"...guacho y gaucho me parecían lo mismo, porque entendía que ambas cosas significaban ser hijo de Dios, del campo y de uno mismo". (Don Segundo Sombra)
lunes, 11 de mayo de 2009
Tirando el güeso.
Con la atitú decedida
del que sabe lo que quiere,
don Laurentino Cuberes
la pisó al verla tendida;
la mirada precavida
fija un momento en su mano
porque al tantiarla, baquiano
como quien en eso es ducho,
piensa: "yo he de alzarme un pucho
como hizo Fierro... mi hermano...".
Dispués que la revolió
como tantiándole'l hacha,
de la mano, en la bombacha,
la traspiración secó;
la pierna derecha echó
levemente hacia'delante;
estiró el brazo. Un instante
lo deja en el aire, quieto,
carculándole'l trayeto
a juzgar por el semblante.
Y con suavidá galana
como vuelo de paloma,
una taba'ltura toma
dende una estampa paisana.
Dos ojos, de güena gana
no le quitan la mirada,
y al agarrar la bajada
que la yeva a su destino
¡suerte! grita, Laurentino
pero endimás: ¡es clavada!
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