Rima versos, lira mía (Milonga)



Rima versos, lira mía
Jubilosos a montones
En inspiradas canciones
De virtuosa melodía,
Rima versos a porfía
Con encantos de florestas
Con armonías de orquestas
y arpegios jamás oídos
Que al embargar los sentidos
Vistan el alma de fiesta.

Recordar en esta hora
Se empeña el alma anelosa
A la de voz melodiosa
Dulce, bella y seductora,
A la matrona y señora,
Con cuyo acento divino,
El paisano peregrino
Hilvanando vidalitas
Recorría con sus cuitas
El ancho campo argentino.

Yo adoro tu melodía
Melancólica vigüela
Porque es ella quien consuela
La penas del alma mía,
En mis noches de agonía
Hago vibrar tu cordaje
Y canto en rudo lenguaje
Los males del corazón
Como el ave su canción
En el florido boscaje.

Esa música que brota
De tus cuerdas armoniosas
En mis noches borrascosas
Calma el dolor que me azota;
Yo recojo en cada nota
Una fuente de emoción
Que llega a mi corazón
Como un bálsamo bendito
Para ahogar el hondo grito
Que brota de mi aflicción.

Vieja guitarra querida
Que esperas que yo te pulse
Para brindarme la dulce
Armonía que en ti anida,
Compañera de mi vida
Que me comprende y consuela
Tu armonía me revela
Que en tu caja has de tener
Toda un alma de mujer
Melancólica vigüela.

domingo, 29 de mayo de 2016

La chispa (Cueca)



(Dibujo: Eleodoro Marenco)


Al fin la chispa saltó
y el vino empieza a mermar,
va agarrando fuego el guano,
métele, hermano,
que hay que apagar.

Garganta de pedernal
el jeta Sotomayor
chupa vino con avispas
que saca chispas
del corazón.

¿A quién no le gusta el vino
siendo argentino de tradición?;
dele a la Juana un besito,
solo un traguito
pa' la ración;
que beban agua las plantas
ellas se aguantan la mojazón.

El tinto del Albardón,
áspero y entonador,
me trepa como la parra
y en la guitarra
se hace canción.

Cantemos hasta aclarar
el vino madrugador,
ni envidia siente el que canta
de su garganta
Sotomayor.

¿A quién no le gusta el vino
siendo argentino de tradición?;
dele a la Juana un besito,
solo un traguito
pa' la ración;
que beban agua las plantas
ellas se aguantan la mojazón.

Nacimiento del vino



Como un toro frutal, el mosto herido,
se revuelca en las cubas resollando,
y entre canciones sórdidas va ahogando
en soledad su cálido balido.

Toda su sangre le dará al olvido
que se come los ojos en el llanto,
y por baguales libre ya en el canto,
arderá su color amanecido.

Entre esa luz, ultrafloral morada,
a la sombra carnal y enamorada
que lo íntimo visita en la madera,

terrestre habita el vino y su locura,
que en los huesos detiene la dulzura
y el sueño vivo de la Primavera.

I

Viene un color de vena desolada
nombrándote crepúsculo entre flores,
y tocas el amor con resplandores
de sangre y fruta azul martirizada.

Como un monstruo inocente la mirada
te duele tan honda. En los albores,
de tu cuerpo crisol, hay ulteriores
reflejos de alarido y puñalada.

Entre la piel del alma te me pegas
como la sombra de un abuelo triste
que en mí vengara su tristeza,

y desde el pozo de tu vida ciega,
un toro antiguo de jazmín embiste
mi corazón sin tiempo ni cabeza.

II

¡Clava en mi carne luminosa garra!
¡Hunde en mi pecho tu afilada chuza!
Que yo sé que tu luz en mí se aguza
desangrando mi voz por la guitarra.

De la raíz y el sueño de la parra
en que el agua del sol se desmenuza,
¡sube conmigo, por mis venas cruza
a la luz que hace canto la cigarra!

¡Ven a morir entre mis huesos tristes,
siéntate al lado de mi sangre, hermano,
donde la luna corre como un río!

¡Llévame por los árboles que vistes
de un sudario de llanto y de la mano,
enséñame a morir, hermano mío!

III

Herido por un tejo de amapola,
por un gusto de fruta amortajado,
resume tierra y mira enamorado
el ojo cíclope de tu corola.

El hombre dentro de tu vida inmola
un grito de color desesperado,
un toro en niño y dios transfigurado
por la inocencia de tu muerte sola.

Del agujero en que tu ser consiste,
donde la noche universal reposa,
nace un balido germinal y duro.

¡Quédate en mí en la pena que me diste,
ángel terrestre, en mi dolor reposa,
que él es esterno como tú eres puro!

IV

En soledad bebiendo, hacia el más puro amor
alzo el vaso de vino por la sombra mojado,
y su ojo impar me mira con un nimbo dorado,
desde el animal hondo de su ocaso interior.

