Chiflando una tonada en las totoras
y peinando el sauzal, retoza el viento
rempujando las crespas marejadas
que entre esquilas de espumas van muriendo.
Como pa' hacer brillantes ñanduceras
están las tres Marías en el cielo.
Se ha fundido una estrella y cae su chorro
como lágrima en arco entre el estero.
No pica; con plomada o sin plomada,
de espinel o pateja, da los mismo.
Van hablando en temblor las correntadas
y se duerme la liña entre los dedos.
Hay plata en el zanjón, en las escamas,
en la ristra brillosa 'e los anzuelos,
en el cuchillo de cortar camadas,
y en esa "bola de uno" del lucero
que se ha ceñido al corazón arisco
pa' que levante luces en el pecho.
¡Qué tendrás pago, que te quiero tanto
con tus chajás, tus brujas y tus esteros,
con los vellones de tus garzas blancas,
con el pico plateao de tus boyeros,
con tus garcitas moras que se visten
en tus jacarandases y tus cielos,
con tus torcazas llenas de ceniza,
con Juan Soldao, el de la brasa al pecho;
¡qué tendrán tus calandrias que me llaman,
tus chororoses y tu tordo islero,
y tus viuditas tristes y esa chispa
que dió el fogón pa' la brasita 'e fuego,
y qué tendrás, que entre mis noches pasa
siempre un arisco cardenal ardiendo!
¡Esos son tus gualichos en mi amargo,
ésa es la brujería que me has hecho,
ése es el espinel que le has tendido
pa' prender en sus ganchos al Mielero!
Soy de tus islas un timbó cualquiera,
y en tus zanjones, curupí a los vientos;
sauce embrujado de cualquier barranca,
y un llanto colorado entre tus ceibos,
y soy, por una herencia de la suerte,
con mi lanza en la voz, sanjavielero.
¡Muchas gracias, patrona doña vida,
que me has hecho zorzal. Estoy contento!
TIEMPOS FEOS
Hace 1 semana
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