"...guacho y gaucho me parecían lo mismo, porque entendía que ambas cosas significaban ser hijo de Dios, del campo y de uno mismo". (Don Segundo Sombra)
miércoles, 20 de abril de 2016
Dejenmen en tierra
A Hugo Beltrán
A mí no me recen
en dispués de muerto
en hacer gauchadas
gasten ese tiempo.
No quiero que el alma
me abandone el cuerpo...
Anduve la vida
por caminos güenos,
resignao y manso
priestando mi apero,
priestando mi poncho,
mi moro y mi techo,
qué's, al fin de cuentas
lo poco que tengo,
ganao con trabajo
y en míseros sueldos.
El cuchillo sólo
lo usé de tropero
hachando algún gajo
pa'priender el juego.
Pa'cortar alambre,
ni a Dios se lo empriesto
corto una estribera
si un bagual mañero
arrastra algún gaucho
del estribo'e fierro.
En peliar? Mil veces
lo empeño primero.
Es pa'mi lo mismo
un blanco que un negro,
y en las religiones
por denguna dientro
porque en todas ellas
encontré lo mesmo.
A mí no me recen
porque tengo miedo
que las oraciones
me lleven al cielo
han de -dice- han ido
tantos que no quiero
ni en la misma gloria
toparlos de nuevo.
Pasaron en vano
la vida, y mintiendo,
negándole al niño
el pan y los sueños;
matando a miseria
puebluchos enteros,
y haciendo de mucho
que sirven pa'ejemplo
con sus injusticias
jaguares y perros.
Si es, que esos mandingas
han subido al cielo
empujaos de abajo
por misas y rezos
porque se achicaron
y se arrepintieron;
o porque donaron
pa'salvar el cuero
a la Santa Iglesia
los robos que hicieron;
dejenmén el alma
pegadita al cuerpo...
Pero eso sí, hermanos:
que me entierren quiero
al pié de algún árbol
-cualquiera es lo mesmo-
dejenmén pagarle
algo por lo menos
a la madre tierra
que tanto le debo.
Subiré en la savia...
brotaré en renuevos,
me abriré en las flores
de pétalos frescos,
ofreciendo nétar
al dardo mielero...
Maduro en semillas
nutriré polluelos...
cantaré en sus picos,
volaré por ellos...
A mí no me recen
que me encanta el suelo;
quiero ver la luna
que inspiró mis versos,
andar por los riachos
corriendo, corriendo...
Oír la guitarra
errante del viento,
aliviar las hondas
tristezas del muerto
extraño y profundo
dolor del silencio.
............................................................................
Nota aclaratoria:
El payador don Pablo Diaz ha omitido algunos pocos versos en su sentida recitación que acá se los acercamos pa que refresque su memoria cuando guste y precise...Y pa'los que no los conocían va en su completa versión sin transgresión y a lo toro.
(Sacados del libro "Trote Chasquero" pags., 48,49 y 50).
La pulpería (Triunfo)
Como un mojón del tiempo
la pulpería, la pulpería;
se divisa entre el monte
de casuarinas, la pulpería.
Refugio de los gauchos
y payadores...y payadores;
el mostrador los llama
como en fogones, los payadores.
Laralaralaraila, laralaraila
La Pulpería!
Posta "La Libertad",
hoy "San Gervasio, hoy "San Gervasio";
la patria iba naciendo,
moldeaba el rumbo, buscando espacio.
Semblanza de un pasado,
linda memoria, linda memoria;
testimonio y presente
de nuestra historia, linda memoria.
Laralaralaraila, laralaraila,
linda memoria!
martes, 19 de abril de 2016
Arbolito del querer
De balde busqué tu sombra
arbolito del querer;
tu sombra fue para otro
yo al sol y muerto de sed.
En el juego del amor
siempre se arriesga de más,
jugador de ojos vendados
a pura pérdida va.
Si el amor es una brasa
en el fogón de la sangre,
de sobra estará el fogón
cuando la brasa se apague.
Ay del corazón que sangra
por un amor imposible,
no hay remedio que lo cure
ni palabra que lo alivie.
Para que el sol no la hiriera
mi amor pintó una paloma,
la paloma abrió las alas
y ellos le dieron su sombra.
Si el amor es una llave
que abre las puertas que quiere;
¡dichoso quien vive amando
y que amando se muere!
No lloro el tiempo que muere,
lloro el amor que se va
solo envejecemos, sólo:
cuando dejamos de amar.
Ladrón a media, otoño,
ladrón a medias: ¿por qué!,
si me robaste la fuente,
no me robaste la sed?
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Por donde andarán tus ojos
mirando lo que no quiero
ellos regalando vida
y yo muriendo por ellos.
Se va secando, secando
el árbol de mi esperanza;
si no lo riegan tus ojos
qué mal destino me aguarda.
De balde busqué tu sombra
arbolito del querer,
tu sombra fue para otro
yo al sol y muerto de sed.
Aunque la noche te esconda
igual te veré a mi lado;
el recuerdo enamorado
es la mirada más honda.
Para el amor y el olvido
se han hecho solo dos huellas:
la del amor en el agua,
la del olvido en la piedra
De balde busqué tu sombra
arbolito del querer,
tu sombra fue para otro
yo al sol y muerto de sed.
Qué pena vana la pena
de andar y andar recordando
promesas de una morena
que se divierte olvidando.
Buscando olvido me fui,
me fui de donde vivía;
muchas cosas olvidé
menos lo que yo quería.
De balde busqué tu sombra
arbolito del querer,
tu sombra fue para otro
yo al sol y muerto de sed.
arbolito del querer,
tu sombra fue para otro
yo al sol y muerto de sed.
Coplero
(Foto de don Aledo Luis Meloni, fallecido en enero de 2016...
a los 103 años de edad)
La copla llega de pronto,
semeja un golpe de sangre
y luego se va tan libre
que es de todos y de nadie.
Si al corazón de la copla
alguien acerca el oído,
no escuchará nada nuevo
sino su propio latido.
Coplero soy, alma adentro,
una manera de ser
aunque en la copla me encuentro
siempre me vuelvo a perder.
Coplero iluso que busca
dejar desnuda en la arena
por la suerte de una copla
la cicatriz de su huella.
.............................................
Llevo una copla en el alma
igual que un grillo nochero;
yo sé que es muy poca cosa
pero me basta con eso.
Para que lleve en el pulso
el calor que da la vida,
la copla como la sangre
ha de brotar de una herida.
No estoy yo solo en mi copla;
en su juego en su intención,
están todos los que sienten
lo mismo que siento yo.
Cuando se muera el coplero
no lo lloren por llorarlo,
que solo lo llore Dios
si es para resucitarlo.