De adentro vuelve en zambas creciendo su color
como de un nostalgioso dolor enamorado,
bebo su cuerpo y siento como un puñal morado
que asesina en mi boca la carne de una flor.

Húmedo como un beso de nocturna madera,
vuelto casi memoria de los más altos días,
en íntimo contacto dentro de mis venas canta;

y mi guitarra siente que es verde su cadera,
enamorada funde su boca con la mía,
y por el vino sube la voz a mi garganta.

La Macacha (Serenata)



Macacha Güemes tus ojos,
Son dos luceros en guerra;
Por eso hasta las guitarras
Te copiaron las caderas.

En tiempo de serenatas,
La oscuridad de tus trenzas;
Brillaban como las lanzas
A flor de la montonera.

Mamita del pobrerío,
Palomita mensajera;
Que entre el gauchaje lucía
Lo mismo que una bandera.

Macacha Güemes, muchacha,
Fibra de miel y azucena;
Tus ojos negros mojaron
De amor la noche salteña.

miércoles, 11 de mayo de 2016

La madrugada (Canción)


(Pintura: Rodolfo Ramos)

¿No ver a tu corazón?
--¿qué dice usted?--
Adorada prenda querida,
así ha de ser.

Y verás que por tu amor
--¿qué dice usted?--
estoy al perder la vida,
así ha de ser.

No te duermas mi querida
no te duermas mi adorada,
que viene aclarando el día
la madrugada.

Estoy al perder la vida,
--¿qué dice usted?--
En la agonía muy fuerte,
así ha de ser.

Al verte todos los día
--¿qué dice usted?--
mis ojos lloran por verte
así ha de ser.

No te durmas mi querida,
no te duermas mi adorada,
que viene aclarando el día
la madrugada.

Soñé que el fuego se helaba
--¿qué dice usted?--
y que la nieve se ardía,
así ha de ser.

Y por soñar imposibles
--¿qué dice usted?--
soñé que tu me querías,
así ha de ser.

No te duermas mi querida,
no te duermas mi adorada,
que viene aclarando el día
la madrugada.

Año 1917-



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Investigación de don Armando Lofiego

LA MADRUGADA

Tras la grabación de “El moro” el Dúo Gardel-Razzano, lleva al disco la canción “La madrugada” que pertenece al guitarrero y cantor cuyano Saúl Salinas, compañero de correrías junto a Gardel y Razzano en los primeros tiempos.
“La madrugada” es una canción influenciada por el folclore mexicano, al que Saúl Salinas era tan afecto, pues se trata de una canción con la que el galán suele cortejar a la mujer despertándola por la mañana cantándole lo que los mexicanos llaman una “mañanita”.

No te duermas mi querida
No te duermas mi adorada
Que viene aclarando el día
La madrugada...

La “mañanita” es el tipo de canción equivalente a lo que en el Río de la Plata es la “serenata”. La diferencia está en las horas en que se le entona a la mujer amada. La “mañanita” se brinda durante las primeras horas del día para despertar a la mujer, mientras que la “serenata” es ofrecida, con las mismas intenciones, en las horas en que cae el “sereno” (de ahí el nombre de “serenata”), por lo general a la medianoche o en horas cercanas a la medianoche.
La afición que Saúl Salinas tenía por las canciones mexicanas la adquirió durante la época en que atendía un negocio dedicado a la venta de discos en su Provincia natal, San Juan. Allí conoció, a través de las grabaciones, a los artistas más destacados de la canción de aquel país y a las canciones mexicanas de moda por aquel entonces.
Una copla bastante frecuente por aquellos tiempos en las canciones de amor decía:

Soñé que el fuego se helaba
Y que la nieve se ardía
Y por soñar imposible
Soñé que tú me querías.

Esta copla era adaptada frecuentemente en las canciones que tenían como objetivo conquistar a la mujer amada y en el repertorio de Gardel aparece nuevamente incluida en la famosa canción chilena “Ay, ay, ay” de Osmán Pérez Freire.

Fuente:  http://carlosgardelxxi.blogspot.com.ar/2016/02/la-madrugada-1917.html

Quejoso estaba un olivo (Estilo)



Quejoso estaba un olivo
de la ingratitud de un ave
que en furiosas tempestades
en él buscaba su abrigo,
y entonando en sí su anhelo
le dijo con eco triste:
-Cuando en mí te guarecías
venías tarde y mañana
y hoy te retiras ufana,
porque sin hojas me viste.

Todo aquél que haya rodado
y haya juntado experiencia
conoce que con paciencia
se espera al que se ha alejado;
-"dime por qué me has dejado,
por qué el nido abandonaste,
por qué en otro árbol colgaste
ingrata tu blando nido:
por qué sin dar un motivo
ave de mí, te alejaste".



