo remiendo
rodeao de siembras y triyas.
Por suerte a la rinconada
un gran talar la proteje,
un cardal demás hereje,
un bajo y una cañada;
ayí tengo la manada,
que’s mi gloria cuando voy,
por áhi, un grito les doy
pa’yarlos en las neblinas
y mojao hasta las clinas
se vienen donde yo estoy.
Ayí mi paz alborozo,
cuando en esa lejanía
encuentro el sol, cada día
que’l espíritu retozo,
y si un potriyo curioso
me vuelve a la realidá,
siento que’l campo me da
“resueyo” en ese momento,
y oigo en el silbar del viento
que gime la humanidá.
¡Oh pampa!, cuanto misterio
guarda la naturaleza
como si entre la maleza
germinara un cautiverio,
o acaso será el saumerio
del aroma que respiro,
por donde yega un suspiro
del pasao que me contagia
y va dejando una magia
en cada cosa que miro.
Confín, luz de amanecida,
donde la’rmonía conversa,
donde’l silencio da fuerza,
donde florece la vida;
áhi estás tierra querida,
pedazo de mi esistir:
si un día yegan a oir
que’ste cristiano se aleja,
será... porque’ntró la reja,
entonces... voy a partir!
CRÉDITO
Hace 2 días
1 comentario:
Pa bien de la libertad
de la cultura argentina
que en este sitio ilumina
la luz de la identidad
me nutro con la verdad
de esos hombres que caminan
enarbolando crispinas
estrofas de lucha y de paz
que siembran en la faz
de ésta tierra tan divina.-
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