Zumo de un mismo racimo,
sangre de una misma arteria,
la pena llora por dentro,
la copla canta por fuera.
El corazón de la viña
le da su sangre a la copla;
que solo se vuelve canto
si se hace vino en la boca.
Qué suerte la del coplero
si anclada como una boya,
en el río que lo lleva
queda la luz de su copla.
Cuando un coplero se muere
comienza a andar su memoria,
lo que la muerte le quita
se lo devuelve la copla.
Y casi vendo el caballo
Oiga patrón, si me fía,
capaz que me tomo un trago,
total yo siempre he pagao,
y nunca le metí un clavo,
y no ha de ser por el vicio,
me tenga que ir del pago.
Justito hoy pague el arriendo,
Y casi vendo el caballo,
Justito hoy pague el arriendo,
Y casi vendo el caballo,
De no ser porque el patrón,
Comprendió lo mal que ando,
Me hubiera quedao a pata,
y eso quien sabe hasta cuando.
Le expliqué que no hay manera
y aunque me cobre barato
Le explique que no hay manera
y aunque me cobre barato.
La chacra no da pa´ mas
Y menos cuando no hay pasto,
Menos mal que comprendió
Y le pagué con el carro.
Se acuerda que el mes pasao
Me quedé sin las ovejas
Pa´ poder curar la vieja
que andaba medio ratica,
Hoy pa´ pagar la botica
Vendí el arado de tres rejas.
Pero no es pa´ traerle quejas
Que me arrimé al mostrador,
Yo se que no es de señor
Andar chupando de fiao
Y menos si se ha quedao
Sin nada el aparador.
Pero siento que un ardor
Que me nace en la garganta,
Que no ha de ser porque canta
Ni por tragar muy caliente,
Se me viene de repente
Como perro pa´ la planta.
Solo por eso le pido
Que me eche un trago de fiao,
No quisiera ser pesao
Y perdone lo atrevido,
Un vino no mas le pido
Hasta mañana o pasao.
Fui a festejar el domingo
y el andar cada vez pior,
Fui a festejar el domingo
y el andar cada vez pior
y fui a chupar en honor
de lo que me anda pasando
y si termino llorando
no ha de hacer por llorador.
Y es mejor que esté callada
No se si tendrá razón,
El corazón cuando canta,
El corazón cuando canta,
Yo creo que no es pa´ tanto,
Que con no llorar alcanza
Yo creo que no es pa´ tanto,
Que con no llorar alcanza.
Pa´ que alborotar el aire
Con gorgoritos del alma,
Pa´ que alborotar el aire
Con gorgoritos del alma
Si en una de esas resulta
Que es mejor que esté callada,
Si en una de esas resulta
Que es mejor que esté callada.
Mi boca tiene canciones
Pa´ tapar una montaña,
Mi boca tiene canciones
Pa´ tapar una montaña,
Sin embargo tantas veces
No me tapan ni las ganas.
Las ganas de cantar fuerte
Pa´ que me oiga la guitarra
Porque ella me deja solo
Y me cubre de distancia.
Yo se que nunca mis manos
Habrán de tener la gracia
De ser suaves y livianas
Pa´ poder acariciarla.
Que pesadas me nacieron
Las manos y las palabras,
Que pesadas me nacieron
Las manos y las palabras,
aquellas como cascotes
estas otras tan amargas.
Todo me quiere cantar
Cuando encuentro una esperanza,
Todo me quiere cantar
Cuando encuentro una esperanza
Pero al final no es pa´ tanto
Y con no llorar alcanza,
Pero al final no es pa´ tanto
Y con no llorar alcanza...
Mi alma sabe la verdad
Y es mejor que este callada.
Julián, 'el maula'
-"Miente, patrón y disculpe,
¿Quién le ha dicho que soy maula?
¿Qué motivos tiene Usted,
pa'tratarme así tan mal?
Aura soy yo quien le digo,
mire qué es lo que habla,
no quisiera que en su pecho
haga estragos mi puñal...
Ansí nomás como suena,
como lo siente, patrón,
cual debe de hablar un hombre
de adelante y no de atrás,
Usted ha dicho que soy maula
y miente como un ladrón
esas cosas entre hombres
no se perdonan jamás.
Si yo estoy en esta estancia
para domar sus baguales,
hombres y tigres también
sería capaz de domar,
y si a veces no he peleado
como esos gauchos brutales
ya está muy cerquita el día
que hasta Usted podrá probar.
Ya hace tres o cuatro años
que soy aquí el domador,
¡que para eso me paga
y no es para verme pelear!
Y además no me conviene,
tengo en el pago un amor
que es su hija... pa'que lo sepa
con la que me vi'a casar.
Sé que será una vergüenza
que se case con un hombre
tan maula como lo ha dicho
su mesma lengua, patrón,
pero en fin, tenga paciencia,
he jurao darle mi nombre:
dé cuenta a la policía
o defiéndala a facón".
Es bueno decir, señores,
que el patrón quedó chiquito
viendo la forma tremenda
en que el paisano se encrespó
pero la noche serena
tendió su manto infinito,
y un duelo casi seguro
entre las sombras quedó.
Sucedió que en "La Fontana"
que era el nombre de la estancia
había el domingo siguiente
yerra y doma de mi flor,
fiesta que cada tres años
se hacía con perseverancia,
con veinte libras de premio
al gaucho más domador.
Cayeron como costumbre,
domadores de otros pagos,
y con sus trajes pintorescos
y sus prendas de domar,
hombres de mucho coraje
que después de algunos tragos
hacían cosas increíbles
por el gusto de agradar.
Por fin le tocó a Julián,
el domador más temido,
era un muchacho grandote,
elegante y seductor,
apenas lo divisaron
cuando ya fue conmovido
con una ovación de aplauso
que estalló a su alrededor.
Agradeció como pudo,
inclinándose un poquito
y con paso agigantado
pa'l corral enderezó;
-"Ya tenés un tigre pronto!",
le gritaba un amiguito,
-"Dejálo nomás, hermano,
después de Dios...estoy yo!"
Lo miró breves instantes
y lo palmeó un momento,
dijo: "Qué lindo y qué grande!
de éstos me gustan a mí",
cuando una voz femenina
lo arrulló con sentimiento,
-"Hoy más que nunca, Julián,
debes ganarlo por mí".
-"Si por vos ya lo he echo todo
y hasta he pasao por cobarde,
por no causarte un disgusto,
por no descubrir mi amor,
¡pero no lo aguanto más!,
lo vas a ver esta tarde
tu padre va a conocer
a Julián el domador".