Pd: En el cancionero del Río de la Plata recopilado por Jorge Furt aparece la siguiente versión antigua:

Quejoso estaba un olivo
por la ingratitud de un ave
que en feroces tempestades
en él buscaba su asilo,
y entonando en sí su anhelo
lo dijo con eco triste:
-Cuando en mí te guareciste
frondosas eran mis ramas
y te volaste ufana,
cuando sin hojas me viste.

Al ver que, alegre reposas
de tu gloria no presumas,
pueden faltarte las plumas
como me faltan las hojas,
y una estación rigurosa
algún día fatigarte,
y el árbol que abandonaste
con orgullo y vanidad,
de una fuerte tempestad
puede algún día ampararte.

La cifra (Recitado)


(Dibujo: José Montero Lacasa)

El gaucho tranqueó para alcanzar la carreta,
galopó para alcanzar la novia,
sólo corrió para alcanzar la Patria...
Entró en pelea sobre un potro rampante.
Llevaba adelante su media luna,
colmillo de acero junto al coágulo del banderín,
y a la espalda, la guitarra, con la boca abierta,
para que respirase entre el humo
música de heroísmo.
Cuando tras el combate el cantor se apeó del caballo
la "vigüela" jadeaba, la pulsó... y así nació la Cifra
con su latido apresurado por la fatiga de la carga.
Tras el enrejado de las pulperías
asoma, al galope, la Cifra.
Los payadores que escribieron historia
con versos mal medidos,
hacen correr hazañas y limetas,
como un "amargo", pasa de boca en boca, la tradición:
China vestida con un chiripá negro
"aujeriado" por las "moras".
El cantor se asoma a los recuerdos...
rasguea..., su diestra pinta..., describe..., esculpe...,
acaricia las cuerdas
como si fueran las crines del orejano...
resucita la pelea...
ahora se levanta en la voz y en los estribos,
descubre una guerrilla enemiga que avanza
y da el primer agudo; el alerta...
los rasgueos se agrupan..., galopan...
Por el camino de las cuerdas
llega verso a verso toda la sextina.
Y con el último escalón,
la voz de mando salta de las primas,
trepa por la tacuara haciendo pie en los nudos,
se afila en la medio-tijera y a caballo en el viento
como un tero..., le clava al viento
los espolines rojos de las alas... y ...avanza.
Así describe la Cifra una batalla gaucha;
el entrevero:
un galope..., un zumbido de mangangaes...
una nube de polvo que hace toser a los trabucos
y por el entreclaro de las descargas mil devanaderas
de media luna cosiendo pechos...
La Cifra es la canción de las marchas heroicas...,
al oírla, si entornamos los ojos,
vemos pasar los escuadrones:
en las primas tintinean estribos,
óyese un diálogo borroso de vainas y caronas,
por la nota central del trueno de casco en casco...
las moharras desjarretan el viento...
flamean banderolas..., golillas..., ponchos....
aquí y allá restallan secos los rebencazos...
nadie tiene palabra y todo habla,
a la carrera forman un solo cuerpo que avanza;
los labios apretando los barbijos,
los recados adheridos al costillar,
los potros mordiendo el anca de los potros
para no quedarse atrás..., vuelan tendidos
sobre los pescuezos de las bestias, estirados,
lanzas inclinadas como garúa en el viento,
crines en llama..., en las rodajas, cerdas...
pasto..., sangre... y un clarín resonando adelante,
es el cuarteador en bronce
que se lleva a la cincha de una diana
toda la montonera...


Como un patacón machazo (Cifra de Saladillo)



Como un patacón machazo
la luna mostró su estampa
iluminando la pampa
de un plateao superiorazo
y hasta en el confín lejazo
apuntó la ranchería
como si fuera en un día
de esos con el sol fuertazo.

Con aire de entristecido
viene tranqueando un paisano
que por el andar del ruano
dejar ver el recorrido
y apenitas se oye el ruido
que mete el freno al tascarlo
y el de alguna planta'e cardo
que el viento la ha sacudido.

Paró frente a una tapera
como si un recuerdo ingrato
hubiera estao largo rato
porfiando en su alma campera
y al sentir de que cayera
una lágrima en su mano,
clavó con la espuela al ruano
y se perdió campo ajuera.

martes, 10 de mayo de 2016

Una carta de otoño


(Pintura: Eleodoro Marenco)




Sólo me siento solo
porque no estás conmigo.

El tiempo se me alarga en una pena
que no tiene regreso, ni destino.

Suelo tirar piedritas en el pozo,
como un gurí... porque me gusta el ruido
redondo donde despiertan de un silencio
tan hondo como el mío

y suelo ir arrastrando las espuelas,
para ponerle puntos suspensivos
al antiguo sendero de andar juntos...

