(Tumba ande descansan los restos de don Luis Domingo Berho)
La pampa se enmudeció
cuando el último latido
dejó un corazón vencido
y una vida se apagó,
para siempre se marchó
dejando un verso postrero
aquél gigante coplero,
el mayor de los poetas,
como siguiendo al "maseta"
se fue, Luis Domingo Berho.
Quizás en el bodegón
le cuente tristón Silverio
a lo criollo, sin misterio,
esta noticia a Ramón
y ruede algún lagrimón
por las mejillas curtidas,
porque el autor de sus vidas
hoy ya no está entre nosotros,
ensilló el más crudo potro
y partió sin despedidas.
O tal vez cuando partía,
se fue feliz, arrogante,
en lo alto del pescante
en "la chata de Lobería",
o capaz buscó las vías
y subió en el "Viejo Tren"
vaya a saber porqué andén
pasó aquél vagón carguero,
llevando el alma de Berho
el poeta de Quequén.
Dios quiera en Balcarce quede
un borrador pa'la historia,
donde guarden sus memorias
para que el sur las herede
y que un trenzao desenrede
los rollos del pensamiento,
y al compás de los seis tientos
en cada criolla matera,
una milonga campera
lo nombre a los cuatro vientos.
Gracias por tan hermoso poema y por sobre todo, rescatar la figura de nuestros poetas.
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