- "¿Qué vas a hacer mi Julián?",
-"No se, mi Juana, no sé,
te aseguro que esta tarde
vas a tener que llorar,
porque en cuantito regrese
a todos desafiaré,
a ver si encuentro algún hombre
que sea capaz de pelear".
Se hizo vendar bien los ojos
con dos pañuelos de seda,
puso una flor en la boca
que más bien se la mordió;
y después de haber montado
-"¡Larguen!", le gritó a la rueda
y el bagual echo un ovillo
a los saltos se alejó.
Un cual bruto su cabeza
como vencido en el duelo,
como si ya no pudiera
con aquella carga cruel,
y de repente surgía
como un fantasma del suelo
y Julián permanecía
como un centauro sobre él.
Era fantástico verle
la tierra que levantaba,
el griterío de la gente
viendo la lucha mortal
de repente parecía
no corría, que volaba
y era una misma pieza
el hombre y el animal.
Los domadores más viejos
quedaron como asombrados,
al ver lo que estaban viendo
que no lo podían creer,
-"Es mandinga!, pues
con los ojos vendados,
no hay cristiano que resista
sin cansarse ni caer!".
-"Ha de tener brujería",
dijo un caudillo matón,
porque sinó, no es posible
que no lo pueda voltear,
¡lástima que sea tan maula!
pues sigún dijo el patrón
ya lo ha insultado tres veces
y no ha querido pelear".
En ese mismo momento
llegaba Julián triunfante,
pero sin darle importancia
por lo que le dicho ver,
mas al destapar sus ojos
miró al patrón desafiante
que dijo: "Creo que
el maula ha cumplido su deber".
"Aura si le resta duda
traiga un hombre y un facón
y verá que le compruebo
que yo también se pelear,
si le parece, Usted mismo,
porqué no prueba patrón,
así le cierro esa boca
que no ha querido cerrar".
Hicieron duelo enseguida,
las mujeres y los niños,
en defensa del patrón...
-"Yo soy quien lo va a pelear!"
dijo entonces el matón
pero antes deme la mano
así le doy más coraje
pa'que no haga un papelón.
La fama de aquél caudillo
había trascendido lejos,
dicen que era sanguinario,
terriblemente feroz,
con esos antecedentes
decían mozos y viejos
"que Julián se salvaría
por un milagro de Dios".
-"Les pido, dijo Julián,
que me aten con el caudillo,
a dos pasos de distancia
pa'mayor seguridad.
¡Venga un alambre enseguida!
y de tobillo a tobillo
nos atan a los juntos
por mayor cordialidad.
-"Acepto!", dijo el pesado
haciendo fama de su alarde
pero esa idea mocito,
puede ser su perdición"
-"Eso, le dijo Julián,
lo vamos a ver más tarde!",
y en un trágico silencio
comenzó el duelo a facón.
Pero al poco andar se vió
que aquél matón reculaba,
la sangre sobre los ojos
ya no lo dejaba ver,
y en cambio Julián, sonriente,
otro planchazo le daba
jugó con él como el gato
cuando no quiere comer.
-"No ves, caudillo mulita,
que no he querido matarte,
sino en los primero tajos
ya te hubiera echo saltar,
sólo te marqué seis puntos,
solo quise dibujarte
las seis letras de mi nombre
que jamás olvidarás".
Mas como siempre en la vida
no falta un poco de amor,
la hermosa hija de la casa
no pudiendo con su afán,
vino y se prendió del brazo
de su amante domador
y llorando le pedía: -" No!,
no lo mates Julián!".
lunes, 18 de abril de 2016
De cabeza 'e basto
Áhi le llegó, Saubidet,
la prenda que me encargó,
si el platero terminó
fue porque yo lo apuré;
quería entregársela y sé
que’s más campera que el pasto,
el uso ha hecho su gasto
y aún más valor le encastra:
¡qué linda queda la rastra
hecha de cabeza’e basto!
Se que’l basto de su abuelo
era, y que la platería
su padre uso con maestría
pa’ ensillar, sobre este suelo;
¡qué linda pilcha!, un anhelo,
parte de nuestra cultura,
el basto, que’s la figura
pura del recado nuestro
y hoy la pilcha de su ancestro
¡la lucirá en la cintura!
El centro pa’ destacar
plata y oro entreverado,
un trabajo burilado
en la inicial, da que hablar,
verdá es que se fue a gastar
pero que esté al lado suyo
pa’ lucirla en los mangrullo’
o escenarios donde cuadre,
la usó su abuelo, su padre,
y ahora pa’ usté’s un orgullo.
Quedó sin pulir, más brilla
por su historia y por su encuentro;
para que se luzca el centro
son de alambre las costillas.
Prenda gaucho y sencilla,
una hermosa antigüedad,
ah! y le digo la verdad
que lo que cobró el platero
se lo va a pagar Vaquero…
¡regalo de una amistad!
(3/03/2016)
Las aguas claras
....Como anuncian las piedras del cauce, el paso del río. Entre los hombres las aguas claras nacen en la fría soledad de las cumbres, Allí han vivido en fidelidad el largo diálogo invernal con la Roca, sabedora de vendavales. De rostro al sol, un día la primavera las puso en movimiento.
Cantando su canto
lavando las piedras,
regando los surcos
camino del mar.
Su cauce es humilde,
su canto es pequeño,
su fuerza se llama
cotidianidad.
Partiendo las rocas
abrieron gargantas,
y abrevaron pueblos
siempre sin parar.
Las mantiene el cerro
cargado de nieves,
que alimenta el cielo
donde Dios está.
Copla fogonera
Una copla nace
sentida y pequeña,
buscando la altura
igual que un llamear,
se prende a la astilla
la lame y rodea
y después crepita
como un aletear.
La llama es pequeña
pero adentro encierra
una fuerza enorme
capaz de incendiar
todo lo que encuentra
dormido en la leña;
lo que el tiempo viejo
logró allí nuclear.
Desde las raíces
del árbol antiguo
subió por el tronco
la tierra natal;
anidó en las ramas
se hizo madera,
algo disponible
que habrá que entregar.
Si vuelve a la tierra
para allí dormirse,
completó su ciclo
de forma normal;
tiempo provisorio
que amasó la vida
y que nos invita
de nuevo a empezar.
Pero cuando acepta
ser cortado verde
y tiene paciencia
sabiendo aguantar,
entonces su leña
será disponible
para ser madera
y así perdurar.
A veces el fuego
igual que una copla
le saca de adentro
todo su calor,
pa'entibiar inviernos
o reunir hermanos
que arriman sus manos
juntito al fogón.
Pájaros de amanecer
Lectio divina
Vivir en las cosas, sentirlas a ellas;
dejar que nos hablen, saber escuchar;
lenguaje sencillo que expresa la vida;
que no reflexiona, que canta, nomás.