De tarde, casi al alba de los grillos,
voy al palenque; muere el horizonte
con un delgado tajo de oro vivo,
mientras se ondula y crece en las lomadas
una intensa costumbre de mugidos...

No galopo como antes
por el llano tranquilo;

gusto llegar al monte rumoroso de nidos,
abrevar mi caballo, conversar con el río,
recostarme a los últimos arrullos de la tarde,
y estar sobre la playa como un árbol caído.

No siento soledades de pagos que no he visto...

Sé que la dicha es un paraje raro,
que no tiene baqueanos, ni caminos.

Y no es mi soledad fruto del campo,
ni mi silencio;
mi silencio es hilo
de este sonoro manantial de ausencia
que acaso me dejaste por olvido...

Sólo me siento solo
porque no estás conmigo.



lunes, 9 de mayo de 2016

Soy de la Virgen, nomás (Oratorio gaucho)


1. Relato
2. Atiendan pues los presentes. (Cifra)
3. Relato
4. Huella de las carretas. (Huella)
5. Relato
6. Inmaculada (Vidalita)
7, Relato
8. La estancia de Don Rosendo. (Milonga corralera)
9. Relato
10.Hijito mío. (Triste)
11.Relato
12.Aquí me quedo (Triunfo)
13.Relato
14.La capilla de Montalvo (Milonga)
15.Relato
16,Cielito al Negro Manuel (Cielito)
17.Relato
18.Bendita sea tu pureza. (Estilo)
19.Relato
20.Hermosa como el cielo. (Canción).

Buscando conchabo




Buenas y santas patrón
como el año viene bravo
ando buscando conchabo
y bastante pobretón
desde ya he visto un montón,
en la entrada, de baguales
que aunque me han dicho que salen
 mas malos que el alacrán
en poco tiempo estarán
pa´ la silla e´los mensuales.

Si conoce a los Perales
de la estancia La Querencia
pueden darle referencias
 muy concretas y formales,
allí dome unos baguales
y unas yeguas cimarronas
que jamás en otras zonas
me han hecho comer mas charques
y hoy en ellas por los parques
se pasean las patronas.

Por buscar cosas mejores
 como ya estoy medio viejo
se llevaron del consejo
quien sabe de que señores
trayendo otros domadores,
jinetones los muchachos
por creer que eran muy machos
a todos los espueliaron
y de esos pingos marcharon
casi todos a los tachos.

Al principio ha de reírse
cuando me vea galopearlos
peleando por sujetarlos
hasta que entren a rendirse
pero al fin podrá lucirse
entre la gente campera
que estaban en la matera
muertos de risa recién
al verme encima se creen
que me asustan esas fieras.

También vi de una majada
que anda allí de lana entera
si tiene buenas tijeras
 podrá verlas esquiladas
o para revolear la armada,
si hay rodeo para errar,
que si suele acostumbrar
a rodear en los rincones
entraré en sus redomones
para hacerlos de enlazar.

O si tiene que sacar
pa´ otro pago alguna hacienda
en redomones de rienda,
soy capaz de reseriar
y le puedo asegurar
que aunque diga algún uraño
que andar en pagos extraños
arriando, es un sacrificio,
para mi es un oficio
que disfruté muchos años.

Por las sogas de domar
solo déme algunos cueros
que también como guasquero
me suelo desempeñar
por las sogas de pasear
no seré un gran artesano
pero cuentan los paisanos
que andan por estos lugares
que hay trabajos regulares
fabricados por mis manos.

Y si una noche de farra
o después de algún churrasco
aparceriao por un frasco
 quiere oír una guitarra
suelo ser como chicharra
de bullicioso mi amigo
y perdone que le digo
respetando a los mejores
me han enfrentao payadores
 que se han chasqueado conmigo.

Eso si como campero
 pa´no rebajar mi orgullo
no me mande a cortar yuyos
 ni a barrer los gallineros;
tíreme en cualquier chiquero
solito y medio cortao
que el gaucho que anda tirao
mezclao entre tantos peones
no le faltan encontrones
para verse desgraciao.

jueves, 5 de mayo de 2016

De donde soy, no lo se (Aire sureño)



¿Dónde quedó mi horizonte?.. No se...
alfalfar, tierra celeste...
tal vez quedó con mi niño en el sur...
tal vez lo perdí en el monte...
aunque parezca del norte, señor,
nací en el llano...una vez.

Tierra de estilos y de gatos, ¡velay!
arañando las guitarras,
donde la risa del viejo maíz,
amarillaba en las chalas
donde el trigal se hamacaba, señor,
en mansa cuna de luna.

Me fui de Córdoba al norte, una vez,
me alejé de las llanuras,
supe que el trébol se vuelve cardón,
y que la piedra no es dura,
pero he quedado en la duda, señor,
de dónde soy... ¡no lo se!


