Ta muy sobre la oriya del camino
y ya deshecho aquel corral, que juera
pa resguardo. Se cái una manguera...
con más razón un alambrao de pino...
El lazo siempre corto del destino
tiene ayí su preciya. La crucera
vive en su pedregal. Naide que muera
debe tener ningún otro vecino!
En su ombú nunca hay nidos. El pampero
cruza loco a su lao. Caya el carrero
dende lejos el trovo, cuando cruza.
Y si la noche con el sol s'enrienda,
en el único poste que le queda
canta siempre un amigo: ¡La lechuza!
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