Sentir la mañana nacer en las sombras;
sentir que despierta lo que vivo está;
lenguaje sencillo de vuelos y cantos,
lenguaje espontáneo de un despertar.
Tal vez es el hambre. Quizás es la ausencia.
Tal vez es instinto, respuesta a la luz.
Porque vuelo y canto también tienen meta,
y la meta es siempre salir hacia un tú.
Sentirse bien solo, tocar el silencio,
sentirlo quebrarse a su alrededor;
venir de la noche remando hacia el día;
sentirse en camino, llamado por Dios.
Setiembre respira por las madrugadas,
entre fresco y tibio, igual que un nacer:
si Dios ha dejado su huella en las cosas
¿por qué no buscarlo al amanecer?
El rocío brilla, maduro de grillos,
y despide estrellas que muriendo van;
el viento se astilla rodando en los pastos
y el sol va peinando con luz al trigal.
Patio de mi escuela que inicia su día,
donde cada cosa ensaya su voz;
si Dios es la Vida, el aula es el alba
donde cada cosa nos habla de Dios.
Saber escucharlas: ¡es eso el silencio!
Dilatar los ojos. ¡saber contemplar!
Tener el oído abierto y dispuesto:
...la Lectio divina ha empezado ya.
..........................................................
Si decimos que amamos a Dios a quien no vemos y no sabemos amar lo que vemos, somos unos mentirosos. Y Dios no habita en nosotros. Pienso que para aprender a leer a Dios en la historia, tenemos que aprender a deletrearlo en la naturaleza. Recién entonces podremos internarnos en la Escritura, capacitados para la Lectio divina.
(del libro: "Las abejas de la tapera", pag. 26 y 27. Edit. Patria Grande).
Respetar la tierra
Hay quien remueve la tierra
por gusto al polvaderal
imitando a los gorriones
cuando se quieren rascar.
La tierra no es pa rascarse
como se suele pensar;
-así será pa los bichos-
para el hombre es algo más.
Mucha sangre hay en la tierra,
que es preciso respetar;
son lágrimas y sudores
quienes le han dado su sal.
Es poco lo que aparece,
y mucho lo que hay detrás;
para poder comprenderlo
parate, hermano a pensar.
Que el pasto no da la leche
por mirarlo y nada más;
la leche la da la vaca
después de mucho rumiar.
El que es turista en la tierra,
anda nomás por andar;
no llega a ninguna parte
porque no busca llegar.
(del libro "La sal de la tierra", pag. 5. Edit. Patria Grande).
El zorzal y la calandria (Triste)
El zorzal por la calandria
un profundo amor sentía
y por temor al desprecio
el zorzal no lo decía,
el zorzal no lo decía
y de amor él se moría.
Llegó un día en que el zorzal
no aguantando más su pena
de afectos el alma llena
a la calandria cantó,
a la calandria cantó
lo inmenso que era su amor.
"Calandria, calandria mía
en mis versos no hay murmullo
de este amor que si no es tuyo
de pena me moriría:
calandria, si no soy tuyo
para qué quiero la vida".
Se fue la tarde y con ella
se pierde en la lejanía
una triste melodía
de un pajarito cantor.
De un pajarito cantor
que en sus trinos repetía:
"Calandria, si no soy tuyo
para qué, quiero la vida".
Reflexión (Valseao)
Voltearon el nido de los horneritos
que estaba en el árbol que da al terraplén,
las manos traviesas de dos gurisitos
que ignoran el daño que han echo recién.
Porque esa vivienda de barro amasado
fue el triunfo de un sueño que comparten dos,
que quieren amarse, vivir incubando
sus tiernos pichones a la luz de Dios.
Por el sacrilegio de dos inocentes
que lo consumaron solo por jugar,
yo reflexionaba dolido y clemente,
ante el cuadro triste que me hizo pensar.
En aquellos padres que un día se unieron
y alzaron un rancho por amor también
y luego los hijos al mundo trajeron,
para protegerlos en el mal y el bien.
Sin embargo vino la mano traidora
de los que seducen a la juventud,
la droga y el vicio que se los devora
forman el calvario de su esclavitud.
Y quedan los padres implorando a gritos
piedad por los hijos que pierden también,
como esa tristeza de dos horneritos
sin nido en el árbol que da al terraplén.
La luna y el payador
Un día le pedí a la luna
que me hiciera payador,
aunque al hacerme el favor
me cobrase una fortuna.
Cuenta no recibo alguna
y hoy, que ocasiones me pruebo,
con la conciencia me atrevo
a payar de contrapunto
y a la luna le pregunto:
-"¿cuál es la cuenta que debo?".
De noche cuando me acuesto
me voy triste si no la hallo
o cuando a pata'e caballo
salgo temprano del puesto;
si no la veo, voy molesto,
cantando en la noche fría,
pregunto a las tres marías
si al cruzar de madrugada
no escucharon hablar nada
de la vieja cuenta mía.
Yo que vi a la luna llena
en cuantito nomás sube,
taparse con una nube
como escondiendo una pena;
testigo de mí la escena
que en cada noche tropieza
pero hablando con franqueza
es la ilusión de éste pobre
pagar aunque no le sobre
y cumplir con la promesa.
De pronto asomó su cara
la luna en el horizonte,
dándole otro tono al monte
y una sombra al malacara,
pincelada'e luna clara
pintaba un cuadro esencial
y al ponerme a meditar
quedé en sus encantos preso,
porque abrazaba en un beso
el campo, el cielo y el mar.
Motivo de inspiración
de este paisaje genuino
que acompañaban los trinos
que llegan del cañadón,
y al dejarme otra lección
dijo la luna a mi ver:
-"yo iluminaré tu ser
con mi luz amarillenta,
no te apures por la cuenta
tenés mucho que aprender!".
El viento tiene una pena (Milonga)
Las cosas dicen que dicen
Para el hombre escuchador;
Ayer hablé con el viento
Y el viento tiene un dolor.
Me dijo: sufro una pena
Ir de paso sin quedar,
No echar raíz como el árbol
Andar nomás por andar.
Me vuelvo a veces pampero
Aliviando un sofocón:
Con un revuelo de cardos
Anuncio de un chaparrón.
Al pasar miro la vida
Despareja que se va
Saber que hay lujos en los pocos
Y en muchos tanta humildad.
Las cosas dicen que dicen
Para el hombre escuchador,
Tal vez el tiempo mañana
Nos traiga un tiempo mejor.