De nadie y de todos (Milonga)



Dicen que soy solitario
no deja de ser verdad,
no ando solo por huraño
me busco en mi soledad,
me acompaño de esperanza
de mano con mi verdad.

Adónde voy quién lo sabe,
los sueños me llevarán,
por rumbos de cantos míos
que me hallen en los demás,
son solitarios de veras
los que no saben soñar.

Con la guitarra soy uno
en el afán de cantar,
voces que piden caminos
para estas ansias de andar,
los que se alejan cantando
nunca del todo se van.

Al viento le he preguntado
cuándo es tiempo de volver,
escucha las golondrinas
me dijo, te harán saber,
agregándome al silencio
fue como aprendí a entender.

Recitado:
"Mi libertad es como el aire 
si falta se hace notar, 
voy solitario en la vida 
mas nunca fuí soledad." 

Se me hace que soy de todos
sí, pero de nadie más.

Canción del alambrador (Milonga)




1
Temprano en la vagoneta
salió pa'alambrar el cuadro.
Alzó tenazas, taladro,
pala de punta y barreta.
La llave de torniqueta,
el pisón y la tijera...
Y antes de que el sol saliera
ya pa'l potrero ha rumbiao,
pa'tirar un alambrao
derechito a la bandera.

2
Varillas, postes y rollos
primero desparramó,
después los claros midió
y empezó a marcar los hoyos.
La tosca le pone escollos,
los abrojos no son ralos.
Con días güenos y días malos,
con sol, escarcha o garúa,
va desenrollando el púa
y apisonando los palos.

3
El tuvo oportunidá
de ver la estrella que brilla.
Si maniando una varilla
lo agarró la oscuridá.
Su perro jué su amistá'
en medio de la estensión.
Le brindó su proteción
la cocina chacarera,
o en la estancia, la matera
le hizo un sitio en el fogón.

4
El tero enseñando chuzas
lo molestó hasta el abuso,
y sobre el poste que él puso
vió las primeras lechuzas.
Así gastó muchas blusas
siempre a su trabajo fiel.
Derechitas como un riel,
cien líneas supo tirar
y se jué sin alambrar
un potrerito pa'él.

martes, 3 de mayo de 2016

Una carta al año

(Pintura: Carlos Montefusco)




"¡¡¡Pedro... carta'el Lucho!!... ¡¡Escribe del Salto!!..."
"..¿Del Lucho?...¡a güena hora se acuerda'e los viejos!
¡Va'dir pa'tres años que dejó las casas
y ni de pasada se ha'arrimao a vernos!
...¡No haberá tenido tabaco, dejuro,
pa'matar el tiempo!
¡¡Una carta al año... como de limosna!
¡¡Criar hijos!!... ¡Chimangos, casi prefiero!
¡¡Lemelá!!...¡Leela'aura que ando con la güena!
¡no viá tener óidos en otro momento!"...

