jueves, 18 de agosto de 2016

Abuelo Gaucho (Milonga)



La lluvia nunca caía
por eso se abandonó,
el campo del viejo abuelo
que solo y triste quedó.

Las cosechas no volvieron
su horizonte a madurar,
el campo lloró su pena
y el viejo dejó de arar.

Vertical están las lanzas
resecas del pajonal,
y el viento silbó con ellas
la marcha de un funeral.

Poquito a poco la senda
la fue borrando el churcal
ahura el que quiere acercarse
se pierde en el matorral.

¡Malhaya con el destino!,
vivir penando y morir,
solo es consuelo de pobre
dejarse llevar así.

Así se marchó el abuelo,
viejo gringo que al clariar
mientras pitaba en la pipa
sembrando se ganó el pan.

Poquito a poco la senda
la fue borrando el churcal,
ahura el que quiere acercarse
se pierde en el matorral

1 comentario:

  1. He visto abuelos sufrir esos golpes tan bravos. Y la letra refleja totalmente una realidad de otros años. Soy abuelo y conozco el sentido de la pluma de don Carlos..

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