sábado, 19 de agosto de 2017

¿Qué queda del ayer?

(Foto: Celina Frers)



-Perdóneme; no cráiba que un pedido,
hecho ansina nomás por puro gusto,
p'acortar la mañana,
l'hiciera tanto daño, tata viejo;
¡malaiga po'el antojo, si, malaiga!
pero hagam'el favor, sequ'esas lágrimas,
no es pa'tanto, ¡canejo!

-Sí, ya pasó, pavadas;
es, qué diantre, no sirvo pa'resero
si hay que rondar el propio sentimiento.
¿Qué queda del ayer me priguntabas?,
y en ves de la rispuesta qu'esperabas
t'he largao un lamento.
Es que, muchacho, 'unque  nos duela, es cierto
que del ayer... ¡ya no nos queda nada!

Talvés he dicho mal; algo nos queda:
unos cuantos ricuerdos,
condenados que marchan pal destierro.
Sin que naides se apiade'e sus tormentos...;
porque hasta'l mesmo ruido de sus pasos
lo ha 'ugao el ¡güeya, güeya! del progreso.

Bien haiga lo que venga, si es que viene
pa'engrandecer la patria;
bien haigan los que pisen este suelo,
si son varones como Dios lo manda:
güenos de brasos y de asiones güenas;
pero naides se sienta con derechos
pa'pisotiar lo di antes, ¡lo qu'es nuestro!,
porque no hay lay denguna,
ni en la tierra ni el sielo...
que ordene degoyar a los agüelos
pa'que puedan vivir mejor los nietos.

¡Y son hijos'e crioyos los que afirman
qu'el pasao ya murió, que hay qu'enterrarlo!
y que el gaucho, figura del momento,
no vale ni la pena recordarlo...,
y esto, a mi ver, es olvidar la madre,
la que nos dió a chupar su mesma sangre...
porque áura no es capás de alimentarnos.

¡Qué queda del ayer!, si hasta me cráigo,
a juersa de vivir tan amargao,
que tuíto se ha cambiao
y qu'el sielo de hoy no es nuestro sielo;
si los ocasos, qu'en un tiempo jueron
listaos de rojo como ponchos pampas...,
se han güelo amariyentos, como enfermos;
ya no hay seibales que l'empriesten juego,
¡se han apagao al golpe de las hachas!

Antes, casao, un hombre y con traint'años,
ganaba el campo pa'pitarse una chala:
¡Se rispetaba a los ancianos mucho!
Hoy, cualesquier mamón sin rastro'e barab,
andequiera te yama, se te cuadra...
y te pide el yesquero pa'su pucho.

Y si hablás con cariño de la patria,
no falta quien te diga entre sonrisas
mesmo
como apiadao'e tu inoransia:
"Patria es ande se come y se trabaja"
"que a dengún mercachifle da ganansia"
"cambiar por patriotismo una camisa".
¡Y qué l'hemos de haser!, si eyos no saben
d'espuela, de chiripá, facón ni vincha...,
ni han sentido el chusaso de una lansa...
ni le han sumido a un redomón la pansa
arrastrando cañones a la sincha!

Y no sólo el cariño por la patria
sino que hasta el rispeto lo han perdido;
y si crusás de algún pueblo las cayes
oirás que a nuestro Hino...
tocan los grajójonos las madres...
pa'entretener sus niños.
Ya ves que del ayer sólo nos queda,
y eso hasta hoy, el nombre de argentinos.
¡Quiera Dios no haiga yerra y contramarquen,
pa'ponernos mañana otro más lindo!

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