...Sí... "QUERIDOS TATAS:..." "¡Queridos!...miralo,
ya empezó mintiendo!
¡Seguí...!" "TOY EN SALTO DENDE HACE DOS AÑOS
YEGUÉ CON LA IDEA DE HACER LA COSECHA
Y GOLVER A VERLOS.
HE DAO MUCHOS TUMBOS DENDE ESA MAÑANA
QUE DEJÉ LAS CASAS...NO ESCRIBÍA POR ESO,
PA'CANTARLES PENAS
PREFERÍ AGUANTARLAS YO SOLO, EN SILENCIO..."
"...¡¿Se ha de creer el maula que somos criaturas
pa'que nos convensa con ese ptrtesto?!
¡seguí!"... "...TUVE A VECES TRISTES INTENCIONES
DE AGACHAR LA FRENTE Y ARIQUIARLE EL PECHO
A LA SARTA'E MALAS, PERO EL PENSAMIENTO
ME MANTUVO FIRME EN EL CUESTA ABAJO...
¡EL HAMBRE, VIEJITOS, JUE MI MEJOR MAISTRO!
¡ANDE PRECISABAN AL QUE PRECISABAN
'TABA YO EL PRIMERO!..."
"...¡Y como hijo el último!...¿por qué no dice'eso?..."
"...AL CABO'E DAR GÜELTAS, VINE A DAR AL SALTO
Y HACE YA DOS AÑOS SOY MENSUAL DE UN PUESTO;
COMENCÉ A HACER PLATA, Y AL AQUERENSIARME
ME SENTÍ TAN LEJOS
DEL AMOR DE USTEDES,
QUE TUITO SE HACÍA SOLEDA Y SILENCIO,
Y EN MEDIO'E MIS MALES TUVE TANTO MIEDO
QUE DENTRÉ A BUSCARME YO SOLO EL RIMEDIO;
Y LO HAYÉ, VIEJITOS, UNA MOSA'EL PAGO
DE APARENCIA GÜENA, LINDA COMO EL CEIBO,
SE CRUSÓ EN MIS DÍAS
¡Y LOS QUE ALUMBRARON OTROS SOLES JUERON!..."
"...¡Antes que leyeras ya lo estaba viendo!
¡¡buscar una china pa'olvidar sus viejos...!"
"...¡No jué pa'olvidarnos!...¡pa'no estar tan solo
se ha casao el pobre!... ¡Claro...defendelo!
¡una carta al año... y entuvía la manda
pa'ponernos eso!...¿termina ahí?... ¡No, Pedro...!"
"...LEVANTÉ MI RANCHO Y JUÍ DE A POQUITO
DANDO FORMA AL SUEÑO
DE GOLVER MI VIDA POR EL GÜEN SENDERO,
PA'TENER LA GLORIA DE HAYARME UN GÜEN DÍA
RODIAO DE CARIÑO: MI MUJER... MIS HIJOS...
¡Y USTEDES VIEJITOS...QUE EN VERDÁ, YA ESTABA
POR DIR A TRAERLOS!
¡NO ESTABA EN MI VIDA TANTA SUERTE JUNTA!
¡MAS BIEN JUÉ LA MALA, QUE TOMÓ UN RESUEYO
A'ENTRAR CON MAS GANAS A GOLPIARME FIRME!
¡MALDICIÓN DEL DIABLO ME PARECE MESMO!
...EL ALMA'E LA MOSA SE VOLVIÓ PONSOÑA:
NO FALTÓ EL MAL HOMBRE
QUE HAYÓ EN MI POBREZA UN CAMINO ABIERTO
PA'YENARLE'E SUEÑOS Y DE FANTASÍAS
SU CABEZA JOVEN...
¡INTENSIONES MALAS TUVE PA'LA INGRATA!
¡VÁLGALE QUE A TIEMPO
SOFRENO MI MANO EL DULCE RICUERDO
DE LOS DOS USTEDES...QUE DE NO... QUIEN SABE
EN QUE CALABOZO'TARÍA MALDICIENDO!
...AGUANTÉ EL MAL TRAGO, Y L'ÚNICO QUE HICE
JUÉ HABRIRLE EN SILENCIO
LA'PUERTA DEL RANCHO PA'QUE SE MARCHARA..."
"... ¡Bien haiga por pavo!... ¡ricién'toy contento!
¡ansina las pagan los poyerudos
que cáin en el laso de cualquier chinita!
... ¿Y qué anda queriendo?...¿Volver con nosotros?
¡lo que'es si busca eso
ya podés mandarle decir que su tata
es de una palabra!...¡y no la cambea
aunque de rodiyas lo venga pidiendo!
¡Dije que no quiero más mirarlo
y mientras yo viva no entrará en el rancho!
¡Demasiadas lágrimas costó su silencio
pa'que áura lo quiera andar arreglando
con unas palabras... que al final, no es raro
que sean tuitos cuentos!..."
"...No, Pedro...no es cuento..
¡mirá lo que dice!:..." "...ME HA DEJAO UN HIJO...
ANDA POR EL AÑO...¡LINDO EL INOCENTE!
...A FALTA 'E LA MADRE, YO ANDABA PENSANDO
¡QUÉ MEJOR QUE USTEDES, QUE SON LOS AGÜELOS
PA'QUE ME LO CUIDEN!
¡PA'QUE NO SE SIENTA GÜÉRFANO DE AFECTOS!..."
"...¡Ajá...!... ¡Mirá un poco...!...¡ya...ya semos agüelos!...
...¿Y... a quién saldrá el ñeto?...
¡¡¡Qué!!...¿ya andás yorando?... ¡pucha con la'agüela
que se ha echao el chico!...¡puro lagrimeo!
...¡¡Andá!!...¡Contestale que 'tamos esperando
que nos mande al hijo!...¡¡Que lo traiga él mesmo!!

¡De paso decile que prepare óidos pa'escucharme un rato
...que aunque soy agüelo,
soy capás'tuavía de sobarle'el lomo
por no haber venido ni una vez a vernos!
¡¡Andá!!...¡Yo ya güelvo!... Antes que me olvide
voy hasta las casas de los Acevedo...
...Viá ver si les digo que me disculpen
pero que el potriyo no se lo vendemos,
¡¡...áura me doy cuento que nos va'ha hacer falta
pa'que juege el ñeto!!"

