jueves, 13 de abril de 2023


Acaricio el diapasón

y apenas mi voz levanto

ya en el vergel de mi canto

florece la tradición.

Mi canto no es un malón 

que viene a buscar pelea,

es la valiosa precea

que vislumbra entre el gauchaje

y enredao entre el cordaje

como un potro bellaquea.


Nació pal tiempo'e la trilla

cuando el sol que es un tesoro

cae como una lluvia de oro

marchitando la gramilla;

fue bautizao en la orilla

del río Quequén salao

y anduvo tras del arao

entre cuervos y gaviotas, 

desparramando las notas

que el viento le había enseñao.


Se abraza con la laguna,

con el junco y la totora

y el arrebol de la aurora

lo acoyara con la luna, 

el alfalfar fue su cuna, 

su almohada el pasto llorón

y tiene una condición

que no la tiene cualquiera

pues lleva la patria entera

metida en el corazón.


Dicen que es triste mi canto

pero esa no es la verdad

lo que tiene es seriedad

yo no le conozco el llanto; 

tal vez no le sobre encanto

pero es fiel a su manera

y si algún ritmo de afuera

pretende echarlo a un costao

morirá como un soldao

por defender la bandera.


 

1 comentario:

Anónimo dijo...

un saludo desde Nueva Zelanda paisano