Me vuelvo a veces pampero
Aliviando un sofocón;
Con un revuelo de cardos
Anuncio de un chaparrón.
miércoles, 13 de abril de 2016
Ida (Romance recitao)
Me pidió sollozando
que agenciara remedios,
en los brazos tenía
el mayorcito enfermo
y un tremendo dolor en las pupilas...
Un dolor puntiagudo que aún lo siento.
Y me dijo también el pobrecito:
"¡Si usted no va, me muero!..."
Sobre el pucho a mi moro
le acomodé los cueros
y le puse por alas, dos rodajas de fierro.
para envainarlo al camino
y a la noche melenuda de viento
pues la vida de un niño vale más
que toda una tropilla'e parejeros.
¡Qué noche más oscura aquella noche!
¡Qué camino más feo!
¡Nunca he visto tormenta tan tormenta
ni recuerdo pampero más pampero!
Le temía a las nubes que tiznaban el cielo
negras como las sombras de los espacios negros
porque estaban repletas de amenzas,
y heridas por relámpagos siniestros.
"¡Si se quedara inmóvil!", yo pensaba,
el arisco reflejo que prende el rejucilo
en el estar, el patio con su yesquero inmenso,
¡si le salieran alas al caballo
o se pusiera un poncho el pago entero!
¡Si me vieran los ojos de Jesús Nazareno:
acortaría el camino o acercaría el pueblo,
pa ayudarme a salvar a un niño rubio...
rubio como las clines del lucero.
Yo ende chico le tuve a los difuntos, miedo,
si se vuelven luz mala pa'buscar cementerio;
a los toros alzaos de campo ajuera,
los tigres cebados de monte adentro,
al apuro del rayo, al galope del trueno,
a los ríos crecidos y a los campos desiertos...
¡Pero pa'hacer un bien no temo a nada!,
porque pa'hacer un mal a todo temo,
y llevaba la idea amojonada al pecho...
Si encuentro luces malas, me santiguo y las dejo,
que no es de buen cristiano enquistarse por muertos.
A perro cimarrón le disparo
y a gauchos cimarrones, los peleo.
pero po'el camino por donde voy, regreso,
pa que tenga esperanzas una madre,
y un niño tenga, pa la madre: beso.
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La carpeta tenía el candil en el medio
como un ojo que mira por la emoción pa'dentro,
y un redondel de gaucho melenudos
amadrinados por el calor del juego.
Se estrellaba con oros la media noche un peso
las espadas cortaban de las ansias los flecos
y el "tintín" amarillo de las libras
al sueño degollado de un cencerro.
De los gajos torcidos de los bastos,
torcidos y espiguientos,
colgaban esperanzas, caras como los pesos
y volcaban las copas sobre el poncho
un mundo contenido de silencio.
El mazo mesturaba sus cuarenta secretos
como cuarenta dudas o cuarenta misterios,
echando buenas pa'los hombres malos
y echando malas pa'los hombres buenos.
Y me llevó una sota
lo que traiba pa comprar los rimedios,
el rey zurdo, el facón de plata y oro,
y Salomón el poncho pa' recuerdo
y después un caballo sobre el lomo:
hasta la última pilcha de mi apero.
"¡Pero me queda el moro!", yo pensaba,
pa jinetearlo en pelo y atravesar la noche
como un pájaro negro,
aunque me crucifique al camino,
todos los rayos
que ha tendido el cielo
y mientras lo levanto en la llorona
recordaré algún rezo
pa'pedirle su ayuda
al que murió en la cruz
por ser tan bueno...
y rezo y espueleo,
pa'que tenga abajo nazarenas
y arriba al Nazareno...
Pero ¿pa'qué Señor
quiero el caballo,
si no tengo ni un
cobre pa'remedio?
Y lo jugué al as de oro
porque tiene en el centro
una cara igualita
a la de aquella
que a Nuestro Redentor
llevó en su seno,
y Él sabe lo que vale,
un hijo rubio,
rubio como las clinas del lucero.
-----------------------------------
Se corrió la tormenta
y en el azul del cielo,
se hundieron las estrellas
con sus pabilos muertos
y puso el alba con un arco grande,
su abanico de luz sobre los cerros.
Con temblores de pájaros ariscos
despertaron los campos soñolientos,
con temblores de pájaros que traiban
cuerdas, pa la guitarra del silencio,
Han pasao muchos años en la noche,
que hasta mi moro chamusqué en el fuego
y ando siempre domando y siempre en potros...
¡Ha de ser maldición... del niño muerto!
domingo, 10 de abril de 2016
Vidala del cardón
Parao en la loma,
llenito de espinas
así es el cardón.
Fierito por fuera
ternuras adentro,
lo mesmo que yo.
Cuando llega el tiempo
el cardón más pobre
presenta una flor.
Por eso 'i venido
domando camino
buscándote a vos.
Guapeando a la nieve,
guapeando a los vientos,
así es el cardón.
Solito y arisco,
rodeao de silencio,
lo mesmo que yo...
Así es el cardón,
lo mesmo que yo.
Oración y comarca (Poema con aire de chamamé)
Señor, que enciendes la vida
en la mitad de la tarde:
concédeme la alegría
de caminar estas calles
gozando de la sencilla
tristeza de los sauzales.
Señor, que extiendes tu mano
para el que quiera encontrarte,
permíteme la distancia
que me separa del ave
en cada vuelo de coplas
protege mi sueño grande.
Y sobre la lluvia lenta
que por el verde se expande
ayúdame con el cielo,
para que pueda quedarme.
Cuando era niño pensaba
viajar en potros del aire
por esa gris aventura
que definen las ciudades
y adivinar el sentido
de aquellas risas fugaces,
tremenda caricatura
que me extasiaba la carne.
Después comprendí la simple
calidez de mi paisaje,
la ilusión de la comarca
galopando por mi sangre,
volvieron sobre mi sombra
capullos de soledades
con la luz de mi provincia
consagrando los trigales.
Oí los trinos nativos
en conciertos virginales
y en el ceibo florecido
las leyendas ancestrales..
Por eso nunca me atrajo
viajar en potros del aire
buscando entre las ciudades
aquellas risas fugaces.
He madurado ternura
entre verdes esterales
para entregarla en canciones
de esperanzas populares,
mientras las voces pequeñas
protegen mi sueño grande.
Señor, que enciendes la vida
en la mitad de la tarde,
te pido para mis hijos
la libertad de las aves,
para mis ojos cansados
la llama azul del romance
y para el pueblo pequeño
que mis hermanos comparten
te pido un SOL ARGENTINO
con brillo de voluntades:
¡Una comarca dichosa
para que pueda quedarme!
sábado, 9 de abril de 2016
Pa'que se marque
Precisa mucho pisar
pa que se marque una senda
y es nomás que con pastitos
que se defiende la tierra.