El alazán "El Traidor"


(Pinturas: Tito Saubidet)

1
Estancia “Sauce Melú”,
entre Andant y Masurel,
anduve en el pago aquel
en mi plena juventú,
con acertada actitú
y coraje en abundancia
diré sin hacer jactancia
fui de mi hermano mayor,
ayudante domador
en esa famosa estancia.
2
Con cuarentaiún baguales
en dos tropillas formadas,
más bien una caballada
por los tantos animales;
con cabrestos y bozales
de sobra entre el guasquerío
pa’ sacarle bien los bríos
al chúcaro más matrero
y que no salga un mañero
por falta de soguerío.
3
Como al año, más o menos,
se terminó la domada,
ya estaba la caballada
todos mansos y de freno;
entregamos los ajenos
sin ninguna discrepancia
y pa’ no tomar distancia
del gaucherío rural,
allá quedé de mensual
por un tiempo en esa estancia.
4
Fue entonces que un tal Durán
-que en la estancia era puestero-
me dijo: “-Mire, yo quiero
que me dome el “alazán”,
que con esmero y afán
ya lo tengo palenquiao,
de tal modo lo he tratao
con paciencia y con trabajo
que está mansito de abajo,
bien sanito y bien cuidao”.
5
Era hijo de una “alazana”
-una buena parejera
que ganó muchas carreras
en una época lejana-;
yo, con la intención más sana
sus cualidades destaco,
por las conclusión que saco
no era de darle descanso:
si bien de abajo era manso
¡de arriba era muy bellaco!
6
Pero cái acidentao
por causa de una rodada
y una larga temporada
dejé caballo y recao;
todavía de bocao
lo entregué a medio domar,
no quiso el dueño esperar
y se lo pasó áhi nomás
a un mocito muy capaz
del pago de Salazar.
7
Pronto el mozo lo enfrenó
y aunque sacó un pingo flor
su istinto corcoviador
del todo no lo perdió,
en el campo lo probó
y le pareció ligero,
luego esperó con esmero
tener la oportunidá
de probarlo de verdá
corriéndole a un parejero.
8
Hasta que llegó ese día
y allá cerca, no muy lejos,
cuando en el San Pedro Viejo
grandes carreras se hacían,
allá este pingo podía
mostrar todo su valor,
y le corrió sin temor
a un parejero “tostao”
que en el pago había lograo
la fama de ganador.
9
Y así le corrió al “tostao”
en los trecientos de afuera,
pero a mitá de carrera
venía el “alazán” cortao,
con el triunfo asegurao
solo faltaba cobrar,
cuando llegando a un lugar
lo más duro de la playa,
antes de cruzar la raya
se le arrastró a corcoviar.
10
No lo pudo levantar
aunque de boca era blando,
a un flete que corcoviando
no era fácil jinetear,
un trecho lo pudo andar
peliándolo con destreza
y el “alazán” con fiereza
ganó al final la contienda
cuando lo sacó en las riendas
por sobre de la cabeza.
11
Quedó el paisano planchao
por el golpe del caballo
lo que parecía un desmayo
nada grave había pasao,
dolorido y atontao
después de este sacudón,
y el “alazán” en cuestión
echó las rienda’al costao
y costiando el alambrao
buscó el campo al galopón.
12
No bastan las precauciones
y es arriesgar demasiao
y si lo corre ensillao
es restarle condiciones.
Por estas simples razones
es tirar la plata en vano
y al dueño, tarde o temprano
y al que lo juegue de afuera
le hará perder la carrera
o estropiar un ser humano.

 (1948)



Morales, el domador (Relato)



(Pinturas: Tito Saubidet)


(relato)

