A vos Morocho Barboza.
Tacataca el pingo moro,
tin tin el duro cencerro,
tan tan, las duras rodajas...
Y el camino polvoriento
se eleva en tirabuzones
de ardiente polvo hasta el cielo.
El sol cae sobre mis hombros
como un aliento de infierno
y entre yo y el horizonte
el río, lejos muy lejos
lleva sus frescos cantares
por largos senderos frescos.
Aquí, del codo p'arriba,
puse hace horas un tiento
con tres güeltas y tres ñudos
y aura no sé que se ha hecho...
ha de estar en ese tajo
que rodea el codo negro...
Y éste eterno taca taca
y el duro tan tan eterno
en este camino largo
bajo un polvo como juego.
En este brazo deforme
se me hace sentir que tengo
gravidez de cien cruceras
porque el brazo es un incendio.
Mentira la vencedura
el que vence es el veneno,
y la víbora ignorancia
que envenena nuestro tiempo.
Si hubiera trajiao mi brazo
y chupao bien el veneno,
y hubiera hundido el cuchillo
en el indio curandero
pa'ir salvando la ignorancia
de un mal tran criollo y tan viejo.
Mentira la "vencedura"
si yo me vengo muriendo
con éste ardor de rescoldo
quemante ardor de cien juegos.
Y esta fiebre y esta angustia
y en los ojos este peso.
Y este tajo sobre el codo
ande até temprano un tiento...
con tres güeltas y tres ñudos
pa que no pase el veneno.
Mentira la "vencedura"
maldito los curanderos
y la ignorancia maldita
como el duraznillo negro
que reverdece en la seca
y no muere en el invierno.
Taca taca, el pingo moro,
tan tan el duro cencerro,
tin tin mis grandes rodajas...
si no me apuro me muero
y si me apuro me caigo;
y el río lejos, tan lejos
que a veces el horizonte
le impide a mis ansias verlo.
Yo quiero llegar en antes
que me caiga sobre el seco
y polvoriento camino
bajo ese sol del infierno
con éste brazo encendido
en un fogón de veneno
y cien cruceras peliando
en grandes flores violetas
ande en antes hubo un tiento
que no ha desatao denguno
y ha de estar por áhi adentro...
atajando las cruceras
que no se corran pal cuero.
¡Qué lentas pasan las horas
cuando uno se está muriendo...!
No hay comentarios:
Publicar un comentario