Los hombres, los animales,
lo levantan y lo dueblan,
y en cuanto siente un alivio
ya se ve que se endereza.
De fijo que tiene un algo
diferente de la fuerza
pa que siendo tan tiernito
tenga tanta resistencia.
Por mucho que lo lastime
siempre levantarse intenta
y saldrán hojitas verdes
por entre las hojas secas...
Precisa mucho pisar
pa que se marque una senda...
Confianza
Es reducido mi rancho
pero se le empaca al viento,
mientras le quepa el recao
que desensillen viajeros.
Lo alcé pa'mí, pa'l que llegue
sin mirar si es blanco o negro,
techo pa'l bueno y pa'l malo
fogón pa'l malo y pa'l bueno.
Yo nunca tuve enemigos
ni los tendré, ni los quiero
me suebra con mis baguales
pa'andar armao de resero.
Y aunque me gusta estar solo
pa'madurar el silencio,
se lo agradezco al camino
cuando me acerca un viajero.
Pa'él siempre el primer amargo,
el mejor sitio en el fuego
y en cuanto está el churrasquito
que corte siempre primero.
Jamás le pregunto el nombre,
(¡tan mal costumbre no tengo!)
si es oriental o es bayano,
si es entrerriano o porteño.
Si viene mojao, pa'cama,
alguna pilcha le empriesto
aunque suelo andar de pobre
que me lloran los pelegos.
Pa'mi confianza me basta
con haber sido y ser bueno:
yo nunca tuve enemigos,
ni los tendré, ni los quiero...
yo nunca tuve enemigos,
ni los tendré, ni los quiero.
Relincho
por la tormenta cerrada,
al oír la relinchada,
rompe un nubarrón la luna.
Todo duerme pero una
inesperada invasión
de gauchos en dispersión
que a la campaña estremece,
emerge como si fuese
la vanguardia de un malón.
Anda gente misteriosa
rejuntando caballada,
se comenta en las ranchadas
y en la solitaria choza;
todo duerme y reposa
sobre la llanura yerta
desgrana el chajá su alerta
chapaleando luna y lodo
entonces sí, todo...todo...
lo que dormía...despierta.
Relincha un potro salvaje,
por el rumor conmovido,
como un clavideño erguido
sobre un pezón del paisaje;
aurio su fino pelaje,
marfileña su clinera,
desparrama la carrera
en la sonora llanada
donde inquieta una manada
ebrio el relincho de espera.
Y como una marejada,
la correntada clinuda,
se incrusta la noche muda
por el tropel desvelada.
La detiene una lomada,
imperativo resuello,
y al hincharse cada cuello
parece cada pescuezo
un clarín de carne y hueso
que está tocando a degüello.
Y de cuchilla en cuchilla
se oye el agreste mensaje,
va de paraje a paraje
de pago, de orilla a orilla.
Lo transporta una tropilla
de piquetes al corral,
va de caballo al bagual,
de la pulpería al quincho:
el cristalino relincho
flota en el aire oriental.
¡Ojo! No es el mismo que al compás
del cencerro y de badajo
se oyó en horas de trabajo
en plena aurora de paz.
Es mal agüero además,
marchita niña esperanza;
toma el joven, vieja lanza
y sin saber dónde va
en busca de libertad:
estriba, monta y avanza.
Clarín de llano y colina
presagio de mal agüero,
eco inquietante agorero
y anuncia desgracia y ruina...
Pinta el sol cuando declina
rojo horizonte otra vez,
niega orfandad, desnudez,
resurgiendo del olvido;
el luto desvanecido
cosió la ropa al revés.
Por las madres llora el río
y en las campiñas sombrías
¡Salvanos Virgen María,
ayudanos Señor mío!
Resurge el grito bravío
en busca de igualdad,
justicia, paz, libertad,
venganza, sangre y desquite;
una voz nueva repite:
"¡retrógrada humanidad!"
Manda ensillar el caudillo,
ensilla el chasque el baqueano
y el pacífico paisano
junta su apero sencillo.
Se encuentran sable y cuchillo
remora heroica bandera,
desciende el rancho a tapera,
le abre la fraterna mano
y en el desolado llano
duerme el arao a mancera.
Milico Gaucho
En cuanto escampó quedaron
todos los charcos despiertos.
Y la primer virazón
los hizo temblar de miedo.
Salió la luna con frío
y unas estrellas con sueño
mientras hacían las ranas
gorgoritos de silencio.
Entonces todos los charcos
se llenaron de agujeros
pa' que las ranas se fueran
a romper cristales lejos.
Y allá en el bajo se oyó
sordo el rumor del carguero,
y estornudar las lechuzas
al despertarse los teros.
Yo era la guardia avanzada
y en mi confiaron el sueño,
diez hombres llenos de orgullo
servidores del gobierno.
¡Audaces! Marchar con luna
bajo la comba del cielo,
onda de azul infinito
ancha de campo y silencio.
Y haberme tocao' la guardia
por disgracia a mí que quiero
economizar las balas
pa' no fundir al gobierno.
¡ Audaces ! Marchar con luna
y tantos astros despiertos...
y esas lechuzas resfriadas...
y ese bochinche de teros.
Venir marchando con luna
y con un frío tremendo
que ha endurecido los pastos
y me ha torcido los dedos.
Ellos no saben que allí
hay diez milicos con Remington
pero sí saben que allá
están sus hijos hambrientos.
Y es tan pequeño el delito
que enguelven en los cargueros
que a veces hasta lo olvidan
y andan con luna y con sueño.
¡ Qué saben de la tragedia
que sufre el pobre!, los teros
mejor hicieran más nidos
y no ensuciaran los huevos.
Y quién mandó a las lechuzas
chismear que va un carguero
si a pobres naide les gana
y a contrabandistas menos.
La luna clara enemiga
oblicuo chorro echa al suelo
pa' que se aclare un delito
hijo bastardo del tiempo.
Brilla al chairarse en las vainas
de los sables miliqueros,
fría se cuela en los ponchos
gastaos a lluvia y a viento.
Ella que ha entrao a los ranchos
por las heridas del techo
y ha visto a niños temblando
ante el horror del invierno...
Ella que ha visto morir
esos saquitos de huesos
por ir con hambre y con frío
¿pa' qué brilló en el sendero ?
¿Pa' qué brilló? ¡delatora!
Si nunca echó de su seno
calor al rancho con frío
y al triste rincón del preso?.
¡Y viene a salir ahora!
Hoy justamente que quiero
que no se gasten las balas
pa' no fundir al gobierno.
Y yo apostao en la guardia
irresoluto y temiendo
que me divise el baquiano
o se despierte el sargento.