1
Llegó José Luis Morales
-un gaucho trabajador,
buen jinete y domador-
a la estancia “Los Cardales”,
encontró allí a los mensuales
mateando junto al fogón
después que con atención
saludó a la rueda entera,
preguntó de qué manera
podía hablar con el patrón.
 2
Quien dijo ser capataz
le contestó sin jactancia
“-Él no se encuentra en la estancia
vendrá esta noche quizás,
porque hace un mes o algo más
anda buscando, señor,
un paisano domador
de esos medios corajudos
porque hay quince colmilludos
de esos que meten temor.”
3
Morales, entusiasmao
le dio al capataz su nombre
y con permiso del hombre
desensillo su montao,
prolijamente el recao
arregló junto a un galpón,
lo espueleaba la ilusión
al paisano forastero
de hablar con el estanciero
pa’ conchabarse de peón.
4
Cuando el sol ya se escondía
al volver el estanciero,
se presentó el forastero
con respeto y cortesía,
diciéndole que tenía
urgencia por trabajar,
que si él lo quería probar
en una changa aunque fuera,
en cualquier tarea campera
se podía desempeñar.
5
Aunque con cierto recelo
dijo el patrón: “-Siendo así
usted ha venido aquí
como caído del cielo;
tengo tropilla de un pelo
y unos potros superiores,
van quedando los mejores,
algunos medios viejones,
porque por estas regiones
escasean los domadores.”
6
“Hay quince moros clinudos
que verlos es un encanto,
esos quince le garanto
que con todos potros crudos;
suelen salir macanudos
con muy buenas condiciones,
algunos salen diablones
pero un domador de oficio
le hará perder el peor vicio
si tiene buenos garrones.”
7
“También hay un moro entero
ya tusao de cogotillo,
quiso domarlo al padrillo
el hijo de otro estanciero,
pero me lo hizo mañero
y se acostumbró a voltear
por ahora, pa’ padrear
aquí en la estancia lo dejo,
después, junto a un zaino viejo
al tacho va ir a parar.”
8
“-Si usted quiere, de algún modo
yo lo amanso a ese sotreta
si no lo corto en la jeta
seguro se lo acomodo
así, mal tusao y todo
tiene una preciosa estampa,
hay que amansarlo con trampa
y después que agarre el freno
tiene que salir de bueno
como pa’ lucirse un pampa.”
9
Le dijo el dueño al muchacho:
“-Se va hacer golpear al ñudo,
el padrillo es bien morrudo
con buen kilaje pa’l tacho”,
y al mozo su orgullo macho
le multiplicó el valor
y le pidió por favor
que le permita probar:
“-Si yo no lo hago de andar
dejo de ser domador.”
10
Fue así que quedó domando
un lote de cimarrones
colmilludos y ariscones,
de abajo los fue amansando;
de a poco se fue ganando
la simpatía del patrón
porque además, de afición,
lindo el mozo guitarreaba
y payando cautivaba
a la campera reunión.
11
Al mes cada uno metía
la cabeza en el bozal
y con un silbo, al corral
entropillao los traía;
tempranito se veía
lidiando con los baguales,
mostrando sus credenciales
de hombre campero completo,
y así se ganó el respeto
del patrón y los mensuales.
12
Y después que cada crudo
como entregar estaba
vino la parte más brava
y entró a campear al cojudo;
en la mañana no pudo
encerrarlo en la manguera,
ensilló una yegua overa
que le domó a otro paisano,
y en un tiro soberano
lo pescueció campo afuera.
13
Ya cuando sintió ceñido
el sobeo en el cogote
de malo, el moro grandote
dio un salvaje resoplido,
pero el gaucho decidido
de la overa desmontó,
por el sobeo se acercó
con el bozal en la mano
conversándole el paisano
al moro lo embozaló.
14
A piquete y a manguera
de abajo lo trabajó
hasta que lo alivianó
como pa’ correr carrera,
toda su ciencia campera
puso el paisano en el freno
trabajándolo sereno
difícil que el pingo erre
y al decir del “tata” Humpierre
se puede pasar de bueno.
15
Más de un mes en corral chico
de abajo lo trabajó
hasta que el pingo quedó
que era una seda en el pico,
tan sobao en el hocico
que ni tanteaba el bozal;
tanto amansó al semental
sin rigorearlo a rebenque
que podía atarlo al palenque
 con tiras de delantal.
16
Con todos los pormenores,
con precaución, un domingo,
lo montó y salió aquel pingo
como pisando entre flores,
por eso, entre los mejores
luce hoy su estampa de macho;
tenía destino de tacho
pero lo salvó Morales
y hoy en él, entre mensuales
se luce cualquier muchacho.


La guitarra payadora


(Foto: don Carlos Molina)

La guitarra payadora
ya no ruge, ya no vibra
negando su antigua fibra
la han hecho divertidora.
Fue matrera y peleadora
en un tiempo valeroso
por lo que es más doloroso
ver a un coplero sobón
hacer el papel de histrión
adulando al poderoso.

El cantor domesticado
se hizo bufón de comedia
insensible a la tragedia
de su pueblo maltratado.
El libertario legado
no se invoca, no se nombra,
Una cortina de sombra
cubre la gloria de ayer
la guitarra pasó a ser
una miserable alfombra.

Reís, " bufonescamente".
cuando al pueblo se tortura
le asesinan la cultura
le distorsionan la mente.
Es lamentable, indecente,
porque si al pueblo invocamos,
si con ese pueblo estamos
cómo entonces comprender
a quien se arrastra a lamer
las sandalias de los amos.

Pretenden ser los cantores
de la alegría de la vida
y están de mano tendida
suplicando a los señores.
Vulgares aduladores
que no tienen otro fin
que el de arrodillarse sin
pudor, aguardando fiel
"al recoger el mantel
las migajas del festín:"

Y es justo. son como son.
Los negadores del arte
realizando en cualquier parte
su payasesca función.
Diques de la evolución .
contraparte en la alegría,
odian toda rebeldía
que haya en los versos humanos
y es la guitarra en sus manos
nada mas que una alcancía.

La guitarra combatiente
de los tiempos que vivimos
preñada por los racimos
del viejo canto insurgente,
tendrá que decir presente
en este momento...¡ahora!
sólo así, batalladora,
sin doblegar su altivez
volverá a ser otra vez
la guitarra payadora.