sábado, 21 de julio de 2012

Volcao


Yo vide un bagual juyendo
puert´ajuera de un corral,
y a un gaucho taura, de un pial,
dejarlo como durmiendo.
Y vide al hombre corriendo
al impulso del tirón,
dírsele de sopetón
al bruto, con tal presteza,
que le apretó la cabeza
sobre´l mesmo revolcón.

Y pensé yo: "Si a la yegua
de la suerte la topara,
cuando por mi lao cruzara
en una juida sin tregua;
si al colegirle, a la legua,
su malévola intención,
en un diestro revolcón
sujetarla yo pudiera,
talvez mansa la tuviera
siempre a mi disposición.

Pero es al ñudo aguaitar
ese momento propicio,
pues cuando más lo acaricio
más distante lo he de hayar.
Talvez lo yegue a topar
cuando de esperarlo hastiao,
m´encuentre desalentao
y sin voluntá pa nada,
charlando con la pelada
mano a mano y entregao.

Pucha la vida!... Hay que dirla
yevando dale que dale,
y todita eya no vale
ni el trabajo de vivirla.
Nunca pretendí rendirla
al placer que me jué´esquivo;
pues siempre sobra motivo
pa que la suerte, sin tregua,
se me niegue... como yegua
cuando patea el estribo!

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