Garabateo un "¡alerta!"
me corro por el sendero
lo hago bandera en el sable
y vuelvo orondo a mi puesto.
Yo cuido lo del estao'
pa' eso me paga el gobierno
vaya a saber . . . ¡ cuantas balas !
le economizo con eso.
Leña y alma
(Foto de Coronilla "Scutia buxifolia")
Recitado:
Te cuesta arder pero eso si,
después que prendés ya no te apagas,
basta mover cenizas y encendida,
como un bicho de luz mueves las alas.
En cambio la charamusca arde enseguida,
un soplido nomas y se hace llama,
la llama crepitante de un minuto
que apenas da calor y menos brazas.
Metido en el fogon estoy pensando
como son de gemelas leña y alma.
Hay almas que se dan sin apagarse
y las hay que sin darse ya se apagan.
Cuantas veces engaña la apariencia
de tanto charamusca iluminada
que en poquito minutos te encandila
y al ratito de arder no queda nada.
---------------
¡Qué igualito que somos coronilla!
nacidos en el lomo de una sierra,
y hundimos la raíz como una mano
para afirmar el alma entre las piedras.
No nos vamos en flores pero en cambio
nos damos como amigo en las tormentas,
tampoco damos frutos y sin embargo
algún mburucuyá se nos enrieda.
Recitado:
La espina que mostramos
solo tiene de arisquez dura apariencia,
y solo se lastima el que pretende
entrar al corazón pero a la fuerza,
o arrancarnos un nido porque un nido
jamás se muere solo y siempre lleva
cuando se muere el canto que empollaba
para ponerle un pico en primavera.
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Somos dentro del monte lo más recio
casi sangre, por dentro, la madera
que si se enciende braza por la noche
en pleno mediodía sigue estrella.
No nos vamos en humo y sin embargo
si tiene que arder, ¡arde la leña!
podrán quemar el cuerpo: ¡nunca el alma!
que el alma que es raíz: es como piedra.
Recitado:
Aquí en esta ciudad soy forastero,
extraño con angustia a mi querencia
y trato en el cemento de dar sombra
la sombra fraternal que el hombre lleva.
--------------------
Y aún doliéndole el alma a la distancia
y aún sintiendo sangrar a las ausencias,
del cardenal azul, de las calandrias,
del clavel del aire y la carqueja.
La brasa voladora del churrinche
la chilca, el romerillo y la marcela,
no le aflojo a mi brasa porque aún solo:
un solo coronilla hace una sierra.
Recitado:
¡Qué igualitos que somos, coronilla,
nacidos en el lomo de la sierra
y hundimos la raíz como una mano
para afirmar el alma entre las piedras.
Consejos a los hijos varones
Por milonga
Yo se que no han de entenderme
pues son chicos todavía
pero ha de llegar el día
prodigando claridades
en que verán mis verdades,
rumbos, caminos y guías.
No se den por mal servidos
si fortuna no les dejo
ya que en la vida ¡canejo!
solo rejunté esperencia
le viá dejar por herencia
buen nombre y algún consejo.
No abandonen muy temprano
el rancho donde han nacido,
y aunque se crean precavidos,
traten primero: emplumar,
que tarda más en volar
el pichón que cae del nido.
No se apuren demasiado
si a un buen fin quieren llegar,
y en el que no se sabe andar:
peligro de sucumbir,
pingo bravo pa'partir
se cansa antes de largar.
Rejunta el caminador
buenas como malas mañas,
quien cruzó muchas campañas
toma un rumbo más seguro;
pero los gestos mas duros
se ven en caras extrañas.
Lejos de las amistades
son más amargos los males,
y entre dos hombres iguales
hay notable difierencia:
saliendo de la querencia
se arrocinan los baguales.
En estudios provechosos
bien ampliadas son las horas,
de aquellas cosas que ignoran
no tienen derecho a hablar,
la piedra sin redondear
no sirve pa'boleadora.
Mas solo con estudiar
no se va al triunfo derecho,
entuavía queda un repecho
regular por recorrer,
pues la cencia del saber
es sacarle buen provecho.
Pa'equivocarse en la vida
cada cual tiene su hora,
cuando la suerte es traidora
es ventaja ir adelante,
y a veces el ignorante,
sabe lo que el sabio ignora.
Es difícil aflojar
teniendo razón bastante
mas no olvide el que se plante
esta verdad d'entradora:
que el que no sabe que ignora
es dos veces ignorante.
Y si algo cierto no sabe
es conveniente callarse
se salvará de mezclarse
en cuestión que esté enredada
pues con la boca cerrada
no hay peligro de atorarse.
Con justicia y seriedad
se marca una senda cierta,
y en ella ha de hallar abierta,
de la vida, la tranquera
y podrá entrar ande quiera
con la cara descubierta.
Pa'entropillar desventuras
hay lugares muy propicios,
se encuentran los malos vicios
sin empeñarse en buscarlos,
solo dispués pa'dejarlos
es que cuestan sacrificio.
Yo también anduve en él
pero conocí el terreno,
le puse a los vicios freno
y lo que aprendí, regalo,
porque conozco lo malo:
distingo mejor lo bueno.
Nacen con las criaturas,
diferentes condiciones
y a veces las precauciones
ocultan las ignorancias,
y también las circunstancias
transforman los corazones.
Por Cifra
Si está enviciao a jugar
no trabaje que es en vano;
triste que pierda un paisano,
plata que ganó a sudor,
el que solo es jugador
cuando pierde queda a mano.
No hay peor juego que a facón
se pierde siempre peleando,
hasta es bueno hacerse el blando
sin dejarse pisotear,
pero si dentra a bailar,
amanézcase bailando.
El malo es muy conocido
sus intenciones dañinas,
sus maneras son mezquinas
y yo saco en conclusión,
qu'es más duro el corazón
del árbol que tiene espinas.
Hombre que mira'e soslayo
no es muy de facilitar,
no lo vaya a descuidar
si lo tiene compañero:
todo redomón mañero
vuelca la oreja al montar.
No se deje manosear
ni de entrada al alcahuete
haga que a usted lo rispete
el que de patrón lo ensilla:
que el animal sin cosquillas
queda pronto pa'l piquete.
Al manso todos lo ensillan
dice un refrán con aplomo,
ni patrón ni mayordomo
andan en caballo flaco,
ni he visto a ningún bellaco
estar lastimao del lomo.
La confianza compañera
de la vista sin reves,
no la de toda a la vez
y si la da, sepa darla,
porque es más fácil negarla
que retirarla dispués.
En la carpeta'e la vida
no juegue una sola carta,
jamás su dolor comparta
y aguante mascando el freno,
que el dolor no duele menos
aunque a muchos lo reparta.
Sufra el fuego sin balar
si una disgracia lo faja
es alivio y es ventaja
hacer el mal llevadero,
aprendiendo del hornero
que canta mientras trabaja.
El aguantar resignao
es de hombre manso y sereno,
afligirse es un veneno
que suele aumentar los males,
atrás de los vendavales
viene siempre el tiempo bueno.
Hasta los mismos volcanes
un día habrán de apagarse;
luche sin acobardarse
hasta con la mala suerte,
solo el sueño de la muerte
empieza pa'no acabarse.
Cuide el cuerpo y la salud
que siempre es más el más fuerte,
por mala que sea su suerte
no se apresure por d'irse,
porque hay tiempo p'aburrirse
por linda que sea la muerte.
De la mujer yo no se
si es bálsamo o es veneno,
y el almíbar en su seno
por contraste se juntaron
Dios y el diablo la formaron
de lo malo y de lo bueno.
Y es pa'l que la ha de elegir
tarea muy peligrosa,
ella escuende habilidosa
las maños bajo del ala:
rara vez de novia mala
se saca una buena esposa.
Desconfíe de la mujer
que ya lo anduvo engañando,
al ñudo la irá cuidando
pues como la mula es:
¡ande lo volteó una vez
lo querrá seguir volteando!
Hágale una tanteadita
que ya le va a disparar,
dése vuelta sin mirar
que si es de ley va a volver,
no olvide que a la mujer
¡no se le puede rogar!
Al desnudo la verdad
en mis verdades enanco,
mas nunca salga del tranco
quien quiera andar con firmeza,
porqu'es linda la franqueza
pero hay que saber ser franco.
Mienta obligao solamente,
porque eso es muy desdeñoso,
humillante y vergonzoso,
dice un refrán verdadero:
en boca del embustero
lo cierto se hace dudoso.
Por Estilo
De cristal fino, una copa,
representa la pobreza
una de oro: la riqueza,
si llenan de agua igual:
solo a través del cristal
se nota si hay impureza.
La libertad y la salud
bien se pueden comparar;
se suele el duro ablandar
de la libertad privao,
canta el pájaro enjaulao
porque no aprendió a llorar.
Las canas solas no guían
por caminos desparejos,
ni han juntao todos los viejos
esperencia y desengaños,
yo aprendí en muy pocos años
lo que digo en mis consejos.
Juzgar por las apariencias
no es pues de gaucho baqueano,
yo he visto en centros urbanos
hombres piores que salvajes:
y aves de bellos plumajes
que habitan en los pantanos.
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Y lleven siempre adelante
éstos consejos por guía,
yo aprendí en mis correrías
a golpes y trompezones
que al sembrar buenas acciones,
se cosechan simpatías.
Nunca lleguen a olvidar
esto que en verdad les digo
llevenlo siempre consigo,
guardado en el corazón:
porque mis consejos son
de padre, hermano y amigo.
Poncho de siete colores (Estilo)
Me devolviste el poncho,
"siete colores",
con algo de tu aroma,
¡Ay no lo llores!.
Con algo de tu aroma
¡Ay no lo llores!
Sobre tu piel soltaba
su maravilla,
Sobre tu piel soltaba
su maravilla,
arco iris el poncho,
te florecía...
Arco iris el poncho:
te florecía.
Caminitos pintados
sus franjas finas,
por ellos mi mirada
larga se iba....
Por ellos mi mirada
larga se iba.
Me devolviste el poncho,
"siete colores".
Me devolviste el poncho,
"siete colores";
en los sueños me quema
por él tu nombre,
en los sueños me quema
por él tu nombre.
Me devolviste el poncho...
¡Ay, "siete colores"!
Tapado con Pasto Puna (Milonga corralera)
Al desmontar de la vida
ya cuando me lleve Dios
y con el último adiós,
iniciaré mi partida;
la daré por concluida,
testimoniando en mi pluma
y sin condición alguna
solo desea quien canta:
morir en su tierra pampa
tapado con pasto puna.
Esta tierra que me viera
nacer, crecer y vivir,
también me verá partir
y hundirme en la cementera;
cuando el destino lo quiera
y sin vehemencia ninguna
me iré a cantar a la luna,
llevaré solo mi estampa:
mi cuerpo estará en la pampa
tapado con pasto puna.
De allí seguiré cantando
a las gentes de éste suelo,
desde una estrella del cielo
los seguiré acompañando,
me escucharán guitarreando
en noches de clara luna,
y si alguien cree oportuna
llevar flores al que canta:
mi cuerpo estará en la pampa
tapado con pasto puna.
A la sombra de un caldén
quiero descansar en paz
y ya en la inmortalidad
encontrarme con Pincén,
el anochado también
desde que dejó su cuna
y mi pasión que hoy acuna
el grito de su garganta:
me hace quedar en la pampa
tapado con pasto puna.
viernes, 8 de abril de 2016
Pa'lo que guste mandar (Milonga)
De la academia del campo
fui sacando los sonidos
y aprendí de los silbidos
que en mi pentagrama estampo;
es una estancia que estampo
sin leguas, mi diapasón,
los trastes: el corazón,
la partitura: las aves
y aquí le paso la clave
por la que siento pasión.
Me dicen el orejero
y yo me dejo llamar...
si me quieren achicar
me le prendo al entrevero;
este terrón bien surero
se transmite en la heredad,
por eso mi copla da
sabor a la tierra amada,
es una gaucha estocada
y un grito de libertad.
Si me buscan las cosquillas,
se me aligeran las manos,
que lidiaron orejanos,
aceros, tierras, arcilla;
me he untao con la gramilla
pa'curarme las heridas
y tranquiando por la vida
medio solitario estoy
pero se bien dónde voy,
nunca le erro una partida.
Llevo un campo compañero
prendido en el diapasón,
dentro de mi corazón,
¡bien campero, bien surero!
Tranqueo solito, aparcero,
pues me pasó como a Fierro
y aunque suene algún cencerro
yo no soy de amadrinarme,
solito suelo rascarme
si es que algún camino l'erro.
Por eso sobran consejos
ni palabras de amistad,
al que vive en la orfandad
se guía por sus reflejos;
de los consejos del viejo
saqué tientos de tamaño,
si conocí el desengaño:
solito me he de lamer,
que suele el hombre aprender
con su historia y con sus años.
Y aquí corto mi verseada,
pues pa' eso soy prudente,
no preciso que la gente
me amague con retirada;
si pa'usted fue una estocada
lo que acaba de escuchar,
mi manera de versear
es campera solamente:
y aquí me tiene presente
pa'lo